El primero es la baja estatura: Zaqueo no conseguía ver al Maestro, porque era bajo. También nosotros podemos hoy caer en el peligro de quedarnos lejos de Jesús porque no nos sentimos a la altura, porque tenemos una baja consideración de nosotros mismos. Esta es una gran tentación, que no solo tiene que ver con la autoestima, sino que afecta también la fe. Porque la fe nos dice que somos “hijos de Dios, pues ¡lo somos!” (1 Jn 3, 1): hemos sido creados a su imagen; Jesús hizo suya nuestra humanidad y su corazón nunca se separará de nosotros; el Espíritu Santo quiere habitar en nosotros; estamos llamados a la alegría eterna con Dios. Sigue leyendo
Sintonía con la Jerarquía 41
06 jueves Oct 2016
Posted in Sintonía con la jerarquia


