Pablo

Totalitarismo Satánico

La aprobación definitiva en Francia de la ley que penalizará a quien intente, a través de internet, disuadir a las mujeres de abortar es un nuevo signo de que el umbral del totalitarismo ha sido superado. Este umbral ha sido superado cuando el Estado no sólo permite el mal, sino que obliga a hacerlo y considera un crimen hacer el bien; cuando no sólo admite por ley desviaciones del derecho natural sino que las impone, obligando a un derecho innatural; y cuando se convierten en no negociables los principios contrarios a los no negociables. (Stefano Fontana)

Demonio y familia

A partir de ciertas experiencias que describe con detalle en su libro, se concluye que el demonio es un enemigo del matrimonio y la familia…

El demonio quiere destruir el plan de Dios, por eso ataca la familia. Hay una profecía de Sor Lucía, la vidente de Fátima, que dice que la batalla final entre Dios y el Diablo tendrá como campo de batalla el matrimonio y la familia. Hoy, esto está en su apogeo. (Portaluz –MERIDIANO CATÓLICO)

Transexualidad

¿Hasta qué punto es grave esta reivindicación de la transexualidad y un paso más en la corrupción de la juventud?

Ahora es la transexualidad, pero volvemos a lo mismo, ése no es el problema. El problema es querer vivir una existencia sin más límites que mi propia voluntad. Los catálogos de parafilias en psicología superan más de 200 tipificaciones.

Si está permitida la transexualidad, ¿por qué debemos considerar una patología que a alguien le guste que se le orinen encima, o que intente tener relaciones sexuales con árboles (dentrofilia)? ¿Dónde ponemos el límite? Ya no lo hay. (Javier Barraycoa – AVE MARÍA)

21  Pudor y castidad

Por supuesto, esta actitud es contraria a la enseñada por Cristo: “vosotros no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo, y por eso el mundo os aborrece”. (Jn 15, 19). San Pablo: “no os configuréis con este siglo, sino transformaos por la renovación de la mente, procurando conocer cuál es la voluntad de Dios, buena, grata, perfecta”. (Rm 12, 2). Habéis de ser “hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación mala y pervertida, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo, llevando en alto la Palabra de la vida”. (Flp 2, 15-16). Apliquemos estas normas fundamentales al tema del pudor en quien vive en el mundo secular. (José María Iraburu)

España

España tiene, al menos, tres glorias históricas. La mayor de ellas, sin duda, la ejemplar evangelización de América, la Hispanidad. La segunda, detener al Islam en el Mediterráneo oriental y en la propia península. Si no, hoy Europa sería musulmana. La tercera: detener a la reforma luterana (detención teórica y práctica); reforma que ha dado lugar al capitalismo rabioso vigente en Occidente, bajo la égida anglosajona. En efecto, el protestantismo llegó hasta donde llegaron las armas españolas. Por eso, afortunadamente, Europa Occidental tiene dos pulmones: el anglosajón, hoy dominante, y el latino (aquí sí estoy dispuesto a empelar el término, por su origen romano) formado por Portugal, España, Francia, Italia y Grecia. En definitiva, por la Europa mediterránea.

Lo que es tanto como decir que España ha sido tierra de María y la principal defensora del cristianismo romano. Y doña Ada no tiene muy claro qué es eso, pero no lo puede sufrir. Así que, de entrada, la Hispanidad es fascista. Palabra de Colau. (Eulogio López – HISPANIDAD)

Bioética

“Ninguna organización católica debe establecer políticas que afirmen positivamente la elección de cualquier comportamiento, hormonal o quirúrgico de pacientes, personal u otras personas atendidas por la organización. Además, ninguna organización católica de atención de la salud debe exigir a su personal que lleve a cabo, promueva, se refiera o coopere formalmente en procedimientos relacionados con la transición de género, especialmente las intervenciones quirúrgicas o hormonales», asegura el texto. Tampoco deben utilizarse los pronombres o identificadores específicos del sexo que sea contrario biológicamente a esa persona.

Los expertos en Bioética alertan de que la promoción de la «mutilación» en estos casos «es una injusticia para los individuos involucrados y crea un escándalo para la comunidad en general, en el sentido técnico de llevar a otros al pecado». (National Catholic Biothics Center)

 

 

 

La Ley natural

La ley natural es la misma ley eterna, participada por la criatura racional. La encíclica Veritatis splendor, recogiendo la doctrina de la encíclica Libertas (1888), enseña que “la ley natural es la misma ley eterna, ínsita en los seres dotados de razón, que los inclina al acto y al fin que les conviene; es la misma razón eterna del Creador y gobernador del universo”. La ley natural, por tanto, es participada por la razón, y por la razón, llega a las culturas, a las leyes, a las instituciones, y es transmitida como un conjunto de verdades, de preceptos, que todo el mundo lleva dentro, que todo el mundo conoce, no sin dificultad. Es lo que el filósofo J. Budziszewski, en su excelente libro del mismo nombre, llama «Lo que no podemos ignoras”. (Alonso Gracián – INFOCATÓLICA)