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Pedro: La transición me cogió viviendo en una céntrica calle del ensanche de Barcelona: ¡Habla, pueblo, habla! Las octavillas volaban a miles por las calles, plazas, mercados… ¡vivan las libertades democráticas! Si, si, las libertades democráticas de perversión. La libertad, que quiera construir una civilización humana, debe estar unida a la verdad, separada de la verdad, la libertad destruye la armonía humana de la sociedad y crea un ambiente de corrupción y pecado.
Salomé: Es verdad, la corrupción económica actual, tiene su fundamento en la corrupción moral de que nada es verdad, ni bueno, por sí mismo. La fuente de la verdad y el bien es lo que diga la mayoría. La mayoría de los políticos viven de la mentira y la corrupción. El capitalismo salvaje es de una voracidad tal que no parece tener límites. Si Dios no existe, cada uno puede hacer lo que le de la real gana: Libertinaje.
Juan: Según los datos aportados por la oficina de estadística Euroestat, a mediados de 2012, España encabezaba la lista negra de desempleo con un 25%; Francia el 10%; Portugal 15,9%; Alemania 5,4%.
La media de paro juvenil en España supera el 52% siendo la media europea el 23%. Un excelente psicólogo me ha dicho que España no se ha hundido todavía en una revolución, porque el sentido de familia de los españoles está muy sano; unos familiares ayudan a otros que están en el paro. Es el sentido de familia que la Iglesia ha enseñado siempre.
Rut: Es evidente que el sistema democrático ha traído consigo una cartera de políticos mediocres e inoperantes. No hay líderes políticos que trabajen por el bien común de toda España. En este sentido las autonomías un despilfarro inconmensurable y fuente de problemas graves. El líder político debe tener unas virtudes humanas y morales que orienten su actividad social y política. Sí, tenemos líderes empresariales. Creo que deberían ser más generosos con sus beneficios para con los pobres, vía Cáritas u otras asociaciones benéficas de la Iglesia.
Mateo: En la revista Razón Española he leído que a juicio de Paul C. Martin “estamos condenados a que, cada tres por dos, los políticos lleven a los Estados a la ruina.” Lo estamos viendo.
Los políticos aumentan su riqueza personal, mientras los trabajadores van empobreciéndose cada día más. La clase política carece de credibilidad. El ciudadano español es plenamente consciente de las contradicciones en las que, día tras día, incurren los políticos.
María: Vuelvo a la familia. La familia española, sociológicamente cristiana, está aguantando la convivencia social que políticos irresponsables están destrozando. Pero la familia basada en vínculos de amor. La familia se seca por falta de amor cuando el marido, la esposa, o los hijos sólo piensan en sus derechos y no en la entrega común más allá de la justicia. Hay unos deberes sagrados que todos debemos cumplir. Los políticos también.
Magdalena Presidenta
Contracorriente 