Padre Cano, m.C.R.
* No dudemos nunca de las promesas de Jesús. Es lo que más le duele.
* Sólo los santos están alegres en el sufrimiento. Los mundanos se desesperan.
* El Padre Alba nos recordaba que no somos nada, pero que valemos la sangre de Cristo.
* Es verdad que pueden venir crisis de fe, tribulaciones… No nos agobiemos: somos hijos de Dios.
* La gracia santificante es semilla de gloria eterna. Confesemos y comulguemos frecuentemente.
* Es curioso, pero los santos lo dicen así: cuando más pequeños nos hacemos, más crecemos en santidad.