Contracorriente

~ Blog del P. Manuel Martínez Cano, mCR

Contracorriente

Archivos diarios: 27 agosto, 2015

Humanum Genus: la masonería 11

27 jueves Ago 2015

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ Deja un comentario

240px-Leo_XIII«Muchos obispos han interrogado a esta Congregación sobre la obligación y el sentido del Canon 2335 del Código de Derecho Canónico que prohibe a los católicos, bajo pena de excomunión, formar parte de la Franc-masonería o de otras asociaciones del mismo género.

Durante el largo examen que se ha hecho sobre esta cuestión, la Santa Sede ha consultado frecuentemente con las Conferencias Episcopales particularmente interesadas por este problema a fin de conocer mejor la naturaleza y la actividad de estas asociaciones, así como la opinión de los obispos.

Sin embargo, la gran diferencia de 1as respuestas que reflejan las diversas situaciones de cada país, no ha permitido a la Santa Sede cambiar la legislación general hasta ahora en vigor (excomunión). Esto permanece, pues, vigente hasta que sea publicado por la comisión competente, el nuevo derecho canónico».

(Carta de la Congregación de la Fe, dirigida por su prefecto, cardenal Seper, al cardenal Krol, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. 19-7-1974, Pontificado de Pablo VI).,

«En fecha 19 de julio de 1974 esta Congregación (de la Doctrina de la Fe) escribió a algunas congregaciones episcopales una carta reservada sobre la interpretación del Canon 2335 del Código de Derecho Canónico, que prohibe a los católicos, bajo pena de excomunión, inscribirse a las asociaciones masónicas y semejantes.

Puesto que esta carta, ya de dominio público, ha dado lugar a interpretaciones erróneas y tendenciosas, esta Congregación, sin querer prejuzgar las eventuales disposiciones del nuevo Código confirma y previsa lo siguiente:

1º La actual disciplina canónica no ha sido modificada en modo alguno y permanece en todo su vigor.

2º La excomunión no ha sido por tanto abrogada, como tampoco las otras penas previstas».

(17-2-1981, Pontificado de Juan Pablo II).

Después de seis años de diálogo con las logias masónicas, la Conferencia Episcopal Alemana, manifestó públicamente el 28 de abril de 1980: «La masonería no ha cambiado en su esencia, por lo que pertenecer a ella pone en cuestión los fundamentos de la existencia cristiana».

«No ha cambiado la opinión de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas, puesto que sus principios siempre fueron considerados irreconciliables con la doctrina de la Iglesia, y por ello sigue estando prohibido afiliarse a ellas. Los fieles que pertenezcan a las asociaciones masónicas están en pecado grave y no pueden tener acceso a la Santa Comunión».

(Congregación para la Doctrina de la Fe, 26-11-1983; Pontificado de Juan Pablo 11).

El día 23 de noviembre de 1983 entra en vigor el Nuevo Código de Derecho Canónico en el que no se menciona la masonería; sin embargo, el Canon 1374 sentencia: «Quien da su nombre a una asociación que maquina contra la Iglesia, sea castigado con justa pena; y el que promueve o dirige una de esas asociaciones, sea castigado con entredicho».

El cardenal Ratzinger, prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, manifestó que la omisión de la masonería en el Nuevo Derecho Canónico obedecía a criterios redaccionales en cuanto que la masonería estaba comprendida entre las asociaciones que maquinan contra la Iglesia: «Por tanto inmutable el juicio negativo de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas, dado que sus principios han sido siempre inconciliables con la doctrina de la Iglesia y por tanto la inscripción en las mismas sigue estando prohibida».

Históricamente, ¿tiene algún fundamento la opinión de los que creen que la masonería influye en los destinos de las naciones?

