Pablo
Afán de dominar el mundo
La civilización occidental tiene sus fundamentos en el cristianismo, en el respeto a la dignidad del hombre, sus derechos y libertades. Esta civilización, la más avanzada de la historia, no satisface a algunos y, curiosamente, parece que los más insatisfechos son los más poderosos, quizás porque cuanto más tienen, más desean y su afán de dominar el mundo choca con la doctrina cristiana que declara a todos los hombres hijos de Dios. (Carlos González Flórez – EL PAN DE LOS POBRES)
Colegios neoparadigmáticos
En muchos colegios neoparadigmáticos la apostasía ha llegado a suprimir la capilla o a prescindir de la presencia del Señor en el Sagrario de sus oratorios: «¿Para qué?». En muchísimos casos, la Capilla del Colegio se arrincona en el lugar más inaccesible del edificio o se convierte en aula multiusos instalando ingeniosos sistemas de puertas correderas. «Así se aprovechan mejor los espacios». «Es más práctico». «Resulta más útil»: a una hora es capilla y a la siguiente se cierran las puertas correderas y ya tenemos una sala de conferencias, una clase polivalente o un salón de baile para impartir extraescolares. Así que más vale que el Señor no esté en esos Sagrarios (si es que queda Sagrario). Las puertas correderas son un invento del Maligno para despreciar a Dios, Nuestro Señor. (Pedro L. Llera – INFOCATÓLICA)
El padre Solá habla del demonio (7)
Lo mismo nos pasa con ángeles y demonios. ¿Que pueden existir? Sí, es evidente. Dios puede crear espíritus puros. Ha creado las almas, y las ha hecho para informarle un cuerpo, pero pueden vivir y viven separadas del cuerpo después de la muerte. Pues no hay ninguna dificultad que cree también espíritus buenos, porque Dios no los hará malos. Ahora, ¿es cierto que los ha creado? Sólo lo sabremos o por revelación o por experiencia. Y respecto de los ángeles y de los demonios, tenemos las dos cosas, y más de los demonios que de los ángeles tenemos conocimiento por revelación y por experiencia. De los ángeles es más difícil decir que tenemos experiencia; tenemos la revelación que Dios nos ha dado. Del demonio sí que tenemos experiencia, y aquí está el punto concreto y más interesante. (P. Francisco de Paula Solá S.J.)
Pudor y castidad (91)
Ya en la Iglesia primera, el Espíritu Santo suscita hombres “continenti”, “asceti”, y mujeres “virgines”, que hacen suya la forma de vida del Bautista, Jesús y los Doce (Hch 21, 9; San Ignacio de Antioquía: Esmirniotas 13, 1; San Justino, I Apología 15). Los Padres entienden la virginidad como una consagración (consecratio) y una dedicación (dicatio) exclusiva al Señor. Vírgenes son “las que se han dedicado a Cristo” (San Cipriano: ML 4, 443). En efecto, “la virginidad no merece honores por sí misma, sino por estar dedicada a Dios” (San Agustín: 40, 400). “La costumbre de la Iglesia católica es llamar “esposas de Cristo” “a las vírgenes” (San Atanasio: MG 25, 640). Y por eso no es raro que la infracción del voto de virginidad sea considerada como un “adulterio” (San Cipriano: ML 4, 459). (José María Iraburu)
Tenemos que ser fuertes
A pesar de todas las dificultades y de la persecución los congoleños se siguen manteniendo firmes en su fe. «Hablé por teléfono con mi obispo y me dijo que estábamos ante una prueba, para ver si amamos de verdad a Dios; y que tenemos que pedir perdón a Dios por todas estas personas. En realidad no saben lo que están haciendo. Y para nosotros tenemos que pedir que Dios nos haga fuertes y que nos ayude a salir de todo esto, porque los feligreses nos necesitan. La Iglesia trabaja mucho en la educación, y por los huérfanos, por el desarrollo de la gente. Por eso destruir la vida de la Iglesia es destruir la vida de la población. Tenemos que ser fuertes para poder volver a hacer cosas en beneficio de la población». «Han destruido todo, pero no han destruido nuestra fe. Tenemos que ser fuertes, y pedir al Señor la fuerza para salir adelante». (Alfa y Omega)
Como una adicción
César Sanvicente truena con su pareja. La pérdida del ser amado provoca que en su cerebro disminuya drásticamente la producción de dopamina -un neurotransmisor relacionado con el placer y la felicidad-, por lo que el muchacho de 33 años empieza a sentirse triste, desmotivado, pero sobre todo está vulnerable. Como si se tratara de la adicción a una droga, César recurrirá a cualquier medio para tratar que los niveles de dopamina vuelvan a equilibrarse y así recuperar el estado de bienestar: por ejemplo, un ritual de baño y velas, la lectura del tarot o una oración para el amarre. «Invoco y conjuro a Pamba Gira María Padilha para que, por la fuerza de los corazones sagrados y las lágrimas derramadas por amor, traiga el espíritu de (nombre de la persona) ante mí, amarrándolo definitivamente al mío». Esta «Oración fuerte para amarrar a alguien», asegura César, le funcionó para que esa persona volviera a buscarlo. «Un amigo me la pasó y me reí mucho, pero después, en mi desesperación, la hice y al poco tiempo surgió la iniciativa de esa persona para buscarme y lograr un encuentro», afirma el bailarín con estudios de Derecho. (Luis Santamaría)
Lánzate a la lectura
«Si quieres aventura lánzate a la lectura». Este es un eslogan que tenía cuando me dedicaba a dar clases en Primaria. Si se quiere aficionar a los hijos en la lectura hay que hacer de esta una experiencia de película. Es natural que en un principio no atraiga a los hijos la lectura porque les cuesta leer y porque les resulta más cómodo ver la Tv. Pero a medio y largo plazo, la incomodidad que supone mejorar la comprensión lectora se traduce en satisfacción y el atracón de Tv en insatisfacción. (Mikel Pando – EL PAN DE LOS POBRES)