Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro: disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que esto me basta.
La conspiración comunista en los ámbitos sindicales
Este moderno carácter del Sindicato, que responde a las necesidades de los tiempos nuevos y que redime a nuestra Patria en sus luchas internas, no puede coincidir con las organizaciones sindicales de luchas de las naciones liberales, carcomidas por sus odios y por sus pasiones que no les permiten comprender nuestra claridad de propósitos y nuestra sinceridad en los medios. Si el fin de los Sindicatos universalmente reconocido es el conseguir la justicia social y el bien común de los sindicatos, debería reconocerse como mejor Sindicato aquél que mayor bienestar social haya promovido; pero el hecho es que, aunque cuidadosamente lo ocultan, esos Sindicatos se encuentran fuertemente politizados y sujetos a la dictadura de sus cuadros de mando y a las manipulaciones comunistas y antisociales del movimiento comunista universal en ellas infiltrado; incluso muchos de los que se titulan cristianos no tienen de ello más que la careta, pues en su actuación son compañeros de viaje cuando no actores principales, de la gran conspiración comunista.
(8-VII-1964: Cortes Españolas. —Inauguración VIII Legislatura).
«A vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer».
Padre Martínez Cano, m.C.R.
* En nombre de la «libertad» quieren imponer una dictadura mental.
* Decir que la democracia es el mejor sistema político, es de perezosos mentales.
* Si pusiéramos contemplar el rostro de María Santísima, nos apartaríamos de las ocasiones de pecado.
* Santa Teresa Benedicta de la Cruz es judía. Ahora es Copatrona de Europa. Se convirtió. Lean sus libros.
* «Te doy gracias, Padre, Señor del Cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se lo has revelado a la gente sencilla» (Mateo, 11, 25-27).
* «Hijo mío, no rechaces el camino del Señor, no te enfades por su represión, porque el Señor reprende a los que ama, como un padre al hijo preferido» (Proverbios 3, 1-20).
* «Tus acciones, Señor, son mi alegría, y mi júbilo las sobras de tus manos. ¡Que magníficas son tus obras, Señor qué profundos Tus designios! El ignorante no los entiende ni el necio se da cuenta» (Salmo)