La enseñanza de la Iglesia reiterada y continuamente lo reafirma. Es mucha petulancia que alguien blasone de tener mejor documentación que la Santa Sede sobre estas materias. Incluso políticos no católicos lo confiesan. Disraeli, primer ministro inglés en 1844, decía: «El mundo está conducido por personajes muy diferentes de los que imaginan aquellos cuyos ojos no penetran en los entretelones». Rathenau, a la cabeza de la Rep6blica Alemana cuando la I Guerra Mundial, confesaba: «Los Estados, aun la Corona misma de Inglaterra, no son los dueños de sus destinos. Poderes que nos escapan maniobran, en mi país como en otras partes, intereses particulares y un ideal espantoso». El Boletín del Supremo Consejo del Grado, a raíz de la proclamación de la República en España, en 1931, saluda así al nuevo régimen: “La nueva República nace libre de todo pecado, y con la enorme fuerza de todas las virtudes civiles. Podemos decir que es la imagen perfecta, modelada por dulces manos, de nuestras doctrinas y principios. No es posible realizar una revolución política más perfectamente masónica que la Revolución española».

(Catecismo Social).

¿Ha influido la masonería en España desde 1936? Monseñor Zacarías de Vizcarra, obispo consiliario de la Acción Católica, escribió así: «Sabemos que la inmensa mayoría de los diputados que integraban el Parlamento del período anterior al Levantamiento Nacional eran, por confesión propia, hecha en sesión pública, masones… Como es notorio, antes de terminar el primer año de la guerra, la masonería internacional previó la derrota del bando rojo, y comenzó a preparar la manera de robar su victoria a la Cruzada nacional… En efecto, la masonería buscó astutamente entre los mismos combatientes de la zona antimarxista colaboradores peores que ella, en el sentido de que eran más eficaces que ella para realizar sus propósitos, maniobró hábilmente, con el pretexto de fomentar la unión y convivencia de todos los españoles… Personas prestigiosas y fidedignas que se encontraban en Salamanca, en 1937, pudieron leer y copiar las consignas de la masonería internacional, dictadas por entonces desde París y divulgadas secretamente entre los elementos masónicos emboscados en la zona nacional. Sus tres puntos principales eran: A) Trabajar primeramente para lograr un armisticio entre las dos Españas en1ucha… B) Cuidar de ir borrando el signo católico que ostentaba la España Nacional. C) Valerse de la táctica de exaltar en toda ocasión los valores intelectuales no católicos»

(Ecclesia”, 20-II-19594).

Mensajes de fe 48: el adiós de un suicida

27 jueves Ago 2015

Posted by manuelmartinezcano in Meditaciones de la Virgen, Mensajes de fe, Uncategorized

≈ Deja un comentario

Ha alcanzado una repercusión enorme en toda América la impresionante carta con que Miguel Ángel Quevedo, que fue director de «Bohemia», se ha despedido, de este mundo. La carta se presta a múltiples comentarios. Pero preferimos y estimulamos la personal reflexión de cada lector. Ciertamente los remordimientos pueden castigar y hacer sufrir terriblemente a la conciencia humana. Una prueba de ello lo es el texto que comentamos, dirigiéndose a su íntimo amigo, Ernesto Muntaner, director de «El Triunfo». suicidioMiguel Ángel Quevedo, con su actitud y la influencia del millón de ejemplares de su publicación, contribuyó eficazmente a la implantación del régimen de Fidel Castro en Cuba. Tras la experiencia y la realidad del castrismo, Miguel Ángel Quevedo sintió un tremendo «mea culpa». Y acabó con su vida, suicidándose. Pero antes, para la posteridad, estampó este incallable desahogo. Dijo Nietzsche que «todas las verdades que se callan se tornan venenosas». Para el que fue director de «Bohemia» se le trocaron en murallas insalvables para continuar viviendo… He aquí los párrafos sustanciales de esta póstuma confesión: «Sé que después de muerto lloverán sobre mi tumba montañas de inculpaciones. Que querrán presentarme como el «único culpable» de la desgracia de Cuba. Y yo no niego mis errores, ni mí culpabilidad; lo que sí niego es que yo fuera «el único culpable». Culpables fuimos todos en mayor o menor grado de responsabilidad. Culpables fuimos todos. Los periodistas que llenaban mi mesa de artículos demoledores arremetiendo contra todos los gobernantes. Buscadores de aplausos que, por satisfacer al morbo infecundo y brutal de las multitudes, por sentirse halagados por la aprobación de la plebe, vestían el odioso uniforme de «oposicionistas sistemáticos». Uniforme que no se quitaban nunca. No importa quién fuera el presidente. Ni las cosas buenas que estuviera realizando a favor de Cuba. Había que atacarlo. Y había que destruirlo. El mismo pueblo que los elegía, pedía a gritos sus cabezas en la plaza pública. El pueblo también fue culpable. El pueblo que quería a Guiteras. El pueblo que quería a Chivás. El pueblo que aplaudía a Pardo Liada. El pueblo que compraba la revista «Bohemia», porque «Bohemia» era el vocero de ese pueblo. El pueblo que acompañó a Fidel desde Oriente hasta el campamento de Columbia.

