El secreto de María
Como Ella es dondequiera la Virgen fecunda, en todas las almas en que vive hace brotar la pureza de corazón y de cuerpo, la pureza de intenciones y designios y la fecundidad de buenas obras. No creas, alma querida, que María, la más fecunda de las puras criaturas, la que llegó hasta el punto de producir un Dios, permanezca oculta en un alma fiel. Ella sin cesar hará vivir el alma para Jesucristo y hará vivir a Jesucristo en el alma. Filioli mei, quos iterum parturio donec formetur Christus in vobis (ad. Col. 19). Si, como lo fue al nacer en el mundo, es Jesucristo fruto de María en cada una de las almas; sin duda que en aquellas donde particularmente Ella habita es singularmente Jesucristo fruto y obra suya. (San Luis Mª Grignion de Montfort)
La mujer
Edith Stein
Por otro lado consiste en estar sujeta al hombre, el cual hace depender de su propia voluntad los modos y el ambiente en donde ella puede actuar, y nada garantiza que las disposiciones pendientes de su criterio sean razonables, porque ni su criterio ni su voluntad son infalibles. Así como la armonía entre los dos sexos ha sido dañada por el pecado, en el estado de naturaleza corrompida tanto del hombre como de la mujer, la sumisión de ella al hombre se ha convertido en motivo de una ardiente lucha sobre el problema de la actividad a la que ella puede dedicarse.
Peor que el tirano
No sólo. El líder populista no es el tirano. Puede ser incluso peor que el tirano si conduce el pueblo a la ruina. Pero, sin embargo, no persigue un interés propio. Pretende, más bien, servir a un “ideal”, un ideal erróneo y a menudo dañino, pero que es una finalidad trascendente de la propia persona. Por eso nos parece que el populismo es un fenómeno de la Modernidad, no un acontecimiento que se repite en la historia desde la antigüedad. No puede compartirse, por tanto, la tesis según la cual demagogia y populismo son una misma cosa con nombres distintos. (Danilo Castellano – VERBO)
Lucha contra la tentación
Algunos doctores dicen que la pureza virginal tal elevada de san Juan Bautista, que dicen que ni aun pecado venial tuvo contra ella, le vino de la visita de esta Señora que estuvo tres meses con santa Isabel. Aquella fue visita corporal y espiritual, dice san Ambrosio. Si de la primera visita se siguió tan grande bien que el niño quedó santificado y santa Isabel llena del Espíritu Santo, ¿qué sería del fruto y provecho de la presencia y conversación durante tanto tiempo?
San Juan de Ávila dice haber visto muchos efectos y provechos notables en personas molestadas de esta tentación por rezarle a la Virgen alguna cosa cada día en memoria de la limpieza virginal con que concibió y parió al Hijo de Dios.
En las tentaciones contra la castidad, la devoción a María Inmaculada es garantía infalible de victoria. (Jaime Solá Grané – La castidad, ayer y hoy)
El Estado moderno
La primera proposición del Syllabus de Pío IX contiene una admirable síntesis de todos los errores contemporáneos en esta su doble raíz spinoziana y hegeliana. La proposición condenada dice así: «No existe ningún poder divino supremo sapientísimo y providentísimo, distinto de la universalidad de las cosas, y Dios es idéntico con la naturaleza y, por lo mismo, sometido a cambio, y en realidad Dios se realiza en el hombre ven el mundo, y todas las cosas son Dios, y tienen la mismísima substancia de Dios, y una y la misma cosa es Dios y el mundo y, por consiguiente, el espíritu y la materia, la necesidad y la libertad, lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto”. (Miguel Ayuso – VERBO)
Democracia política y democratismo
La democracia política, entendida en el sentido de Aristóteles y Santo Tomás, y que la Iglesia como la filosofía consideran como una de las formas de gobierno posibles en derecho (e indicadas o contraindicadas, de hecho, según las condiciones y las formas históricas). El democratismo, o la democracia en el sentido de Rousseau, digamos el mito religioso de la democracia, que es algo muy diferente del régimen democrático legítimo. La democracia así entendida se confunde con el dogma del pueblo soberano, que unido al dogma de la voluntad general y de la ley expresión del número, constituye, al límite, el error del panteísmo político (la multitud: Dios). Son aceptables las definiciones primera y segunda de la democracia, aquí expuestas. Pero el católico no puede profesar la democracia rousseauniana, o sea la democracia que se basa en el sufragio universal inorgánico, que promulga una ley por la simple razón de la mayoría de votos y que proclama que la autoridad proviene de la soberanía popular. (Mn. José Ricart Torrens – Catecismo Social)
Homosexualidad y esperanza
Bieber: Los resultados terapéuticos de nuestro estudio justifican el optimismo. Muchos homosexuales llegaron a ser exclusivamente heterosexuales por el tratamiento psicoanalítico. Aunque esta modificación puede ser lograda con mayor facilidad por algunos que por otros, a nuestro parecer un cambio hacia le heterosexualidad es posible para todos los homosexuales que tienen una fuerte motivación de cambiar. (Asociación Médica Católica – AMCA)