Monseñor José Guerra Campos
Separata del «Boletín oficial del Obispado de Cuenca»
Núm. 5, mayo 1986
La confesionalidad católica del Estado, «especialmente en una nación que es católica casi en su totalidad», era enseñanza firme de la Iglesia y tradición española constitucional y concordada (17). Sorprendió que el mismo día en que asumió la jefatura del Estado, el 1 de octubre de 1936, Franco hablase de un Estado no confesional, con alarma de la Iglesia y de la Comunión Tradicionalista. Se aclaró que lo que Franco excluía era el concepto turbio de confesionalidad (que aún ahora se maneja) como interferencia de las Instituciones; pero no su núcleo auténtico de culto a Dios e inspiración cristiana de la acción política (18). Desde la primera hora, con satisfacción de la Iglesia y en conformidad con sus requerimientos, las Leyes Fundamentales proclaman que el Estado y la Monarquía son católicos, sociales y representativos (19). Entre los Principios inmutables del Movimiento Nacional, el segundo dirá: Sigue leyendo →