Fidel no es más que la resultante del estallido de la demagogia y de la insensatez. Todos contribuimos a crearlo. Y, todos, por resentidos, por demagogos, por estúpidos, o por malvados, somos culpables de que llegara al poder. Los periodistas que conociendo la hoja penal de Fidel, su participación en el bogotazo comunista, el asesinato de Manolo Castro y su conducta gangsteril en la Universidad de La Habana, pedíamos una amnistía para él y para sus cómplices en el asalto al Cuartel de Moneada, cuando se encontraba en prisión. Fue culpable el Congreso que aprobó la Ley de Amnistía. Y los comentarios de radio y televisión que la colmaron de elogios. Y la chusma que la aplaudió delirantemente en las graderías del Congreso de la República. «Bohemia» no es más que un eco de la calle. Aquella calle contaminada por el odio que aplaudió a «Bohemia» cuando «Bohemia» inventó los «veinte mil muertos». Invención diabólica del dipsómano Enriquito de la Osa que sabía que «Bohemia» era un eco de la calle pero que también la calle se hacía eco de lo que publicaba «Bohemia».

Fueron culpables los millonarios que llenaron de dinero a Fidel para que derribara al régimen. Los militares traidores que se lo vendieron al barbudo criminal. Y los que se ocupaban más del contrabando y del robo que de las acciones militares de la Sierra Maestra. Fueron culpables los curas de sotana roja que mandaban a los jóvenes a la Sierra a servir a Castro, y sus guerrilleros. Y el clero, oficialmente, que respaldaba la revolución comunista con aquellas pastorales encendidas conminando al Gobierno a entregar el poder. Fue culpable Estados Unidos de América que se incautó de las armas destinadas a las Fuerzas Armadas de Cuba en su lucha contra los guerrilleros.

