
Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Imagén - Contracorriente
25 jueves Ene 2018
25 jueves Ene 2018
Posted in Mojones
Montserrat
Los Diez Mandamientos obstáculo
Guido De Ruggiero, explica Castellano a modo de ejemplo, “destacó que la subjetividad jurídica sería sinónimo de independencia de toda dependencia natural o coactiva. No sería libre, por tanto, quien está sometido a la ley natural que no permite la autodeterminación absoluta, quien debe estar debajo de una voluntad distinta de la propia. Los Diez Mandamientos constituirían obstáculos para la libertad, como toda autoridad obstaculizaría también la libertad”. (José Luis Widow – Verbo)
Amor recíproco
El amor debe ser recíproco. Como el Señor Jesús ha bebido por mí toda la amargura, entonces yo, su esposa, para dar prueba de mi amor hacia Él, aceptaré todas las amarguras. Quien sabe perdonar, se prepara muchas gracias de parte de Dios. Siempre que mire la cruz, perdonaré sinceramente. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
El buen político
El buen político, el que se cuida de estructurar sólidamente la sociedad, sabe que la dinámica del divorcio, por la lógica interna de los procesos sociales, arrolla fatalmente y en corto plazo la menguada estabilidad que por la inercia sociológica conserva la familia tras la ley divorcista. La práctica del divorcio posee una temible fuerza expansiva -debido a la atracción que siente el hombre hacia la utilización de recursos manipuladores- . En virtud de ciertas leyes de la vida personal que es temerario desconocer y quebrantar, toda ley divorcista desencadena en corto plazo el «divorcio en rampa». El experimento del divorcio apenas tiene retorno. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Sirven al diablo
¡Cuántos católicos, no obstante, sirven muy buenamente al diablo con obras de este jaez! ¿Se van convenciendo ahora de cuán perversa cosa es el Liberalismo, y de cuán merecido es el horror con que debe mirar un buen católico las cosas liberales, y de cuán justificada es y natural nuestra feroz intolerancia ultramontana? (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Autodefinirse
La libertad de expresión es una de las manifestaciones en el campo constitucional de la concepción moderna acerca de la autodeterminación como espejo de la libertad. El hombre es libre y su libertad es absoluta pues es el poder de autoafirmarse y autodefinirse. Si el hombre se define por la libertad así entendida, no tiene naturaleza, es el producto contingente de una potencia también contingente, es existencia que determina su esencia. “La asunción de la esencia del hombre como libertad negativa -colige Castellano- equivale, pues, a concebir al hombre como simple afirmación y despliegue de un poder no regulado por la racionalidad sino bajo el aspecto del cálculo, como «narración» de sí, como «hacerse» históricamente”. Sobre esta hipótesis se fundan los derechos humanos y es la raíz más o menos explícita del personalismo. (Juan Fernando Segovia – Verbo)
Más atributos de la monarquía
Vio centellear en los cielos su enseña y su blasón en el Cruz de Constantino; bajó reverente la cabeza con Teodosio ante las amonestaciones del Obispo de Milán; y cuando Roma fue despedazada por el hacha de los bárbaros y aventadas sus cenizas por todos los dominios del Imperio, y a la voz divina cesaron las tempestades y se serenaron los horizontes, la Historia al amparo de la Iglesia, volvió a empezar con una nueva creación y todas las instituciones se renovaron, bañándose en el Jordán de la gracia, en el frente de un rey español, el suevo Requiario. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Ideología irracional
En España, el pueblo llevaba muchos años recibiendo una lluvia de propaganda anticlerical y antirreligiosa que en algunos ambientes había creado la convicción de que la Iglesia era el peor enemigo del pueblo. Los partidos y los sindicatos revolucionarios recibían consignas concretas para acabar con los curas y con los católicos como los peores enemigos de la revolución. (Carmelo López Arias – Razón Española)
25 jueves Ene 2018
Posted in P. Manuel Martínez Cano
Padre Manuel Martínez Cano mCR.
En la Transfiguración del Señor en el monte Tabor, la sombra de una nube luminosa cubrió a los tres discípulos predilectos y oyeron una voz desde la misma nube que decía: “Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo” (Mt 17, 5).
Jesús, el Maestro divino, nos enseña a ser santos, y el camino que lleva al Cielo. A los Apóstoles, les dice: “vosotros me llamáis ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y decís bien porque lo soy” (Jn 13, 13).
Dios Padre envío a su Hijo al mundo para enseñar la Verdad. A Pilato, le responde diciendo: “Tú lo dices: soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz” (Jn 18, 31). Y a los judíos que habían creído en él, les asegura: “Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos. Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8, 31, 32).
Jesús es Maestro por su misma naturaleza; es la Verdad encarnada; Dios hecho hombre que enseña toda la verdad: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Los hombres conocemos parte de la verdad. Jesús enseña la verdad que es el mismo por naturaleza; su enseñanza es única e infalible. A los fariseos, les dice el Señor: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. (Jn 8, 12).
Jesús es la luz verdadera que disipa las tinieblas de nuestra ignorancia. Los hombres tenemos necesidad de la luz que ilumina el camino que lleva a la felicidad eterna. ¡Jesús, luz verdadera! Que te ame de verdad, con un corazón sincero.
Santa Teresa de Jesús decía: “Haced piedad Criador, de estas vuestras criaturas. Mirad que no nos entendemos, ni sabemos lo que deseamos, ni atinamos en lo que pedimos. Danos Señor, luz… Ahora, Señor, no se quiere ver. ¡Oh, qué mal tan incurable! Aquí, Dios mío, se ha de mostrar vuestro poder, aquí vuestra misericordia”.
Intimidad con Jesús, amistad con Jesús en la oración, en el Sagrario, en el Evangelio. Santa Teresita decía: “Hallo en el Evangelio lo que necesita mi pobrecita alma. Siempre descubro en él nuevas luces, de sentidos ocultos” (Hi 8, 21).
No nos engañemos, ni dejemos engañarnos. La confusión reinante arrastra a muchos al error, el vicio y el pecado. Solo Cristo es nuestro Maestro. Chesterton decía: “El hombre libre no es aquel que piensa que todas las opiniones son igualmente verdaderas o falsas, pues eso no es libertad, sino debilidad mental. El hombre libre es aquel que ve los errores con la misma claridad que la verdad. Tener la mente abierta es como tener la boca abierta: un síntoma de estupidez. (Chesterton).