MANTENER LA UNIDAD
Hemos caminado juntos en momentos mucho más críticos que los actuales y los hemos superado siempre con voluntad integradora, con confianza y, sobre todo, con esa fe y amor a la Patria que nos hacía olvidarnos de todo para mantener a toda costa la unidad. Unidad que significa sentir la convicción de que nada trascendente nos separa, unidad en el propio convencimiento de que todo lo que es importante en la vida de un español o en la Historia de nuestro pueblo nos es vitalmente común. Una misma fe en los destinos de una Patria unida en la riqueza de su diversidad regional, en el afán de perfeccionamiento, sin necesidad de ayudas que no hemos pedido ni vamos a aceptar, de nuestro desarrollo político y en el afán de un desarrollo económico, cultural y, sobre todo, social, que asegure el bienestar de los españoles y afirme su decisión de superar cualquier tipo de tensión que atente contra su propia convivencia.
A vosotros, españoles de buena voluntad, me dirijo pidiendo vuestra Sigue leyendo
Los medios de comunicación están publicando gravísimas acusaciones contra miembros de la Jerarquía Católica, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos. Estamos en los tiempos denunciados por el Beato Pablo VI: «Tiempos de autodemolición de la Iglesia». Lenin dijo a los comunistas: ¡camaradas! a la Iglesia no la hemos podido destruir desde fuera, durante veinte siglos, penetremos en la Iglesia para destruirla.
Editora Nacional inicia, con este libro directo, una serie de publicaciones sobre temas religiosos y eclesiásticos de enorme actualidad en nuestro confuso mundo de hoy. Con este motivo, recordamos, una vez más, que no somos portavoces de grupo ni tendencia alguna, sino plata forma desde la que puedan expresarse, en noble contraste de pareceres, todas las ideas constructivas de los españoles sobre su presente, su pasado y su futuro. Al honrarse hoy con la publicación de las palabras de monseñor Guerra Campos, gran teólogo, gran dialéctico y gran español, Editora Nacional quiere anunciar que, con la misma fecha en que solicitó su colaboración a este
“El trabajo se juzga, no por su resultado, sino por su intención”.