Última audiencia general del Papa Benedicto XVI, saludo en Castellano.
Última audiencia general de Benedicto XVI, completa.
27 miércoles Feb 2013
Posted in Uncategorized
Última audiencia general del Papa Benedicto XVI, saludo en Castellano.
Última audiencia general de Benedicto XVI, completa.
27 miércoles Feb 2013
Posted in Uncategorized
Etiquetas
1936, 1939, 21 de Diciembre de 1953, 25 de febrero de 1954, ABC 26 de Febrero de 1954, barcelona, Blas Piñar, breve pontificio, católico pueblo español, cátedra de Pedro, collar, concordato, Congreso Eucarístico, cruzada española, De la iglesia y la guerra de España, Dios, ecuestre, fe católica, Francisco Franco Bahamonde, gracia, gran, internacional, jefe del estado español, maría santísima, milicia, nuestro señor Jesucristo, omnipotente, orden, orden suprema de nuestro Señor, palacio de oriente, pío XII, romanos pontífices, sede apostólica, soldado, suprema, virgen inmaculada
Entiendo que sólo el hecho de haber acaudillado la Cruzada española de 1936 a 1939, explica que Pío XII, el 21 de diciembre de 1953,
concediera al general Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado español, el Gran Collar de la Suprema Orden Ecuestre de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo. El texto del Breve Pontificio es como sigue:
«A nuestro amado hijo Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado español. Salud y Bendición apostólica. Recordamos que con mucha solemnidad y concurrencia de fieles celebrábase el año pasado en Barcelona el Congreso Eucarístico Internacional, al que nos consta que las autoridades civiles prestaron entusiasmo y colaboración. Además, con motivo del reciente Concordato entre esta Sede apostólica y la nación española, nos hemos congratulado por la feliz terminación del mismo y por vuestra adhesión a la Cátedra de Pedro, puesta muy de manifiesto en la colaboración de tan importante acuerdo. De este modo las necesarias relaciones que siempre existieron entre los Romanos Pontífices y la nación española han sido confirmadas para fruto y utilidad comunes. Sabemos que éste es también vuestro sentir y el del católico pueblo español, a través de las cartas oficiosas que nos habéis remitido, y por las cuales os damos las más expresivas gracias. Por estas y otras razones, queriendo daros una muestra de nuestra benevolencia, por estas nuestras letras os elegimos, constituimos y nombramos caballero de la Milicia de Jesucristo y lo admitimos en esta nuestra Suprema Orden de los citados caballeros».
La imposición del Collar se hizo en la capilla del Palacio de Oriente, el 25 de febrero de 1954. El Caudillo, ante el altar, y de rodillas, pronunció las siguientes palabras:
«Prometo, juro y quiero mantener este juramento hasta el último aliento de mi vida, que, con la ayuda de Dios, constantemente retendré y profesaré íntegra e inviolada esta fe católica, en la misma forma que ahora espontáneamente la profeso y declaro. Y que por lo que a mí personalmente y por razón del gobierno se refiere, procuraré que sea profesada, enseñada y practicada por mis súbditos y por aquellos cuyo cuidado tenga hoy o pueda tener más tarde a mi cargo. Yo mismo, Francisco Franco Bahamonde, por último, prometo y juro a Dios omnipotente, a la Virgen Inmaculada María Santísima y a todos los santos, que, ayudado por la gracia de Dios, llevaré siempre vida ejemplar, con las virtudes que convienen a un buen soldado de Jesucristo».
El cardenal Pla y Deniel colocó al Jefe del Estado el Gran Collar de Oro de la Cruz y dijo:
«Acepte Su Excelencia el yugo del Señor, que es suave y ligero. Y lleve, de aquí en adelante, cada día con mayor honor y dignidad, esta
insignia de Nuestra Redención que Nos hoy le imponemos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».
La Orden Suprema de Nuestro Señor, por cierto, es la superior en dignidad, y como puede leerse en el diario ABC, del 26 de febrero de 1954: «Rebasa el significado exclusivamente protocolario para situarse en el plano más elevado de una especial demostración de afecto del Pontífice, gloriosamente reinante, hacia el Caudillo y a la nación española».
