Hace más de treinta años fui a suplir varios días a un profesor de religión. La sorpresa al ver una sotana fue jocosa y rotunda. Con toda la chulería del mundo, y más todavía, un adolescente me dijo: “la religión es mentira, Jesús no existió, y el mundo se ha hecho solo por la evolución”. ¡Impresionante! Nadie que esté en su sano juicio puede dudar de la existencia de Jesucristo. Y sólo un tontorrón puede decir que el mundo se ha hecho solo.
Jesucristo es un personaje histórico, que nació en Belén de Judea y se presentó como Mesías, tal y como había sido anunciado durante siglos en el Antiguo Testamento. Jesús no es un mito, una fábula al estilo de Homero o de Ulises. Los Evangelios son libros históricos que narran verazmente la vida de Jesús. Tenemos testimonios de judíos y paganos que escriben sobre Jesús. Flavio Josefo, el año 93 después de Cristo, escribe: “En este tiempo existió también un tal Jesús, varón sabio… Fue ejecutador de obras maravillosas, maestro de los hombres… Este era Cristo”. El pagano Cornelio Tácito, en los años 98-117, dice: “El autor de este nombre, Cristo, fue sometido al suplicio por el procurador Poncio Pilatos, reinando Tiberio”.
Jesucristo, ya desde el principio de su vida pública dijo, que Él era el Mesías, el Legado divino. Mesías es el nombre con que se designaba al que había de venir para salvar al pueblo de Israel. En el Antiguo Testamento se le llama también Hijo de David, Hijo del hombre, Hijo de Dios, Emmanuel.
Andrés, que fue uno de los primeros discípulos de Jesús, le dijo a su hermano Pedro: “Hemos hallado al Mesías, que quiere decir Cristo” (Jn 1, 39-41). La Samaritana le dijo a Jesús: “Sé que va a venir el Mesías, el Cristo, cuando venga, él nos lo dirá todo”.jesús le dice. “Soy yo, el que habla contigo (Jn 4,25-26). En el Evangelio de san Juan, el discípulo predilecto, dice que: “Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”… Simón Pedro tomó la palabra y dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Jn 16,13-16).
Jesús no es el mesías político que esperaban los rabinos judíos, ni tampoco era un mesianismo escatóligo para después de la muerte, sino que predicó un reino actualmente presente. Su reino será un reino de gracias espirituales alcanzadas en su sacrificio de la Cruz para la santificación y salvación de las almas.
Allan Sandage, astrónomo profesional, calculó la velocidad con la que se expande el universo y la edad del mismo por la observancia de las estrellas distantes, dijo: “Era casi un ateo prácticamente en la niñez. La ciencia fue la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complejo de lo que podemos explicar. El misterio de la existencia sólo puedo explicármelo mediante lo sobrenatural”.
