Contracorriente

~ Blog del P. Manuel Martínez Cano, mCR

Contracorriente

Archivos de etiqueta: hospital

Minicrónica VIII

06 miércoles Feb 2013

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ 1 comentario

Etiquetas

a Madre de los andaluces, Anfinsen, últimas palabras, beato juan pablo II, Blanca Paloma, católicos imbéciles, católicos irracionales, cáritas, cielo, cortar el cuello, fervor religiosa, hermandad rociera, hospital, idiota ser ateo, la fe no es auténtica hasta que no se hace cultura, la Reina de las marismasl, madre de todos los españoles, musulmanes, párroco, premio nobel de física 1972, unción de los enfermos, virgen

Me llamaron para administrar la unción de los enfermos a un moribundo. Nada más llegar al hospital la esposa me dijo, muy emocionada, las últimas palabras de su marido: Mercedes, la Virgen ha venido para llevarme al cielo.

**

Un abuelo que tiene varios nietos en distintos colegios me dice: no sé cómo se las arreglan ustedes, pero los nietos que vienen a este colegio son más obedientes, más cariñosos, mejores estudiantes.

**

Un antiguo alumno que estudia económicas me ha dicho que ya le duelen los tímpanos de tanto oír que los católicos somos unos imbéciles, irracionales, hipócritas… y que él les va respondiendo: Creo que solo un idiota es capaz de ser ateo (Anfinsen, Premio Nobel de Física 1972).

**

Me llama mi prima desde el pueblo y me dice: Me siento extranjera en mi propio barrio; estoy rodeada de moros por todas partes. No lo entiendo, hay mucho paro, pero ellos viven de Cáritas y de lo que piden a los curas. Y no se vuelven a sus naciones. Esto es sencillamente amar a los enemigos, porque muchos musulmanes han dicho que nos cortarán el cuello a los cristianos, cuando eso pueda suceder.

**

Nos ha llamado un párroco para que le suplamos en la Misas de fin de semana, cinco en total. Al salir de una de las parroquias, pasa junto a mí un abuelo con su nieto de dos meses. Hablamos. Me dice: como ya estoy jubilado por las mañanas cuido el jardín de infancia de mis nietos y por las tardes el geriátrico de mi padre y mi suegro, que ambos tienen 92 años. Ellos nos cuidaron a nosotros; nosotros debemos hacer lo mismo. La pena es que muchos no lo hacen.

En una de estas misas, cantó la Hermandad Rociera de la ciudad. Yo me imaginaba al Beato Juan Pablo II dando saltos de alegría en el Cielo. Él nos dijo que la fe no es auténtica hasta que no se hace cultura. Los rocieros, hombres, mujeres y niños, cantaban con todo su corazón a la Blanca Paloma, la Reina de las marismas, la Madre de los andaluces, y de todos los españoles, con verdadero fervor religioso.

P. Manuel Martínez Cano, mCR.

 

** CADA MIÉRCOLES, DÍA DE SAN JOSÉ, DIOS MEDIANTE, SON PUBLICADOS NUEVOS ARTÍCULOS **

Recuerdos Familiares del Padre José María Alba Cereceda, SJ

16 miércoles Ene 2013

Posted by manuelmartinezcano in Padre Alba, Uncategorized

≈ Deja un comentario

Etiquetas

antonio sáez, barcelona, cantabria, colegio de orihuela, enfermedad, facultad de filosofía y letras, familia, guerra, hospital, jesuitas, loles alba cereceda, P.Alba, padre alba, padre josé maría alba cereceda, palma de mallorca, san ignacio, sant cugat, santander, seminarista, teología, veruela

P.Alba, Loles y su padreLoles Alba Cereceda es una de las dos hermanas menores de nuestro querido padre José María Alba Cereceda, jesuita cien por cien. San Ignacio no quería -no quiere- que sus hijos rompan los vínculos con sus familiares. Pide, eso sí, que purifiquen su afecto, lo perfeccionen y espiritualicen. El padre Alba siempre mantuvo una relación estrecha y cariñosa con su familia. Sus dos hermanas estuvieron con él hasta el final. Pocos días después de su muerte, acaecida el pasado 11 de enero de 2002, acudimos al domicilio particular de Loles, en la barcelonesa Rambla de Cataluña, para que nos hablara de aspectos de la personalidad del padre Alba que desconocíamos; sobre todo en su infancia y su juventud. Con la emoción serena en el ambiente por la reciente pérdida, Loles respondió a AVE MARIA.

-¿Puede describirnos cómo era la familia?

