Rosa
“Un hombre sin oración es un animal sin el uso de la razón”.
S. Felipe Neri
«La casa y la familia fundadas sin la bendición de Dios no pueden vivir en buena paz y armonía cristianas».
San Josep Manyanet
«O dadme mortificaciones o hacedme morir».
Beata María de los Ángeles Fontanella
«Servir al hombre en humildad, simplicidad, caridad por el solo amor a Dios».
Beato Carlos Steeb
«A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición».
San Juan de la Cruz
«Procurar agradar a Dios nuestro Señor y el juicio suyo; lo que únicamente vale es lo que seamos delante de nuestro Dios».
Santa Maravillas de Jesús
«¡Orad, obedeced y haceos santas!».
Beato Marco Antonio Durando
El Alzamiento Nacional tuvo desde los primeros momentos un carácter eminentemente popular y nacional, del que no podía privarle el que hubiera sido dirigido y encabezado por el Ejército, que cumplía así la voluntad de la nación y los sagrados deberes que, como salvaguardia de la Patria, le señalaba taxativamente su ley constitutiva, al establecer su misión de defensa en el interior y en el exterior.
«Tu corazón a Dios y tus manos al trabajo».
Es evidente que vivimos una época de «crisis de fe», influenciados por el ambiente «contaminado» que se respira en el orden espiritual, sin poner los medios necesarios para superarlo, que en este caso serían la reflexión y la meditación, para ver que las verdades fundamentales no cambian como las modas, y que hemos de ser consecuentes.
«Sea amable con los débiles, firme con los testarudos, duro con los orgullosos, humilde con los humildes».