san agustinP. Manuel Martínez Cano m.C.R.

San Agustín decía que la religión es cierta “religación” del hombre con Dios. Es el conjunto de nuestras relaciones con Dios. El deseo de relacionarse con Dios está escrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios. Solo en Dios encuentra el hombre la verdad y felicidad que busca incesantemente.

La antropología y las ciencias de la naturaleza, enseñan la universalidad del hecho religioso en la historia de la humanidad. Los pueblos han sentido la necesidad de relacionarse con Dios y han practicado la religión, individual y socialmente. A través de la historia, el hombre aparece como “animal religioso”. Es un hecho indiscutible. El hombre creado por Dios, tiene la obligación de relacionarse con Dios.

Dios ha creado al hombre sociable por naturaleza. La sociedad también es obra de Dios. Por tanto, tiene la obligación de dar culto a Dios. Las naciones deben reconocer públicamente su dependencia de Dios, conformando sus leyes con la Ley de Dios. Es lo más beneficioso para el bien de las naciones.

Las religiones que se practican en el mundo son contradictorias entre sí en su doctrina moral y culto. Como hay un solo Dios que no puede contradecirse, sólo una religión puede ser verdadera. La filosofía y la historia demuestran que solo la religión cristiana es la verdadera. La trascendente personalidad de Jesucristo, su sublime doctrina, su vida admirable, su muerte y resurrección es una, son pruebas de que la cristiana es la única religión verdadera.

Los milagros y las profecías son hechos extraordinarios que solo puede hacer Dios. Jesucristo hizo muchos milagros. El Evangelio narra dieciocho curaciones de enfermos, doce que indican un dominio absoluto sobre la naturaleza, tres resurrecciones de muertos, cinco expulsiones de demonios. Milagros tan evidentes que los enemigos de Cristo, decían “¿Qué hacemos?, que este hombre hace muchos milagros”. (San Juan 11, 47)

Los milagros, científicamente comprobados, en la Historia de la Iglesia Católica y las profecías cumplidas con exactitud en la vida de Jesucristo, ratifican el carácter sobrenatural y divino de la religión católica, única verdadera religión revelada por Dios a la Humanidad.

Werver Heisemberg, el físico que ha revolucionado la ciencia del siglo XX, Premio Nobel, ha dicho: “Es posible establecer contacto entre el alma y Dios, de la misma manera que el ser humano puede establecer contacto con otros seres humanos. Lo que sí creo cierto es en Dios y que de Él viene todo. Las partículas atómicas tienen un orden y una armonía que tienen que haber sido impuestas por alguien”.

Marconi, inventor de la telegrafía sin hilos. Premio Nobel: “afirma rotundamente: “Lo declaro con orgullo: soy creyente. Creo en el poder de la oración y creo no sólo como católico sino también como científico.