iglesiaPapa Francisco

Puede que se rían de vosotros, porque creéis en la fuerza mansa y humilde de la misericordia. No tengáis miedo, pensad en cambio en las palabras de estos días: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7). Puede que os juzguen como unos soñadores, porque creéis en una nueva humanidad, que no acepta el odio entre los pueblos, ni ve las fronteras de los países como una barrera y custodia las propias tradiciones sin egoísmo y resentimiento. No os desaniméis: con vuestra sonrisa y vuestros brazos abiertos predicáis la esperanza y sois una bendición para la única familia humana, tan bien representada por vosotros aquí.

Cardenal Raymond Leo Burke

Después, animado por diversos sacerdotes y por otros tantos fieles, he revisado el texto de los artículos con la ayuda de mi secretaria la hermana M. Regina y del sacerdote Michael Houser. El resultado ha sido el volumen que ahora ha sido traducido y publicado en francés. El señor Thomas Mckenna de la Catholic Action for Faith and the Family, asociación dedicada a la nueva evangelización, ha garantizado su publicación en los Estados Unidos y ha cooperado con el señor Benoît Mancheron y la casa editorial Vía Romana para la edición francesa y también con otras editoriales para las publicaciones en croata, alemán, italiano, polaco y portugués. Doy gracias al Buen Dios porque este libro sea un bien espiritual para muchos lectores.

Cardenal Carlo Caffarra

Un pequeño poema escrito por Chesterton me lleva a esta reflexión; lo escribió a principios del siglo XX: La balada del caballo blanco. Es una gran meditación poética sobre un hecho histórico.

Se lleva a cabo en el año 878. El rey de Inglaterra, Alfredo el Grande, acababa de derrotar al Rey de Dinamarca, Guthrum, que había invadido primero a Inglaterra. Y así llegó un momento de paz y serenidad. Pero durante la noche después de la victoria, el rey Alfredo tiene una visión terrible [en el Libro VIII: 281-302]: ve a Inglaterra invadida por otro ejército, que se describe de la siguiente manera: “… Que a pesar de que vienen con papel y pluma [es un ejército extraño, ciertamente, que no tiene armas, sino pluma y papel – cardenal Caffarra], y serios como un empleado afeitado, por este signo los conoceréis, que arruinan y oscurecen; Por todos los hombres atados a la Nada,… Ustedes conocerán al antiguo bárbaro, El bárbaro viene de nuevo”.

Cardenal Antonio Cañizares

Vivimos un mundo capaz de lo mejor y de lo peor, desde donde nos llega un poderoso y apremiante llamamiento a ser evangelizado. Aunque, con frecuencia las gentes de este mundo no parecen tener aquella visión que Pablo escuchó en sueños venida de Antioquía: «¡Ayudadnos!». La ayuda que se nos pide, como entonces, no es otra que la que podemos ofrecerles: el Evangelio, que es Jesucristo “No tengo oro ni plata», dice Pedro al paralítico que le pide a la puerta del templo. «Lo que tengo te doy: en nombre de Jesucristo Nazareno ¡levántate y anda!». Esta es la riqueza que el mundo de hoy nos pide para que se pueda poner en camino, y andar hacia una realidad enteramente nueva, con una humanidad en verdad nueva, y con esperanza.

Cardenal Müller

La Iglesia recomienda vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar los cuerpos de los difuntos, aunque la cremación no está prohibida a no ser que esta haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana.

Cardenal Robert Sarah

Necesitamos ser incluyentes y dar la vida a todo lo que sea humano, pero lo que viene del enemigo no puede y no debe de ser asimilado… ¡No puedes unirte a Cristo y a Belial, príncipe de la oscuridad! Lo que el nazismo fascista y el comunismo fueron en el siglo XX, las ideologías homosexuales y abortistas en occidente, y el fanatismo islámico lo son hoy en día.

Cardenal Francis Georce

En una cultura post-freudiana, el celibato es objeto de odio, por lo que su testimonio es más importante que nunca… La ira que atrae [el celibato], la ordenación de las mujeres, la indisolubilidad del matrimonio, la definición de matrimonio, atestiguan cómo una cultura corrupta forma a sus devotos.