El Párroco
* El Maestro del Discernimiento es San Ignacio de Loyola. Y todos los santos y santas. Hay quienes creen que discernir es salirse con la suya.
* La Iglesia no puede esperar que brote nada bueno de las novedades heréticas. Sólo puede esperar sacar frutos de santidad, de la tradición viva.
* El filósofo Heidegeer dijo que: «El hombre es un ser para la muerte». Sabemos que el alma no muere, y el cuerpo resucitara en el día del juicio universal.
* Los diocesillos rateros, que andan por las cloacas del universo, planean un mundo nuevo. Con sus cambios climáticos, sus evoluciones y sus brujerías, lo harán todo fácil. No se trabajará. Los hombres que quieran ser mujeres y las mujeres que quieran ser hombres, no pasarán por el quirófano. Tocaran el violón y se acabó.