El secreto de María
Notad además que de criado a esclavo hay mucha diferencia. El criado pide paga por sus servicios; el esclavo, no. El criado está libre para dejar a su señor cuando quiera, y no le sirve sino a plazos; el esclavo no puede dejarle sin faltar a la justicia, pues se le ha entregado para siempre. El criado nada a su señor derecho de vida y muerte sobre su persona; el esclavo se le entrega por completo, de suerte que su señor pudiera hacerle morir sin que la justicia le inquietara. (San Luis Mª Grignion de Montfort) Sigue leyendo