Y fue culpable el State Department que respaldó la conjura internacional dirigida por los comunistas para adueñarse de Cuba. Fue culpable la mayoría de la prensa americana. En particular el vocero casi oficial de la Cancillería «The New York Times» que, con sus campañas, proyectó a Fidel como un héroe de leyenda. Fueron culpables Gobierno y oposición, cuando el diálogo cívico, por no ceder y llegar a un acuerdo decoroso, pacífico y patriótico. Y los infiltrados por Fidel en aquella gestión, para hacerla fracasar y sabotearla como lo hicieron. Fueron culpables los políticos abstencionistas que cerraron las puertas a todos los caminos electoralistas. Y los periódicos que como «Bohemia» les hicieron el juego a los abstencionistas, negándose a publicar nada relacionado con aquellas elecciones. Todos fuimos culpables. Todos. Por acción u omisión. Viejos y jóvenes. Ricos y ¡pobres. Blancos y negros. Honrados y ladrones. Virtuosos y pecadores. Claro que nos faltaba por aprender la lección increíble y amarga: que los más «virtuosos» y los más «honrados» eran los peores… Ojalá mi muerte sea fecunda. Y obligue a meditación. Para que los que queden aprendan la lección. Y los periódicos y los periodistas no vuelvan a decir jamás lo que las turbas incultas y desenfrenadas quieren que ellos digan. Para que la prensa no sea más un eco de la calle, sino un faro de orientación para esa propia calle. Para que los millonarios no den más dinero a quienes después los despojan de todo. Para que los anunciantes no llenen de poderío con sus anuncios a publicaciones tendenciosas, sembradoras de odio y de infamia, capaces de destruir hasta la integridad física y moral de una nación. Y para que el pueblo recapacite y repudie a esos voceros del odio, cuyos frutos hemos visto que no podían ser más amargos. Fuimos un pueblo cegado por el odio. Y todos caímos víctimas de esa ceguera. Nuestros pecados pesaron más que nuestras virtudes. Nos olvidamos de Núñez de Arce cuando dijo: Cuando un pueblo olvida sus virtudes, lleva en sus propios vicios su tirano. Adiós. Este es mi último adiós. Y diles a todos mis compatriotas que yo perdono con los brazos en cruz sobre mi pecho para que me perdonen el mal que yo he hecho. MIGUEL ÁNGEL QUEVEDO.»

Hasta aquí el documento que está dando la vuelta al mundo, con alaridos de acusación para muchos y de advertencia para no pocos. Nosotros dejamos al margen toda consideración discriminatoria. Simplemente, como cristianos, recordamos que el suicidio siempre es injustificable. Por negras que sean las responsabilidades personales, cuando se busca, siempre se alcanza la misericordia divina, aunque la historia humana condene y no pueda absolver. No obstante, queda constancia que la dureza abrumadora de la propia conciencia puede explicar, de alguna manera, para los que carecen de fe, decisiones trágicas e irreparables como la del infortunado director de «Bohemia», que rubricó su vida con la peor de las cobardías.

Dice Pablo VI: «EL VERDADERO DISCÍPULO DE CRISTO DEBE SER UN HOMBRE DE ORACIÓN. A través de ella se abre el Cielo, estableciéndose un diálogo de amor entre Dios y los hombres. ¡Cuánto mejor sería el mundo si todos los hombres supiesen orar bien!» San Juan Crisóstomo, traduciendo los sentimientos de la Iglesia afirmó: «NADA HAY MÁS PODEROSO QUE LA ORACIÓN. NO HAY NADA QUE SE LE PUEDA COMPARAR». Por esto, como mínimo, todo cristiano cada mañana y cada noche se acuerda de Dios intensamente durante unos minutos para que ilumine toda su jornada y REZA LAS TRES AVEMARÍAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN PARA PEDIRLE LA GRACIA DE LAS GRACIAS: LA SALVACIÓN ETERNA.

Obra Cultural
Laura, 4 – Barcelona-10

Meditación 60: papel de María en la vida pública

27 jueves Ago 2015

Posted by manuelmartinezcano in Meditaciones de la Virgen, Uncategorized

≈ Deja un comentario

Una vez pasada la escena de las bodas de Caná, la Santísima Virgen se oculta en el Evangelio y ya no aparece hasta el trágico desenlace de la vida de Cristo en su Pasión y muerte de Cruz… No obstante, pensemos lo que los evangelistas y nuestro corazón nos dice que haría la Virgen durante los tres años que duró la predicación de Jesús.

1º Unión en espíritu con su Hijo. -No se puede dudar que ante todo la vida de Ma­ría fue o continuó siendo de unión perfectísima con su Jesús.

