Contracorriente

~ Blog del P. Manuel Martínez Cano, mCR

Contracorriente

Archivos diarios: 16 octubre, 2013

Lo único importante

16 miércoles Oct 2013

Posted by manuelmartinezcano in P. Manuel Martínez Cano, Uncategorized

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amabilidad, ángel de la luz, conocimiento de Cristo, diablo, estudiar, Filipenses, formarnos, ganar a Cristo, humildad, Imitación de Cristo, jesús, la verdad y la vida, la vida es una mala noche en una mala posada, luz del mundo, meta del cristiano, sal de la tierra, san ignacio de loyola, san juan de la cruz, san pablo, santa teresa de jesús, santidad, Santo Padre Francisco, servir a Cristo, yo soy el camino

San Pablo dice a los Filipenses: “Todo lo tengo por pérdida a causa del sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor; por cuyo amor todo lo sacrifiqué y lo tengo por basura, con tal de ganar a Cristo” (Fil. 3,8). Conocer, amar y Christus Vincit, Christus Regnat, Christus Imperat[15]servir a Cristo, esa es la meta del cristiano, la santidad. El mismo Señor lo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Es Verdad que debemos estudiar y saber nuestra fe, formarnos bien en el dogma, la moral, la historia de la Iglesia, etc. Pero teniendo muy presente lo que dice la Imitación de Cristo: “el día del juicio no nos preguntarán que leímos, sino qué hicimos; ni cuán bien hablamos, sino cuán honestamente  vivimos”. San Juan de la Cruz lo dice con estas palabras: “Al atardecer de la vida, seremos juzgados en el amor”.

Cristo nos dice que debemos ser sal de la tierra y luz del mundo. Y el Santo Padre Francisco, nos ha dicho que: “donde está Jesús hay humildad, amabilidad y amor”. Los discípulos del Señor tenemos que ser humildes y amables con el prójimo; tenemos que transmitir la luz de Cristo a este mundo donde reinan las tinieblas, ser testimonios vivos de Cristo. No basta con saber la doctrina evangélica, porque “se puede conocer todo, se puede tener ciencia de todo y de esta luz sobre las cosas. Pero la luz de Jesús es otra cosa” (Papa Francisco). Es la luz de la verdad, el amor, la misericordia… la luz divina.

El Papa nos advierte que “el diablo muchas veces viene disfrazado de ángel de la luz: a él le gusta imitar a Jesús y se simula bueno, nos habla tranquilamente como ha hablado a Jesús después del ayuno en el desierto”. Para no ser engañados por el diablo, viviremos siempre en compañía de la Virgen María. Ella aplasta la cabeza de Satanás y protege a sus hijos bajo su manto maternal.

San Ignacio de Loyola nos recuerda que hemos sido creados para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y mediante esto salvar el alma. Salvar eternamente nuestra alma y muchas más. Es lo único importante. A los setenta y dos discípulos que vuelven a Jesús llenos de alegría, diciéndole: “Hasta los demonios se nos sometían en Tu nombre” El Señor les dice: “No os alegréis de que los espíritus os estén sometidos; alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Alegrémonos, porque esta vida temporal es “una mala noche en una mala posada”, como decía santa Teresa de Jesús. Lo único importante es la vida de eterna felicidad del Cielo.

                                                                                                              P. Manuel Martínez Cano, mCR

Página para meditar: amor al Papa

16 miércoles Oct 2013

Posted by manuelmartinezcano in Padre Alba, Uncategorized

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amor al Papa, masonería, Papa Pío XI, Santo Padre, terrorismo rojo

P.albacena
Cuéntase del Papa Pío XI la siguiente anécdota. Una señora norteamericana riquísima, de paso por Roma, quería visitarlo todo. Hasta los lugares más secretos de la ciudad Eterna había recorrido. Asistió a gran número de ceremonias y al fin consiguió una audiencia con el Santo Padre.

Pío XI la acogió benévolamente Y acabó por decirle si podía hacer algo en su favor.

La norteamericana llena de entusiasmo al oír la proposición del Papa le contestó: «Santo Padre, lo he visitado todo. Sólo me falta una cosa, ver un cónclave, un auténtico cónclave». Aquella salida llenó de hilaridad al Papa y a todos los asistentes. La buena señora pedía cuanto antes la muerte del Papa para presenciar un cónclave…

Esta pobre señora no deseaba en manera alguna que falleciera el Papa. Se despidió de él prometiéndole rogaría por su salud. Pero hay sin embargo una poderosa conspiración masónica, liberal y de los servicios secretos del comunismo internacional para acabar con la vida del Santo Padre. Se han dado más intentos. El más dramático y que estuvo a punto de costarle la vida, en la misma Plaza de S. Pedro el pasado 13 de Mayo.

