Montserrat
Pedir por los demás
“1934 -1935. Víspera del Año Nuevo. Recibí el permiso de no acostarme, sino de orar en la capilla. Una de las hermanas me pidió ofrecer por ella una hora de adoración. Le contesté que sí y rogué por ella una hora entera. Durante la oración Dios me dio a conocer cuánto esta pequeña alma le era agradable. La segunda hora de la adoración la ofrecí por la conversión de los pecadores y, especialmente, estuve compensando a Dios por las ofensas del momento actual; ¡cuánto Dios es ofendido! La tercera hora la ofrecí según la intención de mi Padre espiritual, pedí con fervor la luz para él en un asunto particular. Por fin dieron las doce, la última hora del año; la terminé en nombre de la Santísima Trinidad y también en nombre de la Santísima Trinidad empecé la primera hora del Año Nuevo.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 355.
Relaciones
“¿Cuáles son las relaciones entre el católico y el ciudadano? Las mismas que median entre la Iglesia y el Estado. ¿Y cuáles son las que deben existir entre la Iglesia y el Estado? Las mismas que entre la razón y la fe. ¿Y cuáles son las que median entre la razón y la fe? La las mismas que entre el orden natural y el sobrenatural. Las órbitas de aplicación varían, pero el principio es idéntico: – o el católico es absorbido por el ciudadano. – o están separados e independientes el ciudadano y el católico. – o el ciudadano es absorbido por el católico. – o el ciudadano está unido al católico, pero unido a él y distinto.” Juan Vázquez de Mella, El Verbo de la Tradición, p. 74.
Carlismo y tradicionalismo
“El prof. Ayuso demuestra que el Carlismo es lo .que queda de la antigua cristiandad y lo que queda de la antigua España. El tercer punto es el Tradicionalismo hispánico, la continuidad histórica, sobre la que vela la dinastía legítima presentándose en el marco de una doctrina conocida como tradicionalismo. El Carlismo nunca fue una .ideología sobreimpuesta a la realidad, se trataba y se sigue tratando ante todo de personas que viven de acuerdo a una tradición, o sea a un orden recibido como herencia. Al comienzo el Carlismo fue una reacción espontánea contra cambios que ponían en peligro la continuidad de la sociedad, pero con el pasar del tiempo y los progresos de la revolución se volvió necesario explicar algunos puntos básicos. Empezando por la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo, basada en la unidad católica que debe ser respetada, explicando el estatuto jurídico de cada uno de los órganos sociales llamados fueros.” Ignacio Barreiro Carámbula, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, p. 556.
¡Olé, la política!
“Paqui Maqueda, vicepresidenta de la Asociación Andaluza de Memoria Histórica, celebrando el acuerdo: «Es una gran noticia saber que ese señor (Utrera Molina) ya no tiene la medalla de esta ciudad». Ese es el perfil intestinal y visceral de futuro que nos espera. Esa es la noticia que anhelaba el pueblo de Sevilla y Andalucía, con el 46% de su juventud en paro, la corrupción institucionalizada e impune, y las mayores cotas de delincuencia y marginalidad de España. ¡Olé, la política!” Jaime Alonso, Revista Razón Española, nº 196, Marzo-Abril 2016, p. 230.
Dar cuentas: misericordia y justica
“Menos teólogo que su amo, Sancho Panza no se recata sin embargo de proclamar su fe «firme y verdadera en Dios y en todo aquello que tiene y cree la santa Iglesia Católica Romana» (II, 8); y enseguida comprobamos que, aunque no sabe leer, ha debido escuchar a buenos predicadores, pues sabe que Dios Juzga los corazones» (II, 33), y que de las «palabras ociosas nos han de pedir cuentas en la otra vida» (II, 2ü)) […] en fin, sabe que no puede haber caridad sin verdad, como no puede haber misericordia sin justicia: por eso, cuando se apiada del morisco Ricote, antes nos deja claro que su mujer e hija ya son católicas, y aunque él no lo es del todo, tiene «más de cristiano que de moro» y ruega siempre a Dios le «abra los ojos del entendimiento» y le «dé a conocer como le tengo que sentir» (II, 54).” Juan Manuel de Prada, Revista Verbo, nº 547-548, agosto-septiembre-octubre 2016, p. 574.
Gobiernos católicos
“Tales Gobiernos pueden ser perfecta e íntegramente católicos. Como acepten sobre su propia soberanía la de Dios y reconozcan haberla recibido de Él, y se sujeten en su ejército al criterio inviolable de la ley cristiana, y den por indiscutible en sus Parlamentos todo lo definido, y reconozcan como base del derecho público la supremacía moral de la Iglesia y el absoluto derecho suyo en todo lo que es de su competencia; tales Gobiernos son verdaderamente católicos, y nada les puede echar en cara el más exigente ultramontismo, porque son verdaderamente ultramontanos. La historia nos ofrece repetidos ejemplos de poderosísimas repúblicas, fervorosísimas católicas. Ahí está la aristocrática de Venecia; ahí la mercantil de Génova y ciertos cantones suizos.” Félix Sarda y Salvany, El Liberalismo es pecado, p. 29.
Realismo de Castellano
“La primera gran característica de la filosofía moral de Castellano es su realismo. Este realismo se hace presente en toda su filosofía moral. Y no es por casualidad. Nuestro autor advierte que hay que velar para que así ocurra: «El católico no debe cultivar las utopías. La suya es una vocación realista, siempre que no se entienda el realismo como mera efectividad: Maquiavelo, por ejemplo, no es realista en sentido metafísico; es, al contrario, un racionalista y un convencionalista como tantos otros». ¿Qué se entiende por realismo? Tal como lo dice la misma palabra, se trata de una filosofía fundada en el ser de las cosas, que en este caso particular se trata del ser humano. «En lo que respecta al ser ·humano, la ley que rige el estatuto ontológico del hombre es regla también de su obrar libre».” José Luis Widow, Revista Verbo, nº 537-538, agosto-septiembre-octubre 2015, p. 598.