Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 175, julio-agosto de 1993
La venida del Padre Santo a España, nos mueve a estas Consideraciones.
1ª La sobrenaturalización del Papa.- El Papa es el Vicario de Cristo en la tierra. Es Cristo en la tierra. Sucesor de San Pedro, a quien el Señor dio el poder supremo sobre todo hombre„ lengua, ciencia y dominio. En el Papa hemos de ver por encima de todo a Jesucristo. Ni porque sea muy bueno, ni muy sabio, ni muy humano, ni muy al gusto de los hombres, sino porque tiene las veces de Cristo, debe ser amado, reverenciado y seguido. Sin el Papa no hay Iglesia. Al acostumbrarnos verle en las pantallas de la TV., muchas gentes tienen la actitud de estar ante un gran personaje, un personaje muy importante, que Moviliza millones de hombres tras él, pero al fin y al cabo un gran personaje en la calle, en los estadios, en la escalerilla de los aviones. Al verle rodeado de cardenales y obispos colocados a su alrededor en actos multitudinarios, con la apariencia de ser el “primero entre iguales”, pueden olvidar algunos, que el Colegio de los Obispos, es el Colegio Apostólico, porque Jesucristo lo preside en su Vicario que es el Papa. Al verle saludado de pie, por políticos, intelectuales, periodistas, con fórmalas protocolarias, nos podemos mal acostumbrar a no doblar nuestro entendimiento y nuestras rodillas a Cristo en la persona de su Vicario. El Papa no es solamente el representante de Cristo, su embajador, su enviado, su delegado. Es eso y mucho más. “Sé me ha dado todo poder en el Cielo y en la tierra”. Así dijo el Señor. Ese poder de enseñar, regir y santificar se lo entregó a la Iglesia. De esa cabeza de la Iglesia, que es el Papa, viene a la Iglesia todo el poder de Cristo. Sumo Pontífice, Vicario de Cristo, Cristo en la tierra. Lo que a muchos por falta de fe no se les descubre, lo vio muy claro el guardia civil, que al bajar el Papa del helicóptero, le saludó corto a su Señor y se postró a continuación de rodillas para besar la mano del Papa.
Es hora de sobrenaturalizar al Papa, para ponerle de verdad en el sitio que debe ocupar en nuestro corazón junto a Cristo:
2ª El Papa habla, enseña, predica la doctrina cristiana. En ese fondo se proyecta con toda nitidez la gran crisis por la que Atraviesa la Iglesia. Crisis de fe, de moral, de espíritu sobrenatural, de vocaciones y de familia. Todas las demás crisis proceden de esa CRISIS con mayúsculas. El humo de Satanás qua entró en la Iglesia, es la sustitución de la fe sobrenatural, por la doctrina humana; la esperanza humana, la horizontalidad materialista humana.
El Papa es plenamente consciente de ello y nos predica el remedio de salvación. No hay salvación humana. Sólo hay un Salvador, que es Cristo Jesús. En Cristo Jesús, se salva también lo humano, que sin Él, está condenado al fracaso y a la destrucción del hombre mismo. Si la fe cristiana no impregna la vida familiar, la política, la moral pública, la educación de la juventud, es lógico que a un país mayoritariamente católico, se le imponga un sistema político ateo, Materialista, socialista y liberal. Eso lo sabe el Papa. Enseña a los españoles que hay que empezar la gran vuelta a la Sagrada Eucaristía, a la oración, al culto a los santos, a María. Hasta de una manera gráfica nos lo ha hecho ver: Santuarios marianos hasta el Rocío; oración antes de cada intervención suya; inauguración de una nueva catedral para Dios; Canonización de un nuevo santo, San Enrique de Ossó. Ese es el camino que nos señala el Papa. Si le seguimos no erraremos. Pe rodillas ante el Papa para oír su voz. ¡Qué hermosa lección la de don Antonio Borrull, padre del nuevo sacerdote Ignacio Borrull! Entre la fila de los comulgantes en el polideportivo sevillano, ¡el único que se postró de rodillas ante el Papa, para recibir la comunión! La cariñosa sonrisa del Papa pareció decirle: “Tú me has comprendido”. De rodillas ante Cristo y ante el Papa.
