Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Artículos, Santos
Ángeles Sorazu
16 martes Feb 2016
16 martes Feb 2016
16 martes Feb 2016
Posted Historia de España
inEspañol y monárquico, D. Marcelino Menéndez y Pe~ layo era, por encima de todo, católico. Todo el fervor católico que rebosa de su obra está concentrado en aquella famosa Carta, cuya reproducción hacen de máximo interés las lamentables circunstancias actuales: Sigue leyendo
16 martes Feb 2016
Posted Mensajes de fe
inEn una de las Tandas de Ejercicios celebradas en Francia hace ya algunos años, tomó parte un químico húngaro, Alexandre Czikornyai, que atrajo la atención por su comportamiento un tanto singular. No acudió nunca a las comidas a causa de un régimen alimenticio tan especial que él mismo se cocinaba en su habitación. Los otros ejercitantes notaron también cómo escuchaba, o, mejor, bebía las palabras del padre director sentado en un sillón, en primera fila, con un aire de perfecta satisfacción. En la fiesta de la vuelta del Hijo Pródigo, aunque no comió con los demás, asistió a la sobremesa y, después de escuchar las impresiones espontáneas de unos y otros, se levantó para dar su testimonio, que ofrecemos a continuación: «Si ustedes me lo permiten, les vaya hacer mi confesión… Yo nací en Budapest. Muy pocos de los aquí presentes son capaces de pronunciar medianamente bien mi apellido húngaro. Mi padre era protestante; mi madre, católica; a mis catorce años, por el efecto neutralizante de las dos corrientes religiosas diferentes, yo era incrédulo. Después de mis estudios secundarios, mi padre me envió a París para preparar la carrera de Ciencias. Hice mi licenciatura, obtuve el doctorado y me instalé en París. Algunos años más tarde, gozando de una. situación social adecuada, me casé con una distinguida dama. Matrimonio de amor, ciertamente.. Mi esposa era atea, como yo. Durante algunos años todo fue bien. No teníamos ningún problema, ninguna dificultad; sólo una gran pena: la de no tener hijos. Sigue leyendo
16 martes Feb 2016
Posted La voz de los santos
in«No entones las alabanzas divinas solo con la voz, acompaña también la voz con las obras. Si cantas solo con la voz, por fuerza tendrás al fin que callar; canta con la vida para no callar jamás.»
San Agustín Sigue leyendo