La asociación que peregrinó a Roma debe distinguirse por su amor particular al Papa. Rogar cada día por él. Tenerle bien presente en el rezo del Rosario y en la Santa Misa.

Después de la primera sorpresa, ante la elección del Papa, sus enemigos han dejado transcurrir un tiempo de disimulo. Ahora ya ha comenzado el ataque contra su persona: la acción discreta de las sectas y del terrorismo rojo, y la acción ideológica y panfletaria. El caso de tantos jesuitas como le atacan es bien manifiesto. Ante el deseo del Papa de reformar la Compañía de Jesús conforme a su fundador, se ha levantado un movimiento convergente de escritos, declaraciones, manifestaciones públicas en la que se intenta frenar y desvirtuar los deseos del Papa.

Hoy más que nunca, oremos por el Papa y pidámosle a la Virgen María, que sea él, el Santo Padre prometido que salve a la Iglesia de la gran tribulación, de esta segunda parte del siglo XX.

Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 56, febrero de 1982

Personajes extranjeros y Franco

16 miércoles Oct 2013

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

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Arnold Toynbee, centinela de occidente, Churchill, duque de Windsor, Eisenhower, espalda más limpia de Europa, León Degrelle, Patria, Pétain, Prat de Nantovillet

En términos que debemos agradecer, vale la pena citar los testimonios de Eisenhower, Pétain, Churchill, León Degrelle, Arnold Toynbee y el duque de Windsor.

El general Eisenhower dijo: «El mejor recuerdo que guardo de mi viaje a España en el año 1957 es el abrazo sincero del hombre que es el centinela de Occidente y que llevó el peso de esa responsabilidad hasta las últimas consecuencias».

El mariscal Pétain: «Este hombre ha nacido general. Franco es la espada más limpia de Europa».

Winston Churchill: «Franco tiene razón porque ama a su Patria, pensó siempre en España y en los intereses españoles. España es ahora más próspera. Ha conseguido la unidad y, sobre todo, la paz, ya que no involucró al país en ninguna guerra en los últimos cuarenta años, lo que no es un pequeño logro. Franco defiende, además, a Europa del peligro comunista».

León Degrelle: «El día de mañana, Europa, liberada de sus complejos, agradecerá a Franco su magnífica aportación física; moral, económica y estratégica, en todo aquello que le es esencial para sobrevivir».

Arnold Toynbee: «Franco es el arquetipo en nuestros días de una personalidad que siempre ha triunfado». (Times Sunday Magazine, de 2 de octubre de 1959).

El duque de Windsor, en unas declaraciones al embajador Prat de Nantovillet, publicadas en el Boletín de la Fundación Nacional Francisco Franco, número de octubre/diciembre de 2009: «La victoria del Generalísimo Franco salvó no sólo a la Península Ibérica, sino a Europa Occidental del comunismo. Admiro y respeto muchísimo a Franco, tanto como militar que como sagaz e inteligente

La Encarnación

16 miércoles Oct 2013

Posted by manuelmartinezcano in Meditaciones de la Virgen, P. Manuel Martínez Cano, Uncategorized

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contemplación, Dios, divinas personas, Nazaret, san ignacio, voluntad

«El primer día y primera contemplación de la segunda semana es la Encarnación y contiene en sí la oración preparatoria, 3 preámbulos y 3 puntos y un coloquio» (San Ignacio).

La oración preparatoria es pedir gracia a Dios nuestro Señor, para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de Su Divina Majestad.

San Ignacio no usa la palabra «contemplación» en su sentido propio, místico, de una vista simple y afectuosa de Dios o de las cosas divinas, sino como sinónima de meditación visible.

El primer preámbulo es «recordar la historia de la cosa que tengo que contemplar; que es aquí cómo las tres personas divinas miraban toda la planicie o redondez de todo el mundo llena de hombres, y cómo viendo que todos descendían al infierno, se determina en la su eternidad que la segunda persona se haga hombre, para salvar el género humano, y así venida la plenitud de los tiempos, enviando al ángel san Gabriel a nuestra Señora».

La anunciación de Jesús.

En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

Y presentándose a ella, le dijo: Salve, llena de gracia, el Señor es contigo. Ella se turbó al oír estas palabras y discurría qué podría significar aquella salutación. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y Su reino no tendrá fin.

Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? El ángel le contestó y dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios.

E Isabel, tu parienta, también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el mes sexto de la que era estéril, porque nada hay imposible para Dios. Dijo María: He aquí a la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y se fue de ella el ángel.