“De la Iglesia y la guerra de España” Blas Piñar
Contracorriente
27 miércoles Feb 2013
Posted in P. Manuel Martínez Cano, Uncategorized
Etiquetas
alabar, beata Jacinta de Fátima, Calvario, casulla, Cena del Señor, Dios, grandeza de Dios, hacer reverencia, interior, madre teresa de calcuta, Majestad, Misericordia Divina, reverenciae, San Alfonso Mª de Ligorio, san ignacio, san juan de ávila, san juan maría vianney, Santa María Faustina Kowalska, santa misa, Santa Teresa de Jesuús, santo cura de ars, santo doctor, Santo Sacrificio de la Cruz, servir, trátelo bien que es hijo de buena madre, vicario de cristo, xterior
San Ignacio nos dice que el hombre ha sido creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor. La reverencia a Dios
nuestro Señor, exterior e interior, nace de la contemplación de la grandeza de Dios, de sus atributos divinos: sabiduría infinita, omnipotente, misericordioso, Verdad y Amor eterno… La presencia del Vicario de Cristo nos impulsa a venerarle. Deberíamos sentirnos abrumados y anonadados ante Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Andar cada instante en la presencia de Dios, sin atrevernos a mirarle, sin alzar la voz, en silencio amoroso ¡Qué grandeza, qué poder, qué hermosura, qué realeza la de nuestro Dios!¡Qué poco nos impresiona hoy la grandeza de Dios!
Cuanta deficiencia vemos en el culto exterior a Dios. San Juan de Ávila viendo a un sacerdote que celebraba la Santa Misa sin recogimiento le dijo: “Trátelo bien que es hijo de buena Madre”. Un amigo sacerdote, me dijo que Madre Teresa de Calcuta asistió a la inauguración de una de sus casas de misericordia. Al salir el sacerdote de la sacristía para celebrar la Santa Misa sin la casulla, salió inmediatamente de la capilla. Sus hijas le preguntaron si se encontraba indispuesta. La respuesta de la beata fue: No. Es que un sacerdote que se atreve a celebrar la Misa sin los ornamentos sagrados prescritos por la Iglesia no puede predicar nada que me interese.
La beata Jacinta de Fátima decía: “Madrina ¡Pida mucho por los sacerdotes! ¡Pida mucho por los religiosos! Los sacerdotes sólo deberían preocuparse por las cosas de la Iglesia. Los sacerdotes deben ser puros, muy puros. La desobediencia de los Sacerdotes y de los Religiosos a sus superiores y al Santo Padre ofende mucho a nuestro Señor”. La Misericordia Divina, nuestro Señor Jesucristo se quejó amargamente ante Santa María Faustina Kowalska de la falta de reverencia y del comportamiento mundano y frívolo de sacerdotes, religiosos y religiosas. Recemos con fervor.
Nuestro santo doctor, san Juan de Ávila, nos dice: “Vete siempre en la presencia de Dios, trabajando de andar siempre compuesto con reverencia delante de tan gran Señor, gozándote de que su Majestad sea en si mismo tan lleno de gloria como es… Si bien miras, gran parte de nuestras obras van mezcladas de mil imperfecciones, y viéndolas su Majestad, delante de cuyo acatamiento tiemblan los serafines, tan tibias, tan sin reverencia y con tanta mezcla de imperfecciones, está muy claro que las acepta Dios por el amor de su unigénito Hijo”.
La Santa Misa es el acto más sublime y más santo que se celebra todos los días en la Tierra. Nada hay más sublime en el mundo de nuestro Señor Jesucristo, y nada más sublime en Jesucristo que el Santo Sacrificio de la Cruz en el Calvario, actualizado en cada Santa Misa que se celebra en la Tierra. La Santa Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz, es el mismo Sacrificio de la Cruz incruento. Santa Misa, Cena del Señor y Sacrificio de la Cruz son un mismo Sacrificio. “Con la Santa Misa se tributa a Dios más honor y reverencia que pueden tributarle todos los ángeles y santos del Cielo. Puesto que el de éstos, es un honor de criaturas, mas en la Santa Misa se le ofrece su mismo Hijo Jesucristo, que le tributa un Honor Infinito”(San Alfonso Mª de Ligorio).
