(De San Claudio La Colombière, S. J.)
Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre los que esperan en ti, y de que nada puede faltar a quien espera de ti todas las cosas, que he determinado vivir en adelante, sin ningún cuidado y descargarme en ti de todas mis solicitudes: en paz dormiré y descansaré en tus promesas, porque tú, Señor, me has afirmado singularmente en la esperanza. Pueden los hombres despojarme de los bienes y de la honra; pueden las enfermedades quitarme las fuerzas y los medios de servirte; puedo yo perder hasta tu gracia por el pecado; pero jamás perderé mi esperanza: la conservaré hasta el último instante de mi vida y vanos serán los esfuerzos que todos los demonios del infierno hagan, en aquel momento, para arrancármela. En paz dormiré y reposaré. Que otros esperen su dicha de sus riquezas o de sus talentos; que descansen otros en la inocencia de su vida, o en el rigor de sus penitencias, o en la multitud de sus limosnas, o sobre el fervor de sus oraciones. Tú, Señor, a mí me has afirmado singularmente en la esperanza. En cuanto a mí, toda mi confianza está en mi confianza misma. Tal confianza nunca jamás a nadie salió fallida.
Nadie, nadie ha esperado en el Señor y ha sido confundido. Así es que estoy seguro de ser eternamente dichoso, porque espero firmemente serlo, y es de ti, oh mi Dios, de quien lo espero. En ti, Señor, he esperado, no seré confundido eternamente. Conozco, ¡ay!, demasiado lo sé, que soy frágil y mudable; sé cuánto pueden las tentaciones contra las virtudes más robustas; he visto caer los astros del Cielo y las columnas del firmamento; mas nada de esto puede espantarme. Mientras yo espere, estoy a cubierto de todas las desgracias; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero también esta esperanza invariable. En fin, para mí es seguro que nunca será demasiado lo que espere de ti, y que nunca tendré menos de lo que de ti habré esperado.
Por tanto, espero que me defenderás en los riesgos mayores, que me sostendrás en los asaltos más furiosos y que harás triunfar mi flaqueza de mis enemigos más temibles. Espero que me amarás siempre y que yo te amaré también sin intermisión; y para llevar de una vez mi esperanza hasta allá adonde puede llegar de un solo vuelo con la esperanza, espero a ti mismo, de ti mismo, ¡oh, mi Creador!, y poder gozarte por el tiempo y por la eternidad. Amén.

Cientos de familias llegaron el 14 de abril al Anfiteatro del Lago de la República en Ciudad de Este (Paraguay) para participar con alegría y entusiasmo en el 2º Festival por la Vida y la Familia. El evento se realizó con motivo del Día Nacional de la Familia, decretado por el gobierno en noviembre de 2014. También fue una ocasión para alentar la postura a favor de la vida y la familia de algunos candidatos, en las próximas elecciones presidenciales, parlamentarias y departamentales del 22 de abril. El festival llevó por lema “Votemos por la Vida y la Familia” y alentó a tomar una postura firme y decidida frente a las amenazas de la ideología de género y el aborto, recoge Aciprensa.
También se opone a la ley natural el aborto. Por eso, a siete meses de vigencia de la ley que lo legalizó en Chile más de 50 médicos obstetras de servicios de salud pública se acogieron a la objeción de conciencia para no realizar el procedimiento en alguna de las causales. En febrero de 2018 se publicó el Protocolo de Objeción de Conciencia del Ministerio de Salud que indica que un profesional o el equipo que deba intervenir en un quirófano (matronas, enfermeras y arsenaleros) pueden abstenerse de hacer abortos. La objeción de conciencia puede darse en cualquiera o todas las causales contenidas en la ley de aborto: por riesgo de vida de la madre, por «inviabilidad» fetal o por violación, según Aciprensa.
Y lo mismo ha pasado en El Salvador, donde el Colegio Médico llamó a respetar la vida humana en todas sus etapas y en ese sentido rechazó que se quiera modificar la legislación actual para despenalizar el aborto. En un comunicado, el Colegio Médico se pronunció ante los intentos de grupos feministas de exigir al Congreso que modifique el Código Penal para despenalizar el aborto en el país. Además, exigió «desmontar la campaña mediática de desinformación» a favor de esta práctica. «El inicio de la vida humana es una realidad científicamente probada, el tema no es metafísico, filosófico, ni ideológico, el fundamento es biológico», afirmó en su pronunciamiento del 13 de abril, recoge Aciprensa.
Vivimos en una sociedad hipersexualizada, en donde la pornografía se ha convertido para muchos jóvenes en la gran educadora, a la que se puede acceder con una sencilla aplicación en el móvil e Internet está a la vuelta de la esquina. Las revistas pornográficas clásicas se han hundido, pues ya no es necesario ir al quiosco y comprarlas, sino que el acceso es inmediato a través de esas otras vías. La pornografía es demoledora, pues presenta un sexo inmediato, sin compromiso, a la carta y que destruye su grandeza y su profundo sentido dentro del mundo de los sentimientos… y crea una adicción que es más grave que la adicción a la cocaína, pues afecta a unos circuitos cerebrales, muy difíciles de borrar… e invita mentalmente al consumo de sexo, que rebaja a la persona y la convierte en animal. (Enrique Rojas)
* Se habla mucho de solidaridad. Debemos practicar la caridad fraterna.