– Éramos mis padres, Luis Fidel y Rufina, y cuatro hermanos, Finuca, José María, Luisa y yo. La mayor de las hermanas, Finuca, murió muy joven, a los 21 años, víctima de una septicemia tuberculosa. Mi padre era contable de una empresa de tabacos y, después de un tiempo en Filipinas, fue destinado a Barcelona, antes de casarse. De ahí que la familia viviera, salvo los años de la guerra, siempre en Barcelona; primero en la calle Asturias, luego en la Travesera de Gracia, más tarde en el barrio de Horta y, por fin, tras la guerra, en esta casa. El alzamiento cogió a la familia en Santander, excepto a mi padre, que pasó a Francia, a donde se trasladó la Compañía de tabacos. Liberada la zona norte, regresó a San Sebastián, donde residimos la familia durante un año, hasta la liberación de Barcelona.

-Sin embargo, el Padre Alba nació en Cantabria.

-No solamente él, tres de nosotros nacimos allí. Por entonces no había clínicas maternales como hoy día, y se solía nacer en casa. Así, cuando mi madre iba a dar a luz, marchaba a Vargas o a Cabezón de la Sal, para estar con sus hermanas. En Vargas nació mi hermano José María, en casa del tío Luis, sacerdote.

-La suya, ¿era una familia religiosa?

-Mucho, sobre todo la rama de mi madre, los Cereceda. Mi abuela quedó viuda con nueve hijos, el mayor de los cuales tenía quince años, y eso la marcó profundamente, acercándola más a Dios. Recuerdo que mi madre contaba cómo la abuela acudía a la iglesia a las seis de la mañana Para oír dos misas, una por ella y otra por su marido.

-¿Cómo era su hermano de niño?

-Era un muchacho muy normal: movido, pero no en exceso; estudioso, pero sin llegar a ser una lumbrera.  Enseguida que llegamos a Barcelona, tras la guerra, en el año cuarenta, se hizo de las Congregaciones Marianas, que dirigía por entonces el padre Bassols. Estuvo varios años de congregante, hasta que marchó al seminario de Veruela. En la Congregación dedicaba el poco tiempo que le dejaban los estudios a dar catequesis a niños pobres del Somorrostro y de Casa Antúnez, los domingos Por la mañana.

PADRE ALBA

-¿Cómo nace su vocación sacerdotal y jesuítica?

-Creo que son varios los factores que contribuyeron a la vocación de mi hermano. Sin duda, la formación religiosa recibida en casa, la influencia del padre Bassols, jesuita, y las profundas convicciones forjadas en la época de congregante. Por otro lado, hay un hecho en la infancia que yo creo que le marcó el camino: cuando estalló la guerra nos encontrábamos, como ya he dicho, en Santander. A los pocos días, nuestro tío Luis, sacerdote, párroco de Astillero -un pequeño pueblo cercano a la capital cántabra-, fue detenido y conducido, primero al famoso barco Alfonso Pérez, en el que se hacinaban los presos, y luego al penal de Santoña. Durante el año y picó que duró la ocupación comunista, el tío Luis fue sometido a todo tipo de vejaciones. Hasta tal punto fue así que, cuando salió de prisión, sus hermanas apenas le conocieron y murió a los pocos días. Tenía entonces treinta o treinta y dos años. Mi hermano José María tenía entonces unos trece años, y estos hechos le impresionaron sobremanera, pues estaba muy unido al tío Luis. Estoy convencida de que lo ocurrido debió de influir posteriormente en su vocación.

-¿Cuándo comunicó su intención de marchar al seminario?

-Justo al terminar el bachillerato. Mi madre aceptó encantada, pero mi padre quiso que se asegurase en la vocación, por lo que le instó para matricularse en la Facultad de Filosofía y Letras. Acabado el primer año, mi padre le preguntó si seguía con el mismo pensamiento y, como efectivamente a sí era; dio su consentimiento.

-¿Qué recuerdos tiene de la época de seminarista?

-La verdad es que no muchos. No pudimos acompañarle ni visitarle en Veruela, puesto que por entonces mi hermana Finuca comenzó a encontrarse mal. Su enfermedad duró casi dos años, con períodos de mejoría, pero se agravó y murió el 6 de octubre de 1945. Pero sí que mantuvimos una larga relación epistolar. Escribía mucho y por las cartas sabíamos de sus progresos en el seminario; de sus tiempos de maestrillo, de sus salidas por parejas a pedir limosna… De Veruela regresó a Barcelona para continuar Filosofía en Sarriá y en Sant Cugat del Vallés (1948-1951). Después estuvo en el colegio de Orihuela, donde realizó el magisterio, y de ahí a Palma de Mallorca, para terminar en Sant Cugat, donde hizo la Teología, y donde fue ordenado el 30 de julio de 1958.

-Y de los primeros años de sacerdote, ¿guarda más recuerdos?

