V.María por EspañaCorría el año 1801 -nos dice el programa de la Linterna de César Vidal, en la COPE-cuando en el puerto francés de Brest se constituyó la primera logia masónica formada por españoles.

Su nombre era La Reunión Española y de ella sabemos que tuvo 26 miembros, entre los que había varios sacerdotes. La finalidad de la logia era obvia. Napoleón pretendía crear, valiéndose de la masonería, una quinta columna que corroyera España desde dentro y que la facilitara su dominio por parte de Francia. Algo más de seis años después de la constitución de aquella primera logia masónica en Francia, Napoleón invadió España y, de manera bien significativa, los traidores más destacados se encontraron en las capas superiores de la pirámide social española.

En las últimas horas, hemos tenido acceso a documentación procedente de la obediencia masónica conocida como Gran Oriente de Francia:

1.-En uno de los documentos denominado el Librito blanco de la laicidad, el Gran Oriente de Francia indica que «la laicidad pretende liberar al niño y al adulto de todo lo que aliena y pervierte […] especialmente […] el orden religioso«.

2.-El documento del Gran Oriente de Francia afirma igualmente que «la moral laica […] es esencial en la construcción de la armonía social y el reforzamiento del civismo democrático».

3.-Ese mismo documento del Gran Oriente de Francia señala que “la educación laica» es una de las condiciones para la igualdad en la sociedad y que “la escuela laica […] debe ser preservada de toda penetración confesional».

4.-En ese mismo documento, el Gran Oriente señala que «la religión debe convertirse en un asunto privado y las iglesias no pueden estar dotadas de status oficial».

5.-De manera bien significativa, este mismo documento del Gran Oriente de Francia indica que la regulación legal del «nacimiento, la vida y la muerte» no deben ser consideradas «bajo el ángulo de la religión» lo que abre la puerta a fenómenos legales como la ampliación del aborto o la legalización de la eutanasia.

6.-Este mismo documento del Gran Oriente que Francia subraya igualmente que «los progresos de la ciencia deben verse libre de toda influencia […] especialmente de grupos religiosos» lo que es una manera apenas oculta de abogar por la experimentación biológica sin restricciones.

7.-Este mismo documento del Gran Oriente de Francia insiste en que “la laicización del estatuto del cuerpo (amor y sexualidad, muerte, enfermedad) no está concluida» considerándose como meta la regulación de “las modalidades sociales de la vida de las parejas y de las familias», un eufemismo para el matrimonio de homosexuales.

8.-Finalmente, en este documento del Gran Oriente de Francia, se indica la necesidad de evitar influencia religiosa en la cultura y la creación artística y en la información y la comunicación.

9.-En documento emanado del Gran Oriente de Francia y fechado el 31 de octubre de 2007, esta obediencia masónica se refiere a la ley de memoria histórica señalando que “en la hora en que España se apresta a cumplir con valor el examen de uno de los períodos más sombríos de su historia, el Gran Oriente de Francia quiere manifestar su apoyo a este necesario trabajo de memoria».

10.-En este mismo documento, el Gran Oriente de Francia lamenta, sin embargo, que el Vaticano haya beatificado “acerca de quinientos religiosos víctimas de la guerra civil española» e indica que “mientras que la decisión del gobierno español debería ser saludada por todos, algunas corrientes -entre las más reaccionarias- trabajan para reafirmar la actualidad de ideologías que no pueden sino inquietarnos».

A la vista de estos datos procedentes del Gran Oriente de Francia, cabe formularse algunas preguntas: ¿Es pura casualidad todo lo que está pasando en España hoy en día?

Todas y cada una de estos axiomas masónicos deberían recibir una respuesta clara y veraz porque, de lo contrario, tendríamos que temer que a los doscientos años de que el pueblo español se alzara contra la invasión francesa, estemos entregando nuevamente la tierra de María en manos de los enemigos de nuestra Fe y que, una vez más, el instrumento privilegiado para esa entrega sean las logias masónicas.