Aunque yo buscaba dónde podría irme para ser monja, mi madre no sabía lo que estaba tramando, y quería que fuese a muchas fiestas, que a mí no me gustaban pero por no poner triste a mamá iba. Mira lo que hice una vez, me vestí con el traje más elegante que tenía, mis padres y hermanos se pusieron muy contentos, porque estaba muy guapa, pero… no quería ser esclava de la moda, ni que se fijaran en mí los amigos de mis hermanos; por eso me puse unas medias de hilo que gastadas por el uso habían perdido el color y estaban feísimas. Mi familia no se dio cuenta hasta que salimos de casa y ya no tenía remedio. Los invitados alababan la calidad, la confección, el color del vestido, pero… ¡esas medias viejas! Yo sonreía y me hacía la tonta. Así me ensayaba en no tomar en cuenta el qué dirán, aunque mis hermanos se enfadaron conmigo por esta ocurrencia que les había dejado en ridículo.
Madre Rafaela Mª de Jesús Hostia (16)
27 martes Feb 2018
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