Meditaciones del Padre Giovanni Salerno, msp
1ª estación: Jesús es condenado a muerte
V/. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R/. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum.
V/. Te adoramos, Cristo Señor, y te bendecimos.
R/. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según Mateo (27,22-23.26)
Les dice Pilato: «Y, ¿qué vaya hacer con Jesús, el llamado Cristo?». Y todos a una: «¡Sea crucificado!». -«Pero, ¿qué mal ha hecho?», preguntó Pilato. Pero ellos seguían gritando con más fuerza: «¡Sea crucificado!». (…) Entonces les soltó a Barrabás; ya Jesús, después de azotarle, se lo entregó (a los soldados) para que fuera crucificado.
Esta primera estación nos hace recordar a los terratenientes de la selva amazónica peruana que llegan hasta Cotabamba u otros pueblos de la Cordillera buscando mano de obra barata para sus cultivos de té o coca u otros. Sucedía que quienes mandaban como dueños absolutos en aquellos pueblos de la Cordillera, les vendían los muchachos y jóvenes pobres que tenían a su alcance y disposición y sin escapatoria, después de haberlos engañado con la mentira de que en la selva amazónica ganarían abundante dinero y estarían mucho mejor que en la Cordillera. Una noche, una pareja de jóvenes esposos, conscientes de la horrible situación que los esperaba en aquellas plantaciones, llamaron a mi puerta para entregarme a escondidas a su hijito, diciéndome: «Padre, sabemos que nuestro padrino (=patrón) nos ha vendido y que en la selva viviremos como esclavos. ¡Toma tú a este hijito nuestro y haz que alguien lo adopte. Al menos de esta manera no será esclavo como nosotros!”.
No es por nada que la selva amazónica, por sus difíciles condiciones de vida, especialmente para los indios esclavizados en las plantaciones o a lo largo de los ríos auríferos (en los llamados «lavaderos de oro»), es llamada «el infierno verde».
Muchas veces he tenido que suspender la celebración del bautismo o, con el permiso del obispo, he bautizado sin necesidad de padrinos, porque esos patronos del pueblo codiciaban ser padrinos de los chicos en esa celebración, para luego poder valerse de su condición de padrinos (=patronos) para tener mano libre en disponer de sus ahijados hasta incluso esclavizarlos.
Estos hermanos nuestros, prácticamente condenados a muerte, esperan de nosotros su liberación. El profeta Isaías saludaba a los misioneros con estas palabras: «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia la salvación!» (Is 52, 7).
Padre nuestro
Stabat Mater Dolorosa
iuxta crucem, lacrimosa,
dum pendebat Filius.
Cuius animam gementem
contristatam et dolentem
pertransivit gladius.
Estaba la Madre Dolorosa (1)
al lado de la cruz, llorando,
mientras pendía de ella el Hijo.
Cuya alma triste y llorosa,
afligida y doliente,
una espada traspasó.
Santa Madre, yo te ruego: ¡graba aquí en mi corazón las heridas del Señor!
o también:
V/. Señor, pequé: ten misericordia de mí. RI. Pecamos, y nos pesa: ten misericordia de nosotros.
(1) La secuencia «Stabat Mater» ha sido traducida del latín al español por Francesco Pini Rodolfi.