Durante la celebración de la Santa Misa, en la consagración, te arrodillas en medio de una multitud de ángeles, arcángeles y querubines, que están presentes en torno del altar. Santa Teresa de Jesús suplicaba un día al Señor que le indicara como podría reparar sus ofensas y
pagarle los dones que le había concedido. Jesús le contestó: “Oyendo una Misa”. El santo cura de Ars, san Juan María Vianney decía: “Todas las buenas obras del mundo reunidas, no equivalen al Santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras que la Misa es obra de Dios. En la Misa, es el mismo Jesucristo Dios y Hombre Verdadero el que se ofrece al Padre para remisión de los pecados de todos los hombres y al mismo tiempo le rinde un Honor infinito”.
Ningún día sin participar devota y fervorosa en la Santa Misa. Para adorar a Dios Padre y darle el honor que se merece; para darle gracias por tantos favores naturales y sobrenaturales que nos ha concedido en nuestra vida; para aplacar su justa ira y por tantos pecados cometidos por los hombres y las mujeres; para implorar su misericordia divina para todos los habitantes del mundo; para llenar el Cielo de almas y hacer más gloriosa la pasión de Cristo.
P.Manuel Martínez Cano mCR
27 miércoles Feb 2013
Posted in Uncategorized
Etiquetas
12-13, actitud de Fe, adhesión, Apolo, Atenas, ídolos, benedicto XVI, caridad, Cefas, Cfr.1, Co 1, confianza, Cristo, cultura de Europa, demasiado, demoníaca, diez, dignidad del hombre, divina, edención, Espíritu de Dios, espíritu santo, esperanza, fe, futuro Romano Pontífice, griegos, ideología, Iglesia, Israel, Jerusalén, laicismo, mediaciones humanas, obra de Dios, Pablo, Papa, pastoral de la inteligencia, pensamiento jurídico romano, perlas, políticar, próximo, primer lugar, quinielas, razón, razón filosófica, reflexiones luminosas, Roma, san pablo
Desde ahora nos adherimos plenamente a quien vaya a ser elegido como próximo Papa, aún sin saber su nombre, su
procedencia u otras circunstancias. Os pido que ya recéis por él, que nos unamos todos en la oración por el futuro Romano Pontífice: Se trata de una actitud de fe, sabiendo que el Espíritu de Dios nos conduce a través de las mediaciones humanas, e incluso por encima de ellas. En medio de tantas quinielas y de comentarios ‘politizantes’ ajenos a la vida de la Iglesia, nuestra confianza en el Espíritu Santo nos preserva de los peligros a los que alude San Pablo ya en el siglo primero de la Iglesia: «Y os digo esto porque cada cual anda diciendo: «yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo». ¿Acaso está divido Cristo?.» (Cfr. 1 Co 1, 12-13). Me permito insistir: la adhesión de los católicos al Papa es previa a haberle conocido, porque es una adhesión en la fe, en la esperanza y en la caridad.
Como todavía estamos a tiempo de recibir de Benedicto XVI su gran legado, quisiera concluir con una selección de diez ‘perlas’, diez reflexiones luminosas ofrecidas por el todavía Papa, en el ejercicio de lo que muchos han calificado como una «pastoral de la inteligencia»:
• «Donde Dios no ocupa el primer lugar, corre peligro la dignidad del hombre».
• «Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos».
• «Una fe que nosotros mismos podemos determinar, no es en absoluto una fe».
• «La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana».
• «Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca».
• «El laicismo se está convirtiendo en una ideología autoritaria e intolerante».
• «No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor».
• «Hay quien afirma que el respeto a la libertad del individuo hace que sea erróneo buscar la verdad. Pero, ¿qué objeto tiene entonces la libertad?».
• «Las cuentas sobre el hombre, sin Dios, no cuadran; y las cuentas del universo, sin Dios, tampoco cuadran».
• «La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico romano».
+ José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián
27 miércoles Feb 2013
Posted in Uncategorized
Etiquetas
animal racional, aristóteles, Buda, campos de concentración, César Franck, cristianismo, cuestiones fundamentales, de dónde venimos, definición, Descartes, Dios, Ernest Hemingway, espíritu santo, evangelio, existencialista, gracia santificante, hombre, Jean Paul Sartre, jesucristo, Life, marxismo, músico, objetivo, platón, redimido, Verdad, yo soy el que soy
Primera Parte
1. EL PRIMER PROBLEMA
1 -¿ Qué es el hombre?
