En el Azarbe tienes tu Iglesia,
encuentro de los hijos de Dios,
y a ellos das agua viva de gracia,
que es tu Hijo Jesús el Señor.
Eres luz, que ilumina la vida
por senderos de paz y de amor.
Eres fuente, que calma al sediento,
mitigando su pena y dolor.
Tú eres nuestra Patrona,
Azarbe de salvación,
fecunde de bien tu gracia
nuestro pobre corazón.
Te aclamamos, oh Madre y Señora.
Damos gracias por tu gran bondad.
Y a estos hijos, que cantan tus glorias,
danos parte en la eterna heredad.