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Judit: He oído muchas veces que la democracia o partidocracia, como dicen ahora, es el mal organizado, la mayor fuente de corrupción conocida en los últimos tiempos. El aborto democrático es el negocio más lucrativo para la casta dirigente de este capitalismo salvaje. La sangre de niños y niñas inocentes está amasando fortunas inmensas. Esto, sin Satanás no puede explicarse.
Pablo: Cada vez veo con más claridad que Franco ha hecho un bien inmenso a España. De la miseria de la postguerra elevó el nivel económico de los obreros a un estado nunca conocido en nuestra patria, ni antes ni después de su muerte. Hace falta un buen historiador que ponga en evidencia esa realidad histórica.
Salomé: Desde que en España hemos dejado de lado la Ley de Dios, los males se van multiplicando aceleradamente. Y no hay ni una sola razón para negar la existencia de Dios. Wernher Von Braun (1912-1977), constructor alemán-americano de los cohetes espaciales ha dicho que: “Por encima de todo está la gloria de Dios, que creó el gran universo, que el hombre y la ciencia van escudriñando e investigando día tras día en profunda adoración”.
Juan: Es verdad, de constituciones agnósticas y ateas no pueden salir buenas leyes, ni tan siquiera en el orden natural. La primera ley de la democracia es la ley del divorcio, para destrozar la familia. El matrimonio fue instituido por Dios y sólo la Iglesia tiene jurisdicción sobre el matrimonio.
María: Hace meses que estoy leyendo un libro sobre Franco, escrito por el historiador español de más proyección internacional, Luís Fernández Suárez. Él dice de la España de Franco que en vez de contribuir al Holocausto -vergüenza para muchos- y no solo del insensato Hitler, empleando sus medios diplomáticos, que a veces corrían peligro, salvó a muchas decenas de millares de judíos.
Santiago: Sin Dios el hombre se hace lobo para el hombre, impera la ley de la selva del más fuerte, como ocurre en nuestras democracias asesinas. Solo la Iglesia Católica enseña la igualdad esencial del género humano. Las personas somos iguales porque todos somos hijos de Dios. Esta doctrina fue la que hizo posible el fenómeno del mestizaje en Hispanoamérica. El mestizaje no se dio en el mundo anglosajón, en donde los indios fueron brutalmente exterminados por los colonizadores protestantes que se creían una especie de “pueblo elegido”.
Sara: Me has hecho recordar lo que Su Santidad Juan Pablo II dijo en varias ocasiones: “La obra evangelizadora de España es sin par”. Y en la homilía que pronunció en la Santa Misa, celebrada en la plaza de Colón de Madrid, el Papa dijo: “La fe cristiana y católica constituye la identidad del pueblo español, dije cuando peregriné a Santiago de Compostela”. “Conocer y profundizar el pasado de un pueblo es afianzar y enriquecer su propia identidad; no rompáis vuestras raíces cristianas”.
Juan: Las ideologías progresistas y democráticas han arrancado de cuajo las raíces cristianas de España y las antiguas naciones católicas. Solo veo una solución: que nosotros seamos católicos consecuentes porque España, hoy, somos los que queremos vivir en las santas tradiciones recibidas de nuestros mayores.
Magdalena, Presidenta

