
Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Artículos - Contracorriente
19 jueves Jul 2018
19 jueves Jul 2018
Posted in Mojones
Montserrat
Pero yo no me dormí en absoluto, mi mente estaba cansada de lo que empecé a meditar sobre lo que había visto. Oh, almas humanas, conocen la verdad muy tarde. Oh, abismo de la Divina Misericordia, derrámate lo antes posible sobre el mundo entero, según lo que Tú Mismo has dicho. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
¿Qué es, entonces, la conciencia? La conciencia “es un acto de juicio moral práctico”. La conciencia es un acto que aplica “la ley que rige la acción, esto es, el fin y la regla de la acción en el contexto histórico y social en el que la acción se desenvuelve”. En este sentido, aunque puede decirse, por una cierta analogía, que la conciencia es ley -ya que es su aplicación al caso concreto- en estricto rigor, sin embargo, ella está sujeta a la ley. (José Luis Widow – Verbo)
Veamos: ¿quién habla en los grandes medios del problema de la baja natalidad en España como el gran problema económico y social de la nación? ¿Acaso este asunto no concentra en sí todo lo que de hoy apenas se puede hablar: defensa de la vida, de la familia tradicional, del optimismo social que demuestran los índices de natalidad elevados? Más aún, ¿no es la baja natalidad un síntoma de la pérdida de valores como la generosidad, el esfuerzo o el amor? (Blas Piñar Pinedo – Razón Española)
Esta forma precaria de respeto puede aliarse con el género de violencia que implica el procedimiento de solucionar los problemas mediante la fuerza escueta del voto. En determinadas juntas y asambleas se permite a cada asistente ejercer su derecho a hablar, pero tal ejercicio se lleva a cabo con la «baja moral» que provoca la seguridad de que en rigor nada podrá alterar el signo de la votación. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Las instituciones son cuerpos asociativos autónomos enraizados y estables, en los que se inserta el individuo libremente a través de vínculos identitarios -históricos o naturales-, pero siempre cordiales, como le gustaba decir a Rafael Gambra. La lealtad a esos vínculos -qué es más fuerte que la buena fe contractual- va creando una especie de imaginario social que compone y recompone la verdad en sus distintos ámbitos. (Julio Alvear Téllez – Verbo)
Es complicidad comprar fincas sagradas o de beneficencia sin el beneplácito de la Iglesia, aunque las saque a pública subasta la desamortización, como no se compren para devolverlas a su legítimo dueño. Es complicidad redimir censos eclesiásticos sin permiso del verdadero señor de ellos, aunque se presente muy lucrativa la operación. Es complicidad intervenir como agente en tales compras y ventas, publicar los anuncios de subastas, practicar corredurías, etc. Todos estos actos traen además consigo obligación de restituir en la proporción de lo que con ello se ha contribuido al inicuo despojo. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Esas libertades regionales tienen el paladín más esforzado en la Comunión Tradicionalista, y ellas son elementos esenciales de aquel programa que en el orden político nosotros defendernos; nosotros, que nos apoyamos en la tradición, creernos en esa realidad histórica que se ha fundado sin obedecer a más programas que el de la Iglesia católica, en el cuál, el plan y el arquitecto, como el principio de la creación, fueron un mismo ser, para que sirviese de bosquejo a la sociedad española. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
19 jueves Jul 2018
Posted in P. Manuel Martínez Cano
Padre Manuel Martínez Cano mCR.
Conciencia delicada es la que juzga rectamente de la moralidad de los actos humanos hasta en los detalles más pequeños.
Se distingue de la conciencia escrupulosa en que ésta ve pecado donde no lo hay, mientras que la conciencia delicada lo ve donde existe realmente, aunque sea muy pequeño.
Todo buen cristiano debería procurar tener una conciencia delicada, pues evitando los pecados más pequeños, el alma se eleva fácilmente hacia las grandes alturas de la perfección cristiana.
Conciencia laxa o relajada es la que, por superficialidad, o razones insuficientes, considera que no es pecado lo que es pecado o que es pecado venial lo que es pecado mortal.
La causa principal que conduce a este estado lamentable de la conciencia laxa es la falta de fe viva en la grandeza de Dios y el olvido de la gravedad del pecado.
Causas secundarias de la conciencia laxa son: la vida cómoda y sensual que embota la sensibilidad del alma, el descuido de la oración mental, la excesiva solicitud por las cosas mundanas y terrenas (espectáculos, diversiones, negocios, etc.), el ambiente frívolo, el trato con personas superficiales y ligeras, la lujuria, que entenebrece la claridad del juicio, la falta de humildad para confesar cuando se ha cometido un pecado.
La conciencia laxa conduce poco a poco a un estado espiritual que hace muy difícil su curación y pone en grave peligro la salvación eterna.
Los medios eficaces para reformar la conciencia laxa son: una sólida formación religiosa, huir de las ocasiones peligrosas y del trato con personas superficiales, examen diario de conciencia, lectura de libros piadosos, meditación de los novísimos, fomentar el temor de Dios, por medio de la oración, y la frecuencia de los sacramentos.