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acogedora, alegre, cristiana, doctrina social de la ilesia, España, Historia de España, revolucion francesa, San Pedro de Alcántara, Satanás, trabajadora
Pedro: Me gustó mucho la cita que nuestra presidenta Magdalena, nos facilitó la semana pasada. El
desconocimiento actual de la verdadera historia de España, ha llegado al extremo de, que muy pocos, la conocen de verdad. Sobre todo los jóvenes, no saben nada y lo que les han enseñado en los colegios y universidades es un conjunto de mentiras y calumnias difundidas por Satanás, padre de la mentira. El diablo odia a España, porque: “Hemos enseñado a orar a la cristiandad entera. Cuando repite el Credo cristiano, ahí esta la huella del pensamiento español de Osio. Cuando murmura la Salve, la plegaria más amorosa, ahí está San Pedro de Mezonzo. Cuando reza amorosamente el Rosario, está la de Santo Domingo de Guzmán” (Vázquez de Mella)
Salomé: Mis padres me han dicho muchas veces que ellos vivieron en una España muy distinta, muy alegre, muy trabajadora, muy cristiana, muy acogedora… sin embargo, lo que yo veo en la universidad o en mi barrio es muy distinto. Hay una gran indiferencia hacia la religión, cuando no verdadero desprecio y odio. La corrupción moral sale de la política y salpica a muchas asociaciones materialistas y ateas. Y todo esto, en pocos años. Quien dirige esta campaña es el demonio.
Juan: Yo pienso lo mismo. La antigua sociedad cristiana, ha sido combatida por el espíritu revolucionario luciferino que destruye todas las realidades naturales que Dios ha establecido, que son los cuerpos intermedios de la sociedad, como la familia, el municipio, las instituciones. El objetivo luciferino revolucionario, es establecer una sociedad humana fundamentada en los principios anticristianos de la Revolución Francesa. Uno de esos principios es el igualitarismo, que la democracia contemporánea inocula en las mentes y los corazones de los ciudadanos. Todos tenemos la misma dignidad , pero no somos iguales.
Judit: En ese sentido, muchos católicos españoles, traicionando el juramento de defender las Leyes Fundamentales del régimen político de Franco, entregaron a España a sus peores enemigos. Lo primero que hicieron fue borrar de la Constitución española el nombre de Dios, en quien se apoyaba el régimen católico de Franco. Jesús López Medel, nos ha recordado que: “Fernández de la Mora, entreveía que el Régimen que provenía del 18 de julio, podía desarrollarse, hacia una democracia auténtica, sobre los pilares de familia, municipio y sindicatos”.
Los partidos políticos dinamitaron el Régimen Católico de Franco, para imponer el totalitarismo partitocrático.
Pablo: En el fondo de este grave problema está la perdida de la fe en muchos políticos sociológicamente católicos. Esta democracia idealizada, tiene unas leyes endiabladas y el Régimen de Franco, tenia leyes excelentes, católicas. La legislación es obra de los hombres que están en el poder y gobiernan la nación. En tiempo de Franco, los gobernantes eran católicos, hoy son agnósticos y ateos. Los llamados cristianos liberales son los que más daño hacen a España y a la Iglesia. El mito demócrata cristiano ha hundido a naciones tradicionalmente católicas en la corrupción y en el caos.
Rut: El análisis es verídico, pero nada de desánimo, que es la tentación diabólica más importante. No tenemos derecho a arrojar la toalla. Trabajemos intensamente para vertebrar una política, a largo plazo, basada en la Doctrina Social de la Iglesia. Es necesario formarse en el magisterio auténtico de la Iglesia, para llevar a la acción apostólica, la implantación de un régimen político católico. Esto es más importante que luchar contra el aborto y demás leyes antinaturales democráticas que imponen los gobiernos partitocráticos.
Mateo: San Pedro de Alcántara, le dijo al conde de Oropesa que, para convertir al mundo tenían que empezar ellos dos a ser santos. Y nosotros también; si queremos convertir este mundo de salvaje en humano y de humano en cristiano, tenemos que ser santos. La batalla por la instauración del Reinado Social de nuestro Señor Jesucristo, se inicia en nuestros corazones. Una de las principales causas por las que los católicos nos olvidamos del apostolado, es que el corazón está muy ocupado con las cosas materiales de este mundo. Es necesario que busquemos primero “el Reino de Dios y su justicia”. Lo demás se nos dará por añadidura.
Magdalena, Presidenta