El segundo preámbulo es composición, viendo el lugar: aquí será ver la grande capacidad y redondez del mundo, en la cual están tantas y tan diversas gentes; asimismo, después, particularmente la casa y aposentos de nuestra Señora, en la ciudad de Nazaret, en la provincia de Galilea.

El tercer preámbulo es pedir lo que quiero. Sera aquí pedir conocimiento interno del Señor, que por mi se ha hecho hombre para que más le ame y le siga.

El conocimiento interno de Jesús que debemos pedir, insistentemente, no es un conocimiento meramente intelectual o histórico. Es el conocimiento interno de la gracia, que penetra en lo más íntimo de nuestro corazón y, transformado en sentimiento y en acción, se convierte en obras concretas de amor a Dios y al prójimo.

«El primer punto es ver las personas, las unas y las otras y primero las de la haz de la Tierra, en tanta diversidad, así en trajes como en gestos: unos blancos y otros negros, unos en paz y otros en guerra, unos llorando y otros riendo, unos sanos, otros enfermos, unos nasciendo y otros muriendo, etc. 2°: ver y considerar las tres personas divinas como en el su solio real o trono de la su divina majestad, cómo miran toda la haz y redondez de la tierra y todas las gentes en tanta ceguedad, y cómo mueren y descienden al infierno. 3°: ver a nuestra Señora y al ángel que la saluda, y reflitir para sacar provecho de la tal vista.»

«El segundo punto es oír lo que hablan las personas sobre la haz de la Tierra y las personas divinas en el Cielo. El tercer punto es mirar lo que hacen las personas sobre la haz de la tierra, así como herir, matar ir al infierno; lo que hacen las tres divinas personas, obrando la santísima encarnación; y mirar a Nuestra Señora.»

Ver, oír, mirar: san Ignacio enseña a vivir la contemplación. No somos espectadores, sino actores. En la contemplación del nacimiento, nos dice el santo: «Haciéndome yo un pobrecito y esclavito indigno, mirándolos (a Jesús, la Virgen y san José)… como si presente me hallase… Para que más le ame y le siga.»

San Ignacio expone gráficamente la degradación a la que había llegado el género humano. Lujuria, latrocinio, idolatría,… todos los vicios. Verdaderamente el mundo estaba en manos del diablo. La corrupción de las ideas sobre Dios, la mujer, el niño, el esclavo, hasta del mismo pueblo de Dios era horrible. Así vivían y así morían. El hombre se envilece cuando se aparta de Dios. Hoy como ayer el hombre sin Dios se va asemejando más y más a la bestia de los enemigos de la cruz de Cristo, San Pablo diría a los Filipenses; «El término de esos será la perdición, su dios es el vientre, y la confusión será la gloria de los que solo aprecian las cosa terrenas» (3, 19).

Dice san Ignacio que las tres divinas personas, en su trono de la divina majestad, miran toda la haz y redondez de la tierra y todas las gentes en tanta ceguedad, y como mueren y desciende al infierno. El salmo 14, 1-3, dice; «Al maestro de coro de David dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Se han corrompido haciendo cosas abominables, no hay quien haga el bien. Se inclina Yahvé desde los cielos hacia los hijos de los hombres para ver si hay algún cuerdo que busque a Dios. Todos se han descarriado y a una se han corrompido, no hay quien haga el bien; no hay ni uno sólo». San Pablo le escribe lo mismo a los romanos (3, 10-12).

Bien castigó a la humanidad con el diluvio universal, porque «la tierra estaba toda corrompida ante Dios» (Gen. 6, 11). A Sodoma y Gomorra las arrasó por sus aberraciones sexuales con una lluvia de fuego y al pueblo de Israel lo castigó por una infidelidad con la cautividad.

Lo lógico sería un nuevo castigo de Dios, ante tanta corrupción e idolatría. Pero no fue así. Los caminos de Dios son inescrutables. Las tres divinas personas, movidas por su infinita misericordia, decretaron la redención del género humano. El Hijo se ofrece para reparar los pecados de los hombres y aplacar la justa ira de Dios Padre. Dios padre entrega a su Hijo por nuestro amor. «Cuando más abunda el pecado tanto más abunda la gracia» (Rom. 5,20). En el prólogo de su evangelio san Juan dice: «Al principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios… y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Jn. 1, 1-20).

En Nazaret, aldea ignorada de Galilea, vivía una niña hermosa, María, la llena de gracia, la Virgen santísima, la purísima, la Inmaculada. La Trinidad Santísima, que había decidido hacer redención, la miro complacida; las tres divinas personas la eligieron como Madre, Hija y Esposa. La pureza virginal de esta doncellita pobre, humilde y santa, arrancó de los cielos al mismo Hijo de Dios, para recibirlo en sus purísimas entrañas y hacerlo hijo suyo.

