Etiquetas

, , , , , , , ,

becerrodeoroLa alianza de Dios con los hombres se realizó en el monte Sinaí: Yahvé entregó a Moisés los diez mandamientos que debían cumplir todos los hijos del pueblo elegido, pero los israelitas ya se habían fabricado su propio dios: un becerro de oro. Desde aquel momento, el hombre no ha cesado de crearse nuevos dioses: política, moda, bienestar, comunismo, democracia, etc.

Nuevos dioses contemporáneos que degradan y corrompen a los propios hijos del único Dios verdadero. El Beato Juan Pablo II nos dijo: Con frecuencia estos  ídolos contemporáneos son de naturaleza sutil, están relacionados con el progreso del pensamiento, con el refinamiento en las tendencias humanas, con el estilo de una civilización que exalta un programa de vida, que prescinde de Dios, como si Él no existiera. Su Santidad Benedicto XVI nos está diciendo lo mismo: Amarás a Yahvé tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Es el primer mandamiento de Dios, que muchos cristianos han olvidado. Comentando estas divinas palabras, el Beato Juan Pablo II, dijo: de otra forma, tú hombre no te encontrarás a ti mismo ¡te perderás! El Papa que había vivido bajo la tiranía del dios comunismo y el dios nazismo, lo sabía muy bien. La historia nos enseña que el hombre sin Dios se bestializa: crea campos de exterminio, checas, crematorios, clínicas abortivas… el desprecio de la ley de Dios, lleva a la esclavitud y exterminio de los hombres.

El cumplimiento de la ley de Dios nos libera de nuestras miserias, la religión católica ni aliena ni esclaviza a los ciudadanos, como hacen los sistemas políticos ateos y agnósticos. La relación del hombre con Dios es gozosa, amorosa, íntima. Dios es nuestro Padre y todos los hijos de Dios somos hermanos. Nada hay más hermoso.

Los hombres y las naciones deben abandonar sus falsos dioses, sus ídolos, sus ideologías, sus constituciones agnósticas y ateas. Deben volver al único Dios verdadero, a la única Iglesia fundada por Cristo, la Iglesia católica. La Nueva Evangelización nos interpela. Hacen falta hombres y mujeres, niños y niñas que recen por la conversión de los pecadores. Hacen falta apóstoles que oportuna o inoportunamente, prediquen el Evangelio de Cristo con sus palabras y sus obras. El dios de este mundo, el diablo, pondrá muchos impedimentos ¡No importa! Nosotros y Cristo somos mayoría absoluta.

P.Manuel Martínez Cano, mCR

** CADA MIÉRCOLES, DÍA DE SAN JOSÉ, DIOS MEDIANTE, SON PUBLICADOS NUEVOS ARTÍCULOS **