El pedagogismo de género democratista es corrupción de almas y cuerpos de niños, adolescentes y jóvenes.
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Un joven que ha estado viviendo con una secta satánica nos ha dicho: Te convencen que tú único enemigo es Dios.
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Los que atacan a la Iglesia son unos miserables. Unos pobres diablos.
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Un buen amigo, ha dicho que lo del Nuevo Orden Mundial está organizado por el diablo.
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Una mundaneidad muy pegajosa es hablar, predicar o escribir como los mundanos.
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Vivamos el presente, con la certeza moral que viviremos eternamente felices con Dios en el cielo.
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Es tremendo. Pero lo estamos viendo: Muchos bautizados han perdido el sentido sobrenatural de la vida.