«He aquí la esclava del señor, hágase en mí según su palabra». Fiat. Ya se ha cumplido la promesa hecha por Dios a su pueblo hace más de setecientos años: «Una Virgen concebirá» y su hijo será Emmanuel, Dios con nosotros (Isaías 7, 14). En aquel instante la Virgen quedó hecha templo vivo del Hijo de Dios. Por la Encarnación Jesús se hace nuestro hermano, nuestro salvador, nuestro redentor, nuestro sumo sacerdote. Hay que llenar el corazón de agradecimiento por la infinita misericordia de Dios. Dios Padre entrega a Su Hijo por nuestro amor. El Hijo de Dios se hace hombre para arrebatar nuestros corazones. Amor con amor se paga. El Hijo de Dios se hizo hombre por mí. No lo olvidemos jamás.

Podemos empezar esta contemplación, enfocando la casita de Nazaret, y allí, absortos, ver el rostro de belleza celestial de nuestra madrecita. Si vemos su rostro pletórico de belleza y alegría, nuestros ojos se purificaran y no querrán mirar nunca nada que pueda manchar la pureza del alma.

En el coloquio podemos decirle a Dios Padre: «Hágase en mí según tu palabra». No según mi capricho, mi gusto, mis comodidades; ni según lo que diga el mundo, ¡Señor yo quiero cumplir siempre tu voluntad! ¡qué dignidad! ¡Hijo de Dios, hermano de Jesucristo, hijo de María santísima! Madrecita del alma querida, en mi pecho yo tengo para ti un altar.

P. Manuel Martínez Cano, mCR

 

Vida de san José XVII

16 miércoles Oct 2013

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

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ángel Gabriel, emblema, Emmanuel, lirio, nuevo testamento explicado, perfecta continencia, profeta Isaías, san agustín, San José, Virgen Maria, virginidad, voto de virginidad perpetua

Este texto encierra el mensaje traído por el ángel Gabriel de parte de Dios a la Virgen cuando estaba orando en la soledad de su casa, y de él deducimos:

1°. Que la Virgen estaba desposada con José (y sin duda habrían recibido la ceremonia complementaria de la promesa firme de matrimonio hecha en los desposorios, y por tanto estaban realmente casados), y 2º. que María tenía hecho voto de virginidad perpetua, y de él era sabedor su esposo José.

Esto es lo que nos revela la frase: «¿Cómo puede ser esto. pues no conozco varón?». Esta pregunta no tendría razón de ser en María si no tuviera hecho tal voto, y ambos esposos María y José no hubieran también hecho ya el propósito de vivir en perfecta continencia.

(Véase mi «Nuevo Testamento explicado»).

La Virgen María es aquella mujer dichosa de quien había hablado ochocientos años antes el profeta Isaías lleno de inspiración y sorpresa: «He aquí que una Virgen concebirá y dará a luz un hijo, que tendrá por nombre Emmanuel (7, 14). Será grande y le llamarán Hijo del Altísimo…» (Le. I, 32).

María es la primera que ofreció a Dios el don incomparable de su virginidad. Y no consintió a ser madre sino después de haberle prometido el ángel, de parte de Dios, que concebiría por obra del Espíritu Santo. Sólo entonces dijo: «He aquí la esclava del Señor, hágase según tu palabra» (Le. 1, 38)…

María, dice San Agustín era esposa de un hombre justo, que se había unido a ella. no para arrebatarle su virginidad, sino más bien para custodiarla. San José conocía el voto que María había hecho antes de casarse, y consintió en que lo observara. María no se casó sino con la condición formal de que había de permanecer virgen y guardar su voto.

 

San José vivió y murió virgen. Por esto le representan con un lirio en la mano, flor que es el emblema de la virginidad.

 

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“Espíritu Santo, infúndenos la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente”. Padre Santo Francisco.

"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. (Salmo 127, 1)"

Nuestro ideal: Salvar almas

Van al Cielo los que mueren en gracia de Dios; van al infierno los que mueren en pecado mortal

"Id al mundo entro y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado" Marcos 16, 15-16.

"Es necesario que los católicos españoles sepáis recobrar el vigor pleno del espíritu, la valentía de una fe vivida, la lucidez evangélica iluminada por el amor profundo al hombre hermano." San Juan Pablo II.

"No seguirás en el mal a la mayoría." Éxodo 23, 2.

"Odiad el mal los que amáis al Señor." Salmo 97, 10.

"Jamás cerraré mi boca ante una sociedad que rechaza el terrorismo y reclama el derecho de matar niños." Monseñor José Guerra Campos.

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