Padre Cano, m.C.R.
* En los tres primeros siglos, el culto a María estaba íntimamente unido con el culto a Jesucristo. Después del Concilio de Éfeso (431) en el que se reconoció solemnemente la maternidad divina de la Virgen, aumentó prodigiosamente el culto a María. La veneración a la Santísima Virgen llegó a su pleno desarrollo durante la Edad Media.
* Sin oración no hay aumento de amor a Dios.
* En las tentaciones despreciar al demonio tentador que, aunque es perro fiero, está encadenado.