La celebración de la misericordia tiene lugar de modo especial en el Sacramento de la Reconciliación. Es el momento en el que sentimos el abrazo del Padre que sale a nuestro encuentro para restituirnos de nuevo la gracia de ser sus hijos. Somos pecadores y cargamos con el peso de la contradicción entre lo que queremos hacer y lo que, en cambio, hacemos (cf. Rm 7, 14-21); la gracia, sin embargo, nos precede siempre y adopta el rostro de la misericordia que se realiza eficazmente con la reconciliación y el perdón. Dios hace que comprendamos su inmenso amor justamente ante nuestra condición de pecadores. La gracia es más fuerte y supera cualquier posible resistencia, porque el amor todo lo puede. (cf. 1 Co 13, 7)
Cardenal Caffarra
¿EI Ministro de la Eucaristía (generalmente el sacerdote) puede dar la Eucaristía a una persona que vive more uxorio con una mujer o un hombre que no es su esposa o su marido y no tiene intención de vivir en continencia? Las respuestas son dos: Sigue leyendo



