Etiquetas
arzobispo de tegucigalpa, benedicto XVI, benjamín disraeli, botin, cardenal óscar-andrés rodríguez maradiaga, cardenal policarpo, cáritas, cuenca, demócrata, democracia, estado, hispanoamérica, honduras, león XIII, logia, masonería, masones, partidos políticos, piratas, vicario de cristo
Estaba en un pueblecito de Cuenca; algunos fines de semana venía a ver a su familia un profesor de la universidad de Madrid, le gustaba hablar, era un oficio. Un día le pregunté: Eso de la democracia, ¿qué es? La respuesta fue rápida y rotunda: La democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo. Yo le contesté que no podía tragarme ese caramelo.
Hace más de un siglo y medio que Benjamín Disraeli había dicho:
El mundo está gobernado por personajes muy diferentes de cómo se lo imaginan los que no están tras bambalinas. Y hace cuatro días el Cardenal José De La Cruz Policarpo, ha dicho: Las logias dictan la agenda de los gobiernos. Gobiernan pues los masones, que, como es bien sabido, militan en todos los partidos políticos: derecha, izquierda, centro y los de la extrema.
El Cardenal Policarpo continúa diciendo: La masonería ejercita una influencia directa en los asuntos políticos. No es compatible ser católico y masón aunque haya masones que van a misa y llevan a sus hijos para que hagan la primera comunión. Y un Papa: recordamos que el cristianismo y la masonería son esencialmente inconciliables, tanto que inscribirme en uno significa apartarme del otro (León XIII, Vicario de Cristo en la tierra).
En otro artículo he dicho que tenía la convicción de que este mundo parece un gran manicomio gobernado por locos irracionales. Y no sólo eso, el Cardenal Óscar-Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) y Presidente de Cáritas Internacional, nombrado por Su Santidad Benedicto XVI, ha dicho:
La principal razón desde mi perspectiva, es la corrupción de los políticos. La enfermedad más grave de nuestros países en América Latina (Hispanoamérica) es que la mayoría de los políticos han perdido
el verdadero concepto de la política y así ven el Estado como un botín para piratas. Así que van a la política y tras un periodo en el gobierno, pueden hacerse ricos para vivir el resto de sus vidas sin trabajar y sin miedo a consecuencias de la justicia. Lo asombroso, pero comprensible, es que estos piratas de la política actúan exactamente lo mismo en cualquier país del mundo.
La democracia es el gobierno de los piratas.
P. Manuel Martínez Cano, mCR
** CADA MIÉRCOLES, DÍA DE SAN JOSÉ, DIOS MEDIANTE, SON PUBLICADOS NUEVOS ARTÍCULOS **