chispicasMARÍA SANTÍSIMA

El Beato Pablo VI, al clausurar el Concilio Vaticano II, entonó un himno glorioso a la Madre de la Iglesia: “Mientras clausuramos el Concilio Ecuménico festejamos a María Santísima, la Madre de Cristo y por eso la Madre de Dios y Madre espiritual nuestra.

A María Santísima la decimos Inmaculada; esto es: inocente, estupenda, perfecta; es decir, la Mujer, la auténtica Mujer ideal y real al mismo tiempo, la criatura en la cual se refleja la imagen de Dios, sin ninguna turbación, como no sucede, en cambio, con las otras criaturas humanas.

Así, fijando nuestra mirada en esta mujer humilde, hermana nuestra, y al mismo tiempo celestial Madre y Reina nuestra, espejo nítido y sagrado de infinita belleza, puede terminar nuestra espiritual ascensión conciliar y nuestro saludo final”.

LA SANTA MISA

San Juan Pablo II, en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, dice: “El sacrificio del calvario es tan decisivo para la salvación del género humano, que Jesucristo lo ha realizado y nos ha dejado un medio para participar de él y de sus frutos inagotablemente. Este medio es la Santa Misa”. Por esto, oír bien la Santa Misa es “participar inagotablemente de los frutos del sacrificio del Calvario” durante la celebración y, después, a lo largo del día.

Al ser la Santa Misa la renovación del sacrificio de la cruz, fuente de misericordia, con que nos redimió, asistir a la Santa Misa es “sumergirse en los méritos de la muerte de Jesucristo, que es su Misericordia”. (Jesucristo a Santa Faustina).

SAN JUAN PABLO II Y ESPAÑA

Dos meses antes de la primera visita de San Juan Pablo II a España, un santo y sabio obispo español, nos dijo que el Papa conocía muy bien nuestra historia de siempre y que, por aquel tiempo, los partidos políticos la estaban cambiando el rumbo de nuestra patria. Así ha sido. El Santo Padre Juan Pablo II nos recordó: “Vengo atraído por una historia admirable de fidelidad a la Iglesia y de servicio a la misma, escrita en empresas apostólicas y en tantas grandes figuras que renovaron esa Iglesia, fortalecieron su fe, la defendieron en momentos difíciles y le dieron nuevos hijos en enteros continentes. En efecto, gracias sobre todo a esa simpar actividad evangelizadora, la porción más numerosa de la Iglesia de Cristo habla hoy y reza a Dios en español. Tras mis viajes apostólicos, sobre todo por tierras de Hispanoamérica y Filipinas, quiero decir en este momento singular: ¡Gracias, España; gracias, Iglesia en España, por tu fidelidad al Evangelio y a la Esposa de Cristo!

                Esa historia, a pesar de las lagunas y errores humanos, es digna de toda admiración y aprecio. Ella debe servir de inspiración y estímulo para hallar en el momento presente las raíces profundas del ser de un pueblo”.

INSPIRACIÓN CRISTIANA

Estas democracias modernas sin Dios, comienzan en la Revolución Francesa, impuesta a sangre y fuego, después de la matanza de millones de inocentes católicos. Las revoluciones comunistas y nazis hicieron exactamente lo mismo. Me ha dicho un joven universitario, que no entiende a los llamados partidos políticos de “inspiración cristiana” que aceptan leyes de aborto, eutanasia, manipulación de embriones, divorcio, equiparación del matrimonio con la convivencia de homosexuales, ideología de género, etc. ¿En qué se diferencia de los partidos políticos, comunistas, socialistas, , liberales? En que mienten con etiqueta cristiana.

  TRIGO Y CIZAÑA

El hombre postmoderno que presume de todo y sabe muy poco, explica y da razón de su vida sólo a partir del desorden de los sentidos y su vientre. Digo el hombre postmoderno, el “fantasma”, porque en nuestros días, son muchos millones de hombres y mujeres que no han perdido el sentido común, ni el sentido religioso de la vida. Es verdad que existen fuerzas ocultas y demoníacas que quieren destruir la familia, la sociedad cristiana, la imagen y semejanza de Dios, que es el hombre. Pero también existen monjas, monjes, religiosos, sacerdotes, seglares, que son fieles a Dios y atraen sobre la tierra bendiciones del cielo.

 

DEFECTOS Y VIRTUDES

San Agustín escribe en su obra Confesiones: “Pude observar en cierta ocasión como los celos de un bebé que apenas articulaba sonido y ya clavaba los ojos ceñudos, con la cara lívida en su hermanito de leche”. El santo dice que son defectos que desaparecen con el tiempo, pero que esos mismos defectos infantiles “resultan intolerables cuando se advierten en personas de más años”. Santa Teresa de Jesús decía que “Jamás nos acabamos de conocer si no procuramos conocer a Dios”. La oración diaria, confesión y comunión frecuente, el examen de conciencia, nos ayudarán a conocer a Dios y a nosotros mismos, para arrancar defectos y plantar virtudes en nuestras almas.

MONSEÑOR ÁNGEL HERRERA Y FRANCO

Monseñor José Guerra Campos nos decía la semana pasada que en vida de Franco y después de su muerte el Generalísimo fue muy alabado por la Jerarquía de la Iglesia. Caso único en los últimos siglos. Esta semana transcribimos las palabras del obispo de Málaga el año 1949, Monseñor Ángel Herrera Oria: “Como individuo, como Jefe de Estado, como jefe de familia, ha dado un ejemplo a toda España”. . . . “Da a diario un alto ejemplo al pueblo por el honrado cumplimiento de su deber. Deber que él concibe no como una orden impuesta por la disciplina militar, ni como un mandamiento político, ni como un sacrificio patriótico, sino algo más alto, que recoge y eleva estos tres nobles aspectos del mismo; lo concibe como un deber religioso, convencido de que de su conducta, tan llena de gravísimas responsabilidades, tendrán que dar cuenta un día a Dios Nuestro Señor”.

Padre Cano,  mCR