Montserrat
Tres grados al cumplir la voluntad de Dios
El sacerdote me dijo estas palabras profundas: Hay tres grados en el cumplimiento de la voluntad de Dios. El primero: es cuando el alma cumple todo lo que está notoriamente comprendido en los reglamentos y en estatutos de la observancia exterior. El segundo grado consiste en que el alma sigue las inspiraciones interiores y las cumple. El tercer grado es aquel en que el alma, entregándose a la voluntad de Dios, le deja la libertad de disponer de ella, y Dios hace con ella lo que le agrada, porque es un instrumento dócil en sus manos. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
La propia subjetividad
Por contraposición, la libertad del liberalismo consiste sólo en una “libertad de”: la libertad respecto del fin. Lo que obstaculiza la libertad es la propia naturaleza, la propia finalidad, el propio bien. Porque se parte de la base de que no existe nada a lo cual ordenarse. Todo lo define, desde sí mismo, la propia subjetividad. (Julio Alvear Téllez – Verbo)
Medias verdades
La táctica de seducir con medias verdades a públicos que no disponen de preparación o -de tiempo para ver los complejos de realidad en bloque constituye un atentado contra la verdad que debe ser implacablemente delatado. Una verdad mutilada es de ordinario más perturbadora que un error integral. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Analfabetos locuaces
¿Quiénes son los instrumentos de este círculo mediático? Los periodistas, esos analfabetos locuaces, que no paran de hablar de lo que no saben. Hoy los periodistas, sobre todo los locutores radiales y televisivos, son los verdaderos filósofos de este tiempo. Los que tienen respuesta para todo y para todos. Eso sí, siempre la respuesta es una respuesta única, la producida de antemano por los mass media que los emplean. Los analfabetos locuaces, como los futbolistas, son los nuevos esclavos, así unos venden su alma (conciencia) y otros su cuerpo (su primera juventud). (Alberto Buela – Razón Española)
Soberanía, bien y mal
Las premisas de la modernidad, según las cuales el Estado, y con él la ley positiva, tiene la soberanía, transforman en conflictiva la relación entre conciencia y ley. La soberanía se entiende como el poder superior del cual mana mediante la ley la de terminación del bien y del mal. De este modo la persona tiene la posibilidad de quedar enfrentada a dos leyes contradictorias: una, la ley natural que se manifiesta en la conciencia y que recoge el bien del hombre; otra, la ley positiva que mana del Estado, contraria a la ley natural. (José Luis Widow – Verbo)
Regeneración de la patria española
En él me parece ver como reflejada esa alma heroica navarra, que, en medio de los cambios de los sucesos y los siglos, permanece enérgica, inmutable, con la misma virtualidad de los españoles de los siglos XVI y XVII, como desafiando al tiempo con los músculos de acero de sus hijos, más fuertes que las raíces de los robles que abrazan secularmente el granito de las montañas, que es uno de los pedestales sobre los que se ha de asentar la regeneración de la Patria española. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
En frases cultas
Que un periodicucho cualquiera de esos de burdel venda sus blasfemias en prosa, verso o grabado a dos cuartos ejemplar, es un exceso que él prohibiría: y hasta lamenta no lo prohíba un Gobierno conservador; pero que se diga todo lo mismo en frases cultas, en un libro de buena impresión o en un drama de sonoros versos, sobre todo si el autor es académico o cosa así, ya no ofrece inconveniente. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
El liberal manso suele ser tan malo como el anterior, pero cuida bastante de no parecerlo. Las buenas formas y las conveniencias sociales lo son todo para él; salvado este punto no le importa gran cosa lo demás. Incendiar un convento no le parece bien; apoderarse del solar del solar convento incendiado, es cosa para él ya más regular y tolerable. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Después de la Santa Comunión vi al idéntico Jesús en mi corazón y durante todo el día lo sentí física, realmente en mi corazón. Un recogimiento muy profundo se apoderó de mí inconscientemente y no dije a nadie ni una palabra, evitaba en lo posible la presencia de la gente, contestaba siempre a las preguntas relacionadas con mis tareas, fuera de eso ni una palabra. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
En esta variedad, o mejor, confusión de matices y medias tintas que ofrece la abigarrada familia del Liberalismo, ¿hay señales o notas características con que distinguir fácilmente al liberal del que no lo es? He aquí otra cuestión también muy práctica para el católico de hoy, y que de un modo u otro frecuentemente el teólogo moralista ha de resolver. Dividiremos para esto los liberales (sean personas, sean escritos) en tres clases.
Luego Jesús me dijo estas palabras: Hija Mía, no tengas miedo de nada, Yo estoy siempre contigo; cualquier adversario te puede hacer daño solamente si Yo se lo permito. Tú eres Mi morada y Mi estable descanso, por ti detengo la mano castigadora, por ti bendigo la tierra. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)