Padre Cano, m.C.R.

Sólo hay un evangelio. El de Cristo. El que hemos de aprender, predicar y vivir.

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Seremos eternamente felices, en el “hoy”, en el momento presente de la eternidad. ¡Siempre!

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La democracia ha traído muchos males. Uno de ellos, el que se le atribuye lo que no es. Angelismo.

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Hay algunas que hacen el tonto y tontos que se hacen los listos. Sencillez hermanos, aprendamos del Señor.

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Los mandaores de ahora quieren que seamos ciegos y sordos. Sólo es verdad lo que ellos vean y digan. Y “na más”.

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Decir que no hay infierno es la mayor necedad que puede decirse. Incluso en democracia.

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Tengo para mí, que la herejía más descristianizadora de la Historia es la imperante en nuestros tiempos: La idolatría de la nada. El nihilismo satánico.

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Bajaba las escaleras del “metro”. Alguien posa su mano sobre mi hombro. Me giro y, el buen hombre me dice: yo también soy sacerdote. No se le notaba.

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Sin el cumplimiento de la Ley de Dios no hay amor, ni justicia, ni alegría.

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¿Quién ha dicho que Dios no castiga? Dios premia a los buenos con el cielo y castiga a los malos con el infierno. Lo aprendimos en el catecismo.