gonzalo-fernandez-de-la-moraGonzalo Fernández de la Mora
Revista Razón Española, nº 200, Noviembre-Diciembre 2016, pp. 258-303

Una elección. pública mínimamente realista casi nunca puede reducirse a un sí o a un no desde perspectivas homogéneas. La vida social es mucho más compleja, y casi siempre hay una pluralidad de posibilidades dadas y de distintos valores para jerarquizadas. Por ejemplo, el consejo de administración de unas bodegas puede elegir entre producir vino tinto, rosado, blanco, espumoso, seco, semiseco, dulce, de alta o de baja graduación, etcétera. Y son muy numerosas las combinaciones entre esas opciones. Y suele, además, acontecer que los consejeros tengan diferentes patrones de estimación, por ejemplo, rentabilidad, tradición, prestigio, etc. En su citado trabajó Arrow evaluó las fórmulas propuestas para racionalizar estas situaciones de doble pluralidad y, antes de exponer la propia, llegó a la conclusión de que «el método de la mayoría requerirá tales limitaciones… que no será aplicable a nuestro problema» (10).

Arrow influyó decisivamente en J. M. Buchanan, que también obtendría el premio Nobel y a quien se considera fundador de la Escuela de Elección Pública. Lo innovador de tan valioso movimiento intelectual es la aplicación de los métodos lógico-matemáticos de la economía al derecho constitucional. Buchanan, en su libro Democracy in deftcit (1977, trad. esp. 1984), afirmó que la Constitución no podía dejar al arbitrio de las mayorías parlamentarias cuestiones como el endeudamiento público. En The calculus of consent (1962, trad. esp. 1980), después en The limits of liberty (1975), más tarde en The power of tax (1980, trad. esp. 1987) y, luego, en The reason of rules (1985) extendió sus conclusiones al área institucional y formuló un nuevo teorema: «la política basada en la regla de la mayoría es, en el mejor de los casos, un mecanismo altamente imperfecto para asegurar la justicia distributiva» (11)

La Escuela, de la Elección Pública cuenta con figuras relevantes, como G. Tullock, W. A. Niskanen, y A. K. Sen, que han elaborado una severa crítica interna de la regla de las mayorías para adoptar decisiones políticas. El criterio de la mayoría, que nunca tuvo más explicación doctrinal que la suposición de que los más son los más fuertes y, por lo tanto, los menos deben rendirse sin lucha, ha sido ahora desmontada al demostrarse la imposibilidad de que funcione racionalmente.

  1. K. J. ARROW y H. RAYNAUD: Opciones sociales, trad. esp., Madrid, 1989, pág. 90.
  2. J. BUCHANAN y G. BRENNAN: The reason of rules, 1985, 8, 7, trad. esp., 1987, pág. 173.