El ministro de justicia Alberto Ruiz Gallardón ha ratificado que el PP mantendrá el llamado matrimonio homosexual tras la sentencia del Tribunal Constitucional. Lógico. Lógica masónica. El PP se limita a confirmar las leyes antinaturales y antimorales que anteriormente ha establecido el PSOE. ¿Por qué? Porque como dice el sacerdote Manuel Guerra Gómez en su importantísimo libro La trama masónica, editado por la editorial Sekotia de Madrid: Gallardón es masón y el anterior jefe del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero es masón; y en una reciente entrevista en Intereconomía don Manuel también ha dicho que Rajoy es masón. Leyes masónicas totalmente anticristianas, avaladas por millones de católicos que votan a estos partidos políticos dominados por la masonería. Hay que leer el libro de este gran sacerdote, doctor en filosofía y en teología Patrística, miembro de la Real Academia de Doctores y consultor de la Conferencia Episcopal Española.

Nuestro sacerdote dice que: el método masónico, íntimamente unido al laicismo, refleja el relativismo historicista y conduce al relativismo socio-cultural promoviéndolo. Relativismo condenado por su Santidad Benedicto XVI. En el mundo anglosajón y en los países nórdicos, en Turquía, etc. no es que los masones aspiren al poder, es que son el poder, afirma nuestro autor, y añade: De hecho todas las propuestas de cuestiones familiares bioéticas, en disenso con la doctrina de la Iglesia e incluso con la ley natural han sido aprobadas por el Parlamento Europeo… el laicismo masónico, abierta o solapadamente, pretende arrinconar lo específicamente religioso… Los masones tienden a considerar la democracia como una obra de la masonería y al método democrático (aprobación por la mayoría de votos) como algo connatural con lo masónico que lo extiende a todas las realidades, también a la verdad, al bien, etc.

Democráticamente, ocho españolitos del Tribunal Constitucional, han implantado la antinatural ley del llamado matrimonio homosexual: El matrimonio tendrá los mismos efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o diferente sexo. Así lo han decidido los partidos políticos agnósticos y ateos que descristianizan a España.

El matrimonio fue instituido por Dios. Es el sacramento que santifica la unión de un solo hombre con una sola mujer para siempre. Matrimonio fecundo: Dios los bendijo (a Adán y Eva) y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos y llenad la Tierra y sometedla (Gen 1,28). El matrimonio es una institución divina que no depende de ninguna ley civil. A la unión de homosexuales o lesbianas no se le debe llamar matrimonio.

Que no se escandalicen los católicos que votan al PP, al PSOE o cualquier otro partido político democrático agnóstico y ateo. La democracia moderna, que impera en Occidente, es eso: corrupción. La rebelión contra Dios, contra Cristo y contra la Iglesia. La llamada carta magna democrática de los sin Dios y contra Dios, han arrumbado los Mandamientos de la Ley de Dios y de la santa Madre Iglesia. La democracia moderna es el non serviam satánico de los descendientes de Lucifer en la Tierra.

Ya nos advirtió de todo esto el Vicario de Cristo, León XIII, en su encíclica Humanum Genus: católicos, leamos el magisterio abundante de la Iglesia sobre la masonería.

P. Manuel Martínez Cano, mCR.

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