Jesús-riendo-con-MaríaRepreséntate el momento de la separación… ¡Qué triste y qué resignada, Ma­ría hace con Jesús la última comida… Le prepara los vestidos…, las sandalias para el camino…, le acompaña un trecho largo…, pero ya Jesús no quiere que la siga más…; se abrazan los dos, y se separan…! ¡Qué dolor y qué amargura para Ma­ría!… ¡Qué soledad la de Nazaret…; la casa…, el taller…, la recordaban tantas cosas, y ahora ¡todo vacío!…, ¡todo en silencio!…, ¡todo entristecido! – -Sin embargo, María no se separa definitivamente de Jesús…; sin Él no sabe vivir…; le deja de ver y acompañar corporalmente, pero no espiritualmente. -En espíritu, Ma­ría estará día y noche donde está Él, sin acertar a pensar otra cosa más que en lo que Él hace…, lo que a Él le ocurre…, lo que Él se cansa…, sufre…, y trabaja… ¡Qué fuerza más grande la del amor!… Hace que no se separen las almas ni aun con la misma muerte… ¿Es así tu amor a Jesús?… ¿Imitas a Ma­ría en esta compenetración con Él?…

2º Cooperación a su obra apostólica. -Desde su retiro de Nazaret, Ma­ría cooperó Y muy activamente, al apostolado de Jesús. -Mientras Él predicaba y trabajaba y caminaba…, Ma­ría oraba…, y suplicaba… y sufría…, y con su oración y mortificación continua, ¡cuántas conversiones no conseguiría de las almas que escuchaban a su Hijo!… Si convirtió el agua en Vino por su intercesión ¿no serían también por su intercesión, muchos de sus milagros…, muchas de sus conversiones?

Es cierto que Jesús no necesitaba de las oraciones de su Madre para hacer fructificar su predicación…, pero quiso asociar a la Santísima Virgen y valerse de sus oraciones, para enseñarnos cómo la vida activa debe de ir acompañada de la contemplativa…, que muchos de los frutos que consiguen los predicadores de la verdad, no dependen tanto de sus palabras como de las oraciones quizá de almas ocultas, que sólo Dios sabe y conoce… ¡Qué hermoso apostolado! – Entusiásmate con él; no podrás predicar ni hacer maravillas…, ni obrar milagros, pero puedes, como Ma­ría, mortificarte en el silencio… orar…, suplicarle…, sufrir por las almas… y algún día conocerás el fruto de ese magnífico apostolado. -Mira tu modelo en la Santísima Virgen. – Verdaderamente que bajo este aspecto bien puede ser llamada «Reina de los Apóstoles».

3º Consuelos y sinsabores. – Toda esta parte de la vida de Ma­ría está llena de consuelos y de muy dolorosos sinsabores… Al fin, esa es la vida del hombre, un conjunto de penas y alegrías, de lágrimas y sonrisas…, más de aquéllas que de éstas…; así fue en Ma­ría. – Qué consuelos los suyos cuando oyera los prodigios que obraba Jesús…, cuando viera Ella misma a las muchedumbres seguirle…, escucharle…, aclamarle…; al conocer a los apóstoles y discípulos que le acompañaban… al tener noticias de sus triunfos sobre las almas pecadoras convirtiéndolas… de los escribas y fariseos confundiéndolos, etc.

En fin, qué consuelo cuando Ella misma le pudo escuchar algún sermón portentoso… y cuando cansado de su trabajo se retirara de cuando en cuando a su casita de Nazaret a descansar… Ella le limpiaría el sudor de su rostro…, le serviría la comida por sus mismas manos preparada tendría a solas sus ratitos de conversación santa espiritual., amorosa. – ¡Qué feliz se sentiría Ma­ría con aquel Hijo!…

Mas ¡ay!, ¿cuáles serían sus sinsabores y sobresaltos cuando supiera la envidia, la rabia de sus enemigos…, la perfidia en sus preguntas…, cómo le vigilaban y acechaban sin cesar…, cuando le arrojaron de la Sinagoga…, cuando le quisieron despeñar de lo alto de un precipicio…, cuando cogieron piedras para apedrearle?… ¿Cómo sufriría al conocer la dureza de aquellos corazones…, la malicia que encerraban…, la misma torpeza de los Apóstoles y discípulos que no acababan de conocerlo?…

