El secreto de María
Todas las rentas de nuestra pobre alma, para el Padre de familia Dios, son menos de lo que sería para un rey la fruta gusanienta que para pagar su arriendo le presentara un pobre colono de su majestad. ¿Qué haría este pobre hombre si fuera listo y tuviera cabida con la reina? Benévola ella con el pobre campesino y respetuosa con el rey, ¿no quitaría a la fruta lo que tuviera de agusanado y de podrido y la pondría en fuente de oro, rodeada de flores? Y el rey, ¿no la recibiría sin inconveniente y aun con gusto, de manos de la reina, que tanto quiere al campesino? Modicum quid offere desideras?, manibus Mariæ tradere cura, si non vis sustinere repulsam. ¿Deseas ofrecer alguna poca cosa?, dice San Bernardo. Por manos de María procura entregarla, si no quieres sufrir repulsa. (San Luis Mª Grignion de Montfort)
La mujer
Edith Stein
Para las mujeres esto significaba el permanecer humildemente bajo sus maridos, conservar atentamente la pureza, dominar los sentidos tal como exigía el hombre, deseo de descendencia para poder ver en ella la salvación, la preocupación por educar a los hijos en el temor de Dios; para el hombre significaba la observancia de las oraciones y sacrificios prescritos, el cumplimiento de los preceptos morales y sociales, la preocupación paternal por la mujer y los hijos y el respeto de la mujer como madre de sus hijos.
Exigirnos más
La caída del telón de acero constituye un magnífico ejemplo para la reflexión. Del mismo modo que lo que parecía imposible hace tan sólo diez años ha ocurrido, también podrá ocurrir que la sociedad contra la que clama Juan Pablo II, que no es otra que la surgida de la Revolución, pueda caer. En ningún sitio está escrito que esta sociedad democrática, ni siquiera que la democracia, constituya la fase final de la historia o la única forma de organización social y política. Además, el haberse rasgado el telón proporciona la oportunidad para mostrar que se puede edificar sobre principios naturales y divinos, para volver al orden cristiano en todas las sociedades a ambos lados del antiguo telón. (Estanislao Cantero – Verbo)
Fines del matrimonio
Muchas mentalidades han llegado así a participar de cierta desazón romántica ante el hecho de que en la definición de matrimonio no apareciera el amor y de que en el derecho canónico no apareciera alusión alguna a lo que parece tan estrechamente ligado a la plenitud del vínculo (matrimonio in fieri) y de la sociedad conyugal (matrimonio in Jacto ese) . Y es que la formulación tradicional hablaba de un fin primario (procreación y educación de la prole), terminología que no sólo no suponía “la unicidad exclusiva de este fin” sino que admitía la existencia de otros fines secundarios, pero subordinados por lo mismo, esencialmente a aquel fin que es ciertamente el único que puede ser considerado según aquella primacía, y al que se ordenan todos los otros fines del matrimonio: el “muto auxilio» y el «remedio de la concupiscencia». (Miguel Ayuso – VERBO)
Ociosidad
Muchos hacen deporte hasta agotarse. Lo importante es seguir una programación en la que no queden baches, horas sueltas.
San Bernardo hace una curiosa comparación «Al vago se le arroja merecidamente el excremento de los bueyes, es decir le atacan las tentaciones sensuales».
La Historia Sagrada es rica en ejemplos. Sodoma fue arrasada por sus vicios entre los cuales se cuenta la ociosidad general. «Satisfechos en su abundancia, despreocupados en su tranquilidad» (Ez. 16, 49). Sansón reveló el secreto de su fuerza en la ociosidad. Don Bosco decía a sus jóvenes: «Yo deseo que en todo tiempo se haga siempre algo y no se pierda ni un minuto, porque en vacaciones, una de dos, o trabajáis vosotros y el demonio se queda desocupado o bien vivís vosotros desocupados y trabaja el demonio». (Jaime Solá Grané – La castidad, ayer y hoy)
Homosexualidad y esperanza
Fitzgibbons: «La segunda causa más común de la atracción sexual anormal entre los varones es falta de confianza en el amor de la mujer… Niños hombres en hogares sin padre con frecuencia se sienten demasiado responsables de sus madres. Al entrar a la adolescencia, pueden considerar el amor de la mujer como agotador y muy cansado».
Bradley: «Niñas con identificación sexual anormal… tienen dificultad conectándose con sus madres, las que son vistas como débiles e ineficientes. Vemos tal percepción como originándose en los niveles más profundos de la psicopatología observados en esas madres, especialmente depresión grave y personalidad psicopática marginal». (Asociación Médica Católica – AMCA)
Máscaras del Liberalismo
Y la familia liberal tiene diferentes máscaras. Desde el liberalismo total que rechaza a Dios como si fuera el mal, al liberalismo naturalista que navega en el confusionismo de que todas las ideologías, religiones y maneras de proceder son dignas de respeto, hasta el liberalismo llamado católico -la democracia cristiana, el maritainismo, el centrismo, el irenismo, el progresismo- que, junto a la práctica privada de la fe cristiana, se une a aquellos que en el orden social prescinden de Dios y legislan contra el Decálogo, bajo los sofismas de la convivencia, y otros pretextos similares. (Mn. José Ricart Torrens – Catecismo Social)