-Tampoco demasiados; estaba tan ocupado que, a pesar de estar destinado en Barcelona, sólo podía visitarnos un par de veces al año. Eran visitas muy entrañables, en las que siempre hablaba de sus planes de futuro. Cuando estuvo de junior en Sant Cugat era distinto: entonces todos los domingos iba la familia al completo a pasar el día con él.

-Usted estuvo a su lado en el hospital durante su enfermedad, ¿qué nos puede contar de sus últimos días con su hermano?

-No sé, muchas cosas. Pasaba días muy malos, de angustia y de desazón, pero cuando venían amigos y familiares siempre tenía una palabra de cariño y afecto. El deseaba que le dieran el alta para volver a su amado colegio junto a todos los suyos, pero tuvo mucha paciencia a la espera de la decisión del médico. Con las enfermeras, y enfermos que Padre alba con mapatuvo en la cama de al lado, fue cariñoso y amable, y aprovechaba el momento oportuno para imponerles el escapulario del Carmen. La palabra fantástico que repetía muy a menudo, no era sino una jaculatoria que él sabía con qué intención la decía. Su pensamiento estaba centrado en su colegio, en sus infinitos proyectos, en el futuro de todos los estudiantes. Muchos que fueron a verle volvían confortados. Nunca tuvo una palabra de reproche.

La entrevista llega a su término. Loles nos invita a visitar la casa, que recorremos con creciente emoción. En la que fue la habitación del padre Alba se encuentra todavía el buró en el que estudiaba, la cama en la que dormía… Han pasado desde entonces sesenta años, pero puede respirarse aún el aroma de su espíritu apostólico.

Antonio Sáez

** CADA MIÉRCOLES, DÍA DE SAN JOSÉ, DIOS MEDIANTE, SON PUBLICADOS NUEVOS ARTÍCULOS **

diciembre 2025
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  
« Sep    

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Unión Seglar de San Antonio María Claret

P. José María Alba Cereceda, S.I.

palba2

Archivos

Categorías

  • Artículos (1.171)
  • Artículos – Contracorriente (919)
  • Carta Dominical (118)
  • Chispicas (266)
  • Cosicas (108)
  • De Hispanoamérica (1)
  • Dominicas (266)
  • El Coladero (1)
  • El nacimiento de la España moderna (75)
  • Francisco franco (176)
  • Guerra Campos (286)
  • Hemos leído (99)
  • Hispanoamérica. La verdad (192)
  • Historia de España (57)
  • Hitos (175)
  • Imagén – Contracorriente (132)
  • La Iglesia vive de la Eucaristia (22)
  • La voz de los santos (154)
  • Magisterio (38)
  • Meditaciones de la Virgen (174)
  • Mensajes de fe (214)
  • Miguicas (265)
  • Mojones (184)
  • Mostacicas (265)
  • Noticas (10)
  • Oraciones (391)
  • P. Manuel Martínez Cano (736)
  • Padre Alba (268)
  • Palabras de Dios (94)
  • Para pensar (27)
  • Pensamientos (99)
  • Pensar es sano (111)
  • Sabaticas (266)
  • Santos (111)
  • Semillicas (265)
  • Sintonía con la jerarquia (184)
  • Uncategorized (1.327)
  • Vida mixta (13)
  • Vida religiosa ayer, hoy y mañana (22)

Ejercicios Espirituales predicados por el P. Cano

Meditaciones y Pláticas del P. José María Alba Cereceda, S.I.

Varios volumenes de apóx. 370 páginas. Precio volumen: 10 €. Pedidos: hnopablolibros@gmail.com

Twitter Papa Francisco

Mis tuits

Twitter P. Cano

Mis tuits

“Espíritu Santo, infúndenos la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente”. Padre Santo Francisco.

"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. (Salmo 127, 1)"

Nuestro ideal: Salvar almas

Van al Cielo los que mueren en gracia de Dios; van al infierno los que mueren en pecado mortal

"Id al mundo entro y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado" Marcos 16, 15-16.

"Es necesario que los católicos españoles sepáis recobrar el vigor pleno del espíritu, la valentía de una fe vivida, la lucidez evangélica iluminada por el amor profundo al hombre hermano." San Juan Pablo II.

"No seguirás en el mal a la mayoría." Éxodo 23, 2.

"Odiad el mal los que amáis al Señor." Salmo 97, 10.

"Jamás cerraré mi boca ante una sociedad que rechaza el terrorismo y reclama el derecho de matar niños." Monseñor José Guerra Campos.

¡Por Cristo, por María y por España: más, más y más!

www.holyart.es

Blog de WordPress.com.

  • Suscribirse Suscrito
    • Contracorriente
    • Únete a otros 279 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Contracorriente
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...