Hacemos nuestra la respuesta de Aristóteles: «El hombre, animal racional.» Y esta definición, iluminada por el cristianismo, nos lleva a conocer que el hombre. animal racional, ha sido redimido por Jesucristo, llamado a la unión divina por la gracia santificante y destinado a gozar de Dios eternamente.
2 -¿Admiten todos esta definición del hombre?
No, para algunos el hombre continúa siendo un extraño, un desconocido, un absurdo. Son las falsas filosofías que sintetizamos de esta manera: para Platón, el hombre es sólo una apariencia sensible, en contínuo itinerario hacia las ideas eternas. Para Descartes, el alma convive con el cuerpo como un espíritu que utiliza el cuerpo, al estilo de una herramienta, de una máquina. Entonces el hombre se divide en un dualismo que provoca en unos el subjetivismo y en otros el materialismo. Para el marxismo, el hombre es mera materia y lo único importante es lo temporal y lo económico. Para el existencialista, sólo la desesperación y la náusea trágicamente se combinan en el vivir, tras las guerras y campos de concentración de los tiempos modernos. Para el Evangelio, a la luz de la fe, el hombre es la síntesis de todos los valores materiales y espirituales, y tiene en Cristo, verdadero Dios y Hombre, su verdad, su camino y su vida. Y así el hombre queda unido a Dios y a los demás, dentro del plan providencial.
3 -¿Qué es lo más importante para el hombre?
Sencillamente, encontrar la verdad. ¿Cómo se encuentra la verdad? Aceptando la realidad de las cosas. Cuando se ajusta nuestro pensamiento a lo que existe fuera de nosotros, entonces encontramos lo que efectivamente existe. La verdad no son imaginaciones, cosas ficticias. La verdad nos hace experimentar lo que decía el músico César Franck, ponderando una melodía suya: «No la he hecho, ni escrito. La he encontrado».
4 -¿Cuáles son las cuestiones fundamentales para todo hombre?
Para todo hombre, de la época, cultura, clase, situación, edad que sean, hay tres preguntas sin las cuales todo se convierte en un callejón sin salida al no contestarlas debidamente: ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Por qué vivo? Es tremendo que Buda pudiera decir: «No logré mi objetivo». Que Jean Paul Sartre, en «Life», declarara: «Desde hace más o menos diez años he despertado de un largo, amargo y dulce sueño. Veo claramente y con plena sobriedad la realidad y no sé qué hacer con mi vida. He pisoteado y desechado al Espíritu Santo, sólo me queda el coraje de un desesperado». Que Ernest Hemingway confesara: «Mi vida se ha convertido en una senda oscura que no conduce a ninguna parte, siempre la nada y el vacío; una vida oscura y sin meta alguna. Un vacío sin fin». Que Miguel de Unamuno proclamara: «No me someto a la razón y me rebelo contra ella». De ahí que todo hombre ha de plantearse y resolver las tres preguntas más importantes de nuestra existencia y de nuestra eternidad.
5 -¿Podemos conocer de dónde venimos?
Tenemos la razón. Y, sobre todo, la fe. La razón, rectamente utilizada, nos lleva a Dios. Y la fe amplía, certifica y nos ilumina con certeza imbatible acerca de esas grandes verdades. La existencia de Dios es una conclusión lógica del examen de todo lo que nos rodea y conocemos. Del efecto a la causa, de lo visible a lo invisible, de lo mutable a lo inmutable, de lo contingente al Ser necesario, son pasos que lógicamente se alcanzan cuando funciona la inteligencia honradamente. Y entonces se llega a captar, por la fe, la propia definición dada por Dios sobre su Ser y Existencia: «yo soy el que soy». Esto, es un raciocinio contundente, pues el hombre contempla todos los movimientos de la naturaleza, de su propio interior, y esto exige la existencia del primer Ser. Entonces, el cosmos, que es limitado y finito, nos hace volar hasta la claridad de Dios, Acto puro, cuyo Pensamiento, Amor y Acción, se funden en la Trinidad, a cuyo misterio de felicidad inagotable estamos llamados. Como dice Santo Tomás de Aquino: «La visión de la Trinidad: he aquí el fruto sabroso y fin de toda la vida humana».