El Párroco

Jesucristo, ten misericordia de nosotros.

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En el Cielo veremos a Dios. En la tierra creemos a Dios.

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Dios vela continuamente por nosotros. Quiere nuestro bien.

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Hay pecados y malas acciones que oscurecen la vista y corrompen el corazón.

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Quién no cree en Dios, imagina que sólo existe él, o que todo se ha hecho sólo.

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Se ven pocos rostros alegres y sonrientes: solteros, casados, eclesiásticos. Jesús quiere vernos contentos. Sonriamos

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No creemos por la evidencia las cosas divinas. Es nuestra voluntad la que acepta la fe que nunca contradice a la razón.

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La indiferencia que enseña San Ignacio de Loyola es identificarnos con la voluntad de Dios. Hacer siempre y en todo la voluntad de Dios.

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Hay una Sinagoga de Yahvé-Dios. Y otra sinagoga de Satanás. Está escrito en la Sagrada Escritura: «salieron de entre nosotros pero no eran de los nuestros».

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Las almas santas se ven llenas de miserias e impurezas. Están tan cerca de Dios que en verdad, así son. Lo que no ven es que Dios las está transformando con su hermosura divina.