El secreto de María
La quinta es llevar una cadenilla bendita al cuello, al brazo o al pie o a través del cuerpo. Esta práctica puede en absoluto omitirse, sin perjuicio de lo esencial de esta devoción; sin embargo, sería pernicioso despreciarla y condenarla y no sin daño descuidarla. He aquí las razones de llevar esta señal exterior. Para librarse de las funestas cadenas del pecado original y actual, que nos han tenido atados. Para honrar las sogas y ataduras amorosas con que nuestro Señor tuvo a bien ser atado para tornarnos Sigue leyendo
