Jesús, a la vez que te pide entrar en tu casa, como hizo con Zaqueo, te llama por tu nombre. Jesús nos llama a todos por nuestro nombre. Tu nombre es precioso para él. El nombre de Zaqueo evocaba, en la lengua de la época, el recuerdo de Dios. Fiaros del recuerdo de Dios: su memoria no es un disco duro que registra y almacena todos nuestros datos, su memoria es un corazón tierno de compasión, que se regocija eliminando definitivamente cualquier vestigio del mal.
Cardenal Raymond Leo Burke
Quiero concluir mi reflexión manifestando la esperanza de que lo que he escrito, inspirado por la continuidad orgánica de la sagrada Liturgia a lo largo de tantos siglos de cristiandad, pueda ayudar al lector a apreciar la bondad, la verdad, y la belleza de la Liturgia santa, como la acción del Cristo glorioso en medio de nosotros, y como el encuentro del cielo y de la tierra. Y así, espero que la lectura del libro pueda, de alguna forma, ayudar al lector a conocer mejor a nuestro Señor Eucarístico y a quererle siempre más ardientemente. Que la adoración humilde del misterio eucarístico, misterio de Fe, inspire y refuerce en nosotros una vida eucarística, y una vida de amor puro y desinteresado por el prójimo, sobre todo por el prójimo más necesitado.
Cardenal Antonio Cañizares
Cuando se vive la experiencia de Jesucristo, cuando se contempla su rostro, cuando se le conoce a Él en el trato de amistad, cuando se le sigue, dejándolo todo y teniendo a Él como único Dueño y Señor, se sabe que es verdad que Él es la verdadera y plena riqueza, que Él llena el corazón del hombre y sacia sus anhelos más hondos, que Él nos ha curado, que en Él encontramos alivio y esperanza, que sólo Él tiene palabras de vida eterna.
Cardenal Müller
La Iglesia sigue recomendando insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en el cementerio o en otro lugar sagrado. Además la inhumación “es la forma más idónea para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal”.
Cardenal Amato
Estos benedictinos «fueron fusilados en su patria a sangre fría, no por ser malhechores, sino por ser sacerdotes». En aquel período – reconoció el purpurado- hubo tinieblas sobre la tierra. En enemigo de Dios logró por breve tiempo bañar de sangre inocente esta tierra bendita. ¿Por qué la Iglesia reabre esta página de la historia?, se preguntó el cardenal Amato. «Porque quiere conservar la memoria de los justos, no de la injusticia que sufrieron»; la memoria de «una escuadra inmensa de fieles españoles que han sacrificado su vida para impedir la descristianización de España”.
Cardenal Lluís Martínez Sistach
Se ha escrito que «la capacidad de silencio en el hombre es el termómetro de su calidad y nobleza». Desgraciadamente, hoy va aumentando el ruido y va disminuyendo el silencio. Y el silencio es lo que más necesitamos.
Cardenal Robert Sarah
Debemos proclamar la verdad sin temor, el plan de Dios, el cual se expresa en la monogamia fundada en el amor conyugal abierto a la vida.