4.° La voluntad de Dios. -Finalmente, fue una vida de cumplimiento exacto de esta voluntad. Sin esto, no hay santidad. -Recuerda las dos veces que Jesús habla de su Madre en la vida pública… Una, cuando le dicen que su Madre le llama, y responde: « ¿Quién es mi madre? Quien hace la voluntad de mi Padre, es mi madre…, mis hermanos y mis parientes.» Otra, cuando aquella mujer dice: «Bienaventurado el seno que te llevó»…, y Él responde: Más lo es quien oye la palabra de Dios y la sigue». Aprende esta lección. -Esto es lo único grande para Dios su misma Madre no lo sería, si no fuera por esto No bastaba que Ella le hubiera llevado en su seno…, ni le hubiera dado el ser que tenia…; era necesario que se distinguiera «en el cumplimiento exacto de la voluntad de Dios», por eso es grande…, dichosa…, bienaventurada.

Eso significan esas palabras…, eso te enseñan a ti. -No podrás imitar a Ma­ría en ser la Madre de Dios…, pero podrás y deberás imitarla en seguir fielmente la divina voluntad. -Pídela esta gracia: luz para conocer siempre la voluntad de Dios y no la tuya, y fuerza para seguirla sin vacilar…

Ildefonso Rodríguez Villar
Puntos breves de meditación
sobre la vida, virtudes y advocaciones litúrgica
de la Santísima Virgen María
26ª edición, Valladolid, 1965

Tratar con Dios y vencerse

27 jueves Ago 2015

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ Deja un comentario

padre canoEl Padre Santo Francisco nos ha avisado varías veces de las maquinaciones del demonio para perder a las almas; al mismo tiempo nos dice que quien ama a Dios no debe temer a nada. Vivir para Dios, amar a Dios con toda el alma y con todo el corazón. Hablar íntimamente con Dios, es la oración por la que las almas crecen en conocimiento y amor de Dios.

Cada santo tiene su manera de dialogar con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. En sus Ejercicios Espirituales, san Ignacio de Loyola enseña al ejercitante, desde la primera semana, a tener coloquios íntimos con la Virgen María, con Cristo y con el Padre. En esa intimidad, el ejercitante pide a Dios tres gracias: que sienta el desorden de sus operaciones para aborrecerlas, me enmiende y me ordene, y la tercera conocimiento del mundo para que aborreciéndolo aparte de mí las cosas mundanas y vanas.

Quiere san Ignacio que sintamos interno conocimiento de nuestros pecados y aborrecimiento de ellos porque ese conocimiento es necesario para vivir una vida espiritual sólida. San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia, no dice: “¿Pecaste y no temes? No has conocido a Dios. ¿Ofendiste a Dios y no temes? No has conocido Dios. ¿Ofendiste a Dios y no tienes el corazón partido de dolor? No has conocido a Dios.”

El Papa Francisco no se cansa de hablar del pecado. Sin embargo, no se oye predicar mucho esta verdad revelada por Dios. Una buena confesión pude ser el inicio de de nuestra santidad. La superficialidad y mundanidad que lo invade todo está matando la vida sobrenatural porque esta matando el sentido de Dios y del pecado. Pio XII decía: “El pecado de este siglo es la pérdida del sentido del pecado.” Y San Juan Pablo II: “El hombre contemporáneo experimenta la amenaza de una imposibilidad espiritual y hasta la muerte de la conciencia, y esta muerte es algo más profundo que el pecado: es la eliminación del sentido del pecado.”

