En otra ocasión en la casa de un labrador del cortijo, su mujer tenía puesto en el vasar de la chimenea un jarrita de cerámica que me gustaba mucho, me subí a una silla y me lo llevé. Pero no me dio tiempo de disfrutar del jarrito… me entró enseguida tanto remordimiento de conciencia que quería devolverlo enseguida. Lo escondí detrás de unas matas de dompedros, hasta que vi salir a la dueña de la casa y pude colocarlo en su sitio. ¡Cuánto sufrí! ¡Qué bueno es Dios que no me dejaba ser mala, ni caprichosa! Porque siempre antes de acostarme he repasado en la presencia de Dios cómo ha ido el día, con estas oraciones y preguntas:
Gracias, Señor, por el día, que hoy acabo de vivir.
Perdona, Padre, si en algo me he alejado de Ti.
¿He rezado? ¿He obedecido en casa? ¿He ayudado a los demás? ¿He aprovechado las clases y los deberes? ¿Qué he hecho mal? ¿Qué podría haber hecho mejor?
La Predicación se intensifica, acercándose a todos los lugares de vida y trabajo. Se utilizan todas las emisoras radiofónicas de España; las propias de la Iglesia llegan a ser 47, red no igualada en Europa. Cerca de 700 revistas y boletines. Millones de folletos. Se editan unos 5.000 libros en los primeros veinte años; hacia 1975 salían unos 1.900 títulos al año, con unos 13.000.000 de ejemplares (9). Las Misiones populares reaniman la vida de fe de muchas comarcas. Se entregan a este ministerio más de 8.000 sacerdotes seculares y religiosos, y alcanzan a más de 3.000.000 de personas cada año (10).
San José, esposo de María, tú has conocido como nosotros la vida familiar. El amor mutuo te aproximaba naturalmente hacia Hijo de Dios que se tornó tu hijo. Y como nosotros, hiciste crecer tu amor en medio de las alegrías y de las dificultades.
*Satanás ofreció todo a Jesús, si postrado lo adoraba. La democracia también ofrece todo, hasta el infierno.