Montserrat
Confianza en Dios
“Oh Santísima Trinidad, confió en Tu infinita misericordia. Dios es mi Padre, entonces yo, su niña, tengo todo el derecho sobre su Corazón Divino y cuanto más grandes son las tinieblas, tanto más plena debe ser nuestra confianza. No comprendo, cómo es posible no tener confianza en Aquel que lo puede todo; con Él todo y sin Él nada. Él, el Señor, no permitirá ni dejará que queden confundidos aquellos que han puesto en Él toda su confianza.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 357 y 358.
Estado distinto
“La tercera fórmula, si fuera lógica, sería coronario de estas premisas: Estado absorbido por la Iglesia; razón absorbida por la fe; orden natural absorbido por el sobrenatural, como aplicación política, no la teocracia, que es gobierno de Dios, sino la hierocracia, es decir, un cesarismo a lo divino, pero cesarismo al fin, y no mejor que los otros. La cuarta formula es la conclusión política de estas proposiciones anteriores: Estado distinto y en su órbita soberano, pero unido moral y religiosamente y subordinado a la Iglesia; razón diferente, pero unida y subordinada a la fe; orden natural diferente, pero unido y subordinado al orden sobrenatural.” Juan Vázquez de Mella, El Verbo de la Tradición, p. 74.
Obediencia y bien común
“Encontramos un breve y sensato comentario sobre la Regla de San Benito y su aplicación respecto a la familia en un artículo del prof. William Fahey. Su análisis de la expresión «labor de obediencia » manifestada por San Benito es sumamente perspicaz. Muestra que lo que el Santo Abad pretende para los miembros de su comunidad va mucho más allá de una obediencia mecánica, y que la mente, el alma, el corazón y el cuerpo de sus hermanos deben estar enérgicamente volcados a hacer aquello que se les pide. Se podría agregar que este tipo de obediencia con un objetivo concreto es lo que asegura el bien común de la comunidad.” Ignacio Barreiro Carámbula, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, p. 556.
Unidad y transcendencia
“Pedro Fernández Barbadillo recordaba recientemente cómo los comuneros, nacidos tras la muerte de Femando el Católico, fueron según Gregario Marañón un acto de «repugnancia a la universalización de España», un último estallido de particularismo antiuniversal, antiimperial y por definición antiespañol. Femando, con la universal Isabel a su lado, los había obligado a dejar de ser mediocres y miserables, a asomarse «por encima de las bardas de sus huertos». La Corona en España tuvo y tendría sentido sólo como un acto de afirmación de unidad y de trascendencia de sus gentes, sus tierras y sus almas. Tal es la lección que inesperadamente Kamen deja a su lector, sea el que sea”. Pascual Tamburri Barian, Revista Razón Española, nº 196, Marzo-Abril 2016, p. 241.
Católico Cabal
“Que Cervantes era un católico cabal y nada melifluo ni meapilas (como escritor profano que era) lo prueban también las picardías y sarcasmos que lanza contra los clérigos zampones y explotadores de la piedad del pueblo (¡ese ermitaño que vive en compañía de un sota-ermitaño!, ¡ese cura de aldea disfrazado de princesa!), sus comentarios mordaces sobre las devociones absurdas y exaltadas, incluso sus veniales y socarronas irreverencias: ese moro que jura «como católico cristiano» (II, 27), esos clérigos bien provistos de vituallas para el camino, pues «pocas veces se dejan mal pasar» (I, 19). Donaires que resultan, desde luego, inofensivos si los comparamos con las diatribas que Cristo lanzó contra los fariseos y los lobos disfrazados de corderos.” Juan Manuel de Prada, Revista Verbo, nº 547-548, agosto-septiembre-octubre 2016, pp. 574 y 575.
Gobierno Católico o liberal
“Un Gobierno de cualquier forma que sea, es católico si basa su Constitución y legislación y política en principios católicos; es liberal si basa su Constitución, su legislación y su política en principios racionalistas. No en que legisle el rey en la monarquía, o en que legisle el pueblo en la república, o en que legislen ambos en las formas mixtas, está la esencial naturaleza de una legislación o Constitución; sino en que se haga o no se haga todo bajo el sello inmutable de la fe y conforme a lo que manda a los Estados como a los individuos la ley cristiana. Así como lo mismo puede ser católico un rey con su púrpura, un noble con sus blasones o un trabajador con su blusa de algodón; de igual suerte los Estados pueden ser católicos, sea cual fuere la clasificación que se les dé en el cuadro sinóptico de las formas gubernativa.” Félix Sarda y Salvany, El Liberalismo es pecado, pp. 29 y 30.
Conocimiento de la realidad
“En Castellano, el realismo se asienta sobre dos pilares, el primero conduce al segundo. El primer pilar es el de la experiencia, que permite acceder al conocimiento de las realidades concretas pero sin quedarse en su sola singularidad, sino descubriendo en el objeto la unidad en la que se manifiestan los fundamentos metafísicos que sustentan toda la realidad moral, y que son el segundo pilar. De esta manera, la filosofía moral de nuestro autor se aleja y diferencia definitivamente de la moral moderna que tiene en su punto de partida el abandono del ser.” José Luis Widow, Revista Verbo, nº 537-538, agosto-septiembre-octubre 2015, p. 599.