Para ser santo es necesario pedir a Dios conocer el desorden de nuestras operaciones para que, aborreciéndolas, nos enmendemos y ordenemos nuestras vidas según la voluntad de Dios. Desordenado es todo lo que hacemos que no va dirigido a Dios directa o indirectamente. Es desordenado todo aquello que no agrada a nuestra bendita Madre, María Santísima. San Ignacio nos advierte, desde el principio, que los Ejercicios Espirituales son para vencerse a sí mismo y ordenar la vida sin determinarse por acción que desordenada sea. Obremos siempre con pureza de intención.

Debemos apartarnos de las cosas vanas y mundanas. El Papa ha dicho que el diablo quiere que la Iglesia “sea mundana, muy mundana.” Y la Iglesia somos todos los bautizados. Abandonar la mundanidad del lujo, la ostentación, las modas, las diversiones frívolas, el figurar, etc. Los cristianos amamos el mundo en cuanto es obra de Dios, pero lo despreciamos en cuanto está dominado por Satanás, príncipe de este mundo. Los hombres y mujeres democráticos, defensores del aborto provocado, desprecian la ley de Dios. San Juan de la Cruz nos recuerda a todos: “Algunos llegan a ser tan soberbios que son perores que el demonio”. Pidamos a la Reina de los ángeles que jamás cometamos un pecado.

San Ignacio dice que hagamos el examen de conciencia sobre las afecciones desordenadas durante un tiempo, y pidamos al Espíritu Santo que nos de la fortaleza para combatirlas. La Virgen María siempre está junto a sus hijos.

Manuel Martínez Cano, mCR.

Página para meditar 152

27 jueves Ago 2015

Posted by manuelmartinezcano in Padre Alba, Uncategorized

≈ Deja un comentario

palbaOs escribo estas letras desde Loyola, desde la Casa Santuario, pues aunque es verdad que las redacto ahora en mi despacho, las concebí en Loyola, meditando en aquel santo lugar, durante la reciente peregrinación para el Jubileo del Año Santo Ignaciano.

Es impresionante celebrar una Santa Misa, en la cámara en la que se reponía San Ignacio, hoy convertida en la Capilla de la conversión. Allí donde “se entregó a Dios !higo de Loyola” y donde se le apareció la Santísima Virgen María, para llamarle al servicio de su Santísimo Hijo. Allí contempló a la Virgen San Ignacio “claramente por espacio notable, con una consolación excesiva”, que le duró toda la vida. Esa capilla es uno de los lugares más santos de la Cristiandad, En aquella estancia, María “visitó” a su hijo convaleciente lñigo de Loyola. De aquella estancia, por la acción de María, nació el hombre nuevo, Ignacio de Loyola, Patriarca de la Iglesia de la Contrarreforma, y de los tiempos modernos. Con San Ignacio, recibirá la Santa Iglesia, no solamente una ayuda inapreciable para su restauración interior, la verdadera autorreforma, por la que respiraba lo más santo de la Cristiandad, sino que con San Ignacio se había de marcar la raya divisoria de la separación de la iglesia de la llamada “modernidad”, que no es otra cosa que la anti-cristiandad, hasta nuestros días.

Esa anticristiandad es el subjetivismo religioso, filosófico y moral, Es la religión humanista, autónoma, sin María. San Ignacio será la norma viva del apego a la Tradición, al magisterio tradicional de la Iglesia, y siempre de la mano de María.

En sus primeros pasos de la convalecencia, caminaba a la cercana ermita de Nuestra Señora de Olatz. Después caminará a Aránzazu. Después caminará a Montserrat. Caminará a Nuestra Señora de la Salud de Viladordis, en Manresa. Caminará a Nuestra Señora de los Mártires, donde nacerá la Compañía de Jesús, Y como premio a su caminar a la Virgen, se quedará con la Virgen del Camino, Nuestra Señora de la Estrada, que será su compañía en Roma, hasta su muerte, Sin la Santísima Virgen no se puede entender a San Ignacio, Es la Virgen María la que hace a San Ignacio el soldado y amigo fiel de su Hijo divino, Esa protección especialísima de María y ese amor distinguidísimo de San Ignacio hacia Elia, realiza la maravilla de ver que San Ignacio desde el momento de su conversión, no tiene ya la más mínima cesión con la “modernidad” y el espíritu mundano, disfrazado de la expresión ambigua de “modernidad”.

