Ya saben ustedes que Jorge Fernández, ministro de interior afirmó, reafirmó y confirmó que: España será cristiana o no será. Y yo maticé: España no puede ser cristiana con partidos políticos, como el Partido Popular, que promociona el divorcio, el aborto, la experimentación con embriones, el falso matrimonio homosexual, etc.; leyes esencialmente anticristianas. También escribí que Jorge Fernández es un católico piadoso. El 24 de noviembre, vigilia de las elecciones catalanas, el ministro de interior participó en un acto religioso, celebrado en la Plaza de la Sagrada Familia, en honor y honra de la Divina Misericordia, así como en la Santa Misa celebrada dentro de la Basílica. Esto fue por la tarde. Por la noche, participó en la Solemne Vigilia de Cristo Rey, celebrada en el Templo Nacional Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús del Tibidabo, en Barcelona. Me lo han contado buenos amigos.

Otros buenos amigos sacerdotes se preguntan y me preguntan: ¿cómo es posible que el católico Fernández esté en un partido político que acepta y promueve leyes auténticamente diabólicas? ¿Cómo? El Vicario de Cristo nos ha dicho muchas veces que estamos en tiempos de confusión y corrupción, de paganismo dentro de la Iglesia. Y el Papa también ha dicho: Vemos cómo el mal quiere dominar el mundo y que es necesario entrar en lucha contra el mal. Vemos cómo lo hace de muchas maneras, con sangre, con las diversas formas de violencia, pero también enmascarada tras el bien y, por tanto, destruyendo los fundamentos morales de la sociedad.

Vemos como el Partido Popular y demás partidos democráticos están destruyendo los fundamentos morales de la sociedad española. Vemos cómo lo hacen de diversas formas de violencia moral y física, asesinando niños y niñas en las clínicas abortistas. Toca a los católicos ver que los enemigos de la Iglesia se enmascaran tras la careta del bien. Ha llegado la hora de combatir los Nobles Combates de la FE, luchando a cara descubierta contra el mal y los malos. La democracia sin Dios es el mal.

Al mal hay que llamarle mal; al aborto, asesinato; a la unión de homosexuales, sodomía; a los hipócritas, hipócritas. Nuestro Rey y Señor nos dejó el ejemplo a seguir: ¡Raza de víboras! ¡Sepulcros banqueados! ¡Generación mala y perversa! Así, tal y como suena.

P. Manuel Martínez Cano, mCR 

** CADA MIÉRCOLES, DÍA DE SAN JOSÉ, DIOS MEDIANTE, SON PUBLICADOS NUEVOS ARTÍCULOS **