Es un hecho de experiencia común que se dan con cierta frecuencia los abusos, las injusticias e inmoralidades, en la actividad profesional y en la vida política y social. Por ejemplo, en el mundo de los negocios, se hace sentir intensamente el divorcio entre moral y actividad empresarial o laboral: «el negocio es el negocio» –business is business-, dicen, y con ello quieren indicar que los principios de la moral cristiana son ajenos a las leyes científicas de la economía.
Una revista profesional norteamericana, Harvard Business Review, publicó hace unos años los resultados de una encuesta que había presentado a sus lectores y que habían contestado varios centenares de ejecutivos. Una de las preguntas era: «¿Qué prácticas, que usted considera inmorales, se aceptan en su empresa?». Las respuestas eran muchas y Sigue leyendo




