Padre Martínez Cano, m.C.R.

En el pontificado de San Juan Pablo II pregunté a unos niños ¿Quién es la persona más importante en la Iglesia? Rotunda respuesta: El Papa

Sí. El Papa es muy importante. Es el Vicario de Cristo, el Sumo Pontífice, el Pastor universal, la Máxima autoridad… Pero

El más importante en la Iglesia es el más santo. La Iglesia la mantienen sobre sus hombros los santos y las santas. Un niño santo hace más por la Iglesia que millones de eclesiásticos y seglares no santos. Sed santos niños y niñas. La Iglesia necesita muchos santos.

*

En su carta a Tito, San Pablo dice que, a los que pervierten el Evangelio de Cristo, los: “Reprenda con severidad para que se mantengan sanos en la fe”.

Es palabra de Dios. Por tanto, severidad y misericordia no se contradicen. Se complementan. Nos evitaríamos mucho purgatorio si entendiéramos bien esto. La verdad ante todo. Con severidad y misericordia.

*

Santa Ángela de la Cruz, dice que los santos, cuando ven que Dios castiga al mundo, no pierden su paz: al contrario, se aumenta, de ver la gloria de Dios brillar en su justicia, como cuando la ven en su misericordia; y que cuando Dios castiga es misericordia.

Santa Ángela de la Cruz fue canonizada por San Juan Pablo II quien, dijo de sí mismo, que Dios le había designado para promover y difundir por todo el mundo la Misericordia Divina.

*

La gran mayoría de los teólogos proclaman rotundamente que la Virgen María es verdadera Corredentora de la humanidad.

La teología, la Tradición y Magisterio de la Iglesia lo acreditan.

Me quedo con esta cita del Padre Llamera: La Corredención es una función maternal, es decir, una actuación que le corresponde y ejerce María por su condición de madre. Es Corredentora por ser madre. Es madre Corredentora.