¿Somos lo suficiente amadores de María, como para vivir lejos de la modernidad?

¿A qué es debido que tantos cristianos, también de entre los nuestros, pese a haberlo oído tantas veces, se hacen sordos al llamamiento de la Virgen y siguen atados a la TV, a las modas inmodestas, a las costumbres mundanizantes?

Fallamos porque no está bastante María en todo ello. No somos ignacianos de la restauración católica; somos aficionados a que sean otros los decididos. Preferimos militar “moderadamente” en la atmósfera de la modernidad.

Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 152, junio de 1991

← Entradas anteriores
Entradas recientes →
agosto 2015
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31  
« Jul   Sep »

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Unión Seglar de San Antonio María Claret

P. José María Alba Cereceda, S.I.

palba2

Archivos

Categorías

  • Artículos (1.171)
  • Artículos – Contracorriente (919)
  • Carta Dominical (118)
  • Chispicas (266)
  • Cosicas (108)
  • De Hispanoamérica (1)
  • Dominicas (266)
  • El Coladero (1)
  • El nacimiento de la España moderna (75)
  • Francisco franco (176)
  • Guerra Campos (286)
  • Hemos leído (99)
  • Hispanoamérica. La verdad (192)
  • Historia de España (57)
  • Hitos (175)
  • Imagén – Contracorriente (132)
  • La Iglesia vive de la Eucaristia (22)
  • La voz de los santos (154)
  • Magisterio (38)
  • Meditaciones de la Virgen (174)
  • Mensajes de fe (214)
  • Miguicas (265)
  • Mojones (184)
  • Mostacicas (265)
  • Noticas (10)
  • Oraciones (391)
  • P. Manuel Martínez Cano (736)
  • Padre Alba (268)
  • Palabras de Dios (94)
  • Para pensar (27)
  • Pensamientos (99)
  • Pensar es sano (111)
  • Sabaticas (266)
  • Santos (111)
  • Semillicas (265)
  • Sintonía con la jerarquia (184)
  • Uncategorized (1.327)
  • Vida mixta (13)
  • Vida religiosa ayer, hoy y mañana (22)

Ejercicios Espirituales predicados por el P. Cano

Meditaciones y Pláticas del P. José María Alba Cereceda, S.I.

Varios volumenes de apóx. 370 páginas. Precio volumen: 10 €. Pedidos: hnopablolibros@gmail.com

Twitter Papa Francisco

Mis tuits

Twitter P. Cano

Mis tuits

“Espíritu Santo, infúndenos la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente”. Padre Santo Francisco.

"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. (Salmo 127, 1)"

Nuestro ideal: Salvar almas

Van al Cielo los que mueren en gracia de Dios; van al infierno los que mueren en pecado mortal

"Id al mundo entro y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado" Marcos 16, 15-16.

"Es necesario que los católicos españoles sepáis recobrar el vigor pleno del espíritu, la valentía de una fe vivida, la lucidez evangélica iluminada por el amor profundo al hombre hermano." San Juan Pablo II.

"No seguirás en el mal a la mayoría." Éxodo 23, 2.

"Odiad el mal los que amáis al Señor." Salmo 97, 10.

"Jamás cerraré mi boca ante una sociedad que rechaza el terrorismo y reclama el derecho de matar niños." Monseñor José Guerra Campos.

¡Por Cristo, por María y por España: más, más y más!

www.holyart.es

Blog de WordPress.com.

  • Suscribirse Suscrito
    • Contracorriente
    • Únete a otros 279 